Exconsejeros de Caja Madrid: Las ¡®black¡¯ ¡°eran un sueldo para gastarlo de forma adecuada¡±
Exconsejeros de la entidad no aclaran por qu¨¦ hab¨ªa un control sobre sus gastos con las tarjetas si eran su retribuci¨®n
Exconsejeros de Caja Madrid, propuestos por los acusados, han sostenido en la Audiencia Nacional, durante el juicio sobre el uso fraudulento de las tarjetas black, que gastaron el dinero porque era parte de su retribuci¨®n. Sin embargo, los testigos, cuyos gastos no est¨¢n enjuiciados porque han prescrito, a?adieron que deb¨ªan emplear este dinero "de forma adecuada" o "con prudencia" y que ten¨ªan que mantener un control manual de los gastos.
Hoy ha concluido la fase de la declaraci¨®n de los testigos de este caso, tras la intervenci¨®n de Ignacio Varela D¨ªaz y Joaqu¨ªn Garc¨ªa Pontes, ambos propuestos por el PSOE al consejo de Caja Madrid. Emilio Navasq¨¹es, que fue consejero durante dos mandatos en representaci¨®n de la Asociaci¨®n de Cuadros de Caja Madrid, tambi¨¦n declar¨® en la Audiencia.
Ante las condiciones que dijeron tener para gastar con la tarjeta, el fiscal Anticorrupci¨®n, Alejandro Luz¨®n, les pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªa limitaciones si era parte de su salario. Los consejeros no han sabido explicar esta aparente contradicci¨®n. Varela, consejero entre marzo de 2005 y julio de 2006, ha dicho que pregunt¨® en qu¨¦ pod¨ªa emplear la tarjeta y le dijeron era "para viajes, regalos, comidas y libros, pero no estaba limitado a estos cuatro cap¨ªtulos".
Una donaci¨®n a Caja Madrid
El letrado de la acusaci¨®n de la CIC, Andr¨¦s Herzog, le pregunt¨® a Varela si agot¨® siempre el l¨ªmite de su tarjeta, cifrado en 2.500 euros mensuales. Varela respondi¨® que no. "Entonces, ?usted realizaba donaciones de parte de su salario a Caja Madrid, no es as¨ª?". El testigo argument¨® que "me qued¨¦ por debajo algunas veces porque mis finanzas personales me permit¨ªan no agotar al m¨¢ximo la tarjeta".
Tras esta respuesta, el letrado de la acusaci¨®n, en representaci¨®n de la CGT, le pregunt¨® si tambi¨¦n le dieron indicaciones sobre c¨®mo gastar lo que cobraba por las dietas. En este momento, Varela dijo que no. "Eso era mi retribuci¨®n", afirm¨® e intent¨® aclarar que, en realidad, los l¨ªmites de la tarjeta se los dijeron porque ¨¦l los pregunt¨®, no por imposici¨®n de Caja Madrid.?
Emilio Nasvasq¨¹es, hermano del consejero acusado, Ignacio Navasq¨¹es, explic¨® que "la tarjeta era para mis gastos y ten¨ªa un l¨ªmite que nunca pod¨ªa sobrepasar. Creo que me lo dio ?ngel Montero, el que fuera secretario del consejo", ya fallecido. "Al d¨ªa siguiente de llegar al consejo me la encontr¨¦ encima de la mesa", explic¨®. Fue consejero de 1978 a 1982 y desde 1987 a 2001.
A preguntas de los letrados de otros consejeros, Navasq¨¹es admiti¨® que la utiliz¨® en cuestiones personales, "as¨ª como para gastos de la Asociaci¨®n de Cuadros. Todo el mundo en la Asociaci¨®n sab¨ªa que ten¨ªamos esta tarjeta para nuestras actividades".
Los testigos coincidieron en que nunca se les llam¨® la atenci¨®n por excederse en los gastos o por utilizarla para cuestiones "an¨®malas". Preguntado por qu¨¦ pod¨ªa ser an¨®malo, Varela cit¨® "la compra de un arma de fuego, que quiz¨¢ se saliera de lo razonable".
A diferencia de otros encausados, Varela dijo que no recibi¨® PIN de la tarjeta, porque "en ning¨²n caso" se le inform¨® de que pod¨ªa extraer met¨¢lico del cajero, aunque ha reconocido que sigui¨® haciendo uso de su black hasta tres meses despu¨¦s de cesar de su cargo, dado que Enrique De la Torre le autoriz¨® para ello.
Navasqu¨¹es s¨ª dijo que la tarjeta ten¨ªa un PIN, aunque admiti¨® que nunca lo utiliz¨®. Adem¨¢s, ha agregado que en la etapa siguiente, tras el cambio de Jaime Terceiro por Miguel Blesa en la presidencia de la caja, "todo sigui¨® igual". "No hubo ning¨²n cambio", en las cuestiones de las tarjetas, ha a?adido.
En concreto, ha precisado que con la llegada de Blesa no se produjeron despidos, sino que m¨¢s bien los puestos de directores generales se mantuvieron tras la salida de Terceiro en 1996 y que la morosidad "lleg¨® al 10% en la caja, una situaci¨®n que se consider¨® preocupante".
No obstante, tras la salida de Terceiro, Blesa destituy¨® a tres altos ejecutivos del comit¨¦ de direcci¨®n: el director general de Inversiones, el de Planificaci¨®n y el de Auditoria Interna, Manuel Cobo, Al margen del comit¨¦, tambi¨¦n fueron destituidos los m¨¢ximos responsables de Comunicaci¨®n, de Inform¨¢tica y de Contabilidad.
Tercerio, en su declaraci¨®n ante el tribunal que preside la magistrada ?ngela Murillo, hizo hincapi¨¦ en que los pl¨¢sticos en su etapa eran white y que se oscurecieron con la llegada de su predecesor en el cargo.
"Al final no pod¨ªa ser otra cosa m¨¢s que una retribuci¨®n. Lo sab¨ªa todo el mundo", ha concluido Navasq¨¹es.
Por su parte, Joaqu¨ªn Garc¨ªa Pontes, consejero entre 1996 y 2003, ha precisado que ¨¦l recibi¨® su visa de manos de Vicente Espinosa, vicesecretario general en aquel momento, que le dijo que pod¨ªa hacer cualquier tipo de gasto con la misma, y que, al igual que Varela, nunca se le facilit¨® los extractos de los gastos ni se le reclam¨® ninguna cantidad a posteriori.
Dos nuevas pruebas
Por otro lado, el tribunal de la Audiencia ha aceptado admitir como prueba dos documentos de 1988 y 1992, publicados por El Independiente, que hacen referencia al contrato sobre la entrega de las visas y que, en opini¨®n de las defensas, acreditar¨ªa que estas se crearon no solo con la finalidad de cubrir gastos de representaci¨®n sino que tambi¨¦n podr¨ªan ser utilizadas "como compensaci¨®n por el ejercicio de su funci¨®n".
La representaci¨®n procesal de los exconsejeros de Caja Madrid Jes¨²s Pedroche y Alberto Recarte, ha justificado la "importancia" de los documentos de los que ha dicho que pueden afectar al valor probatorio de la declaraci¨®n hecha en calidad de testigo por el presidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, que dijo que las tarjetas nacidas en 1988 solo eran para gastos de representaci¨®n y no se entregaban con n¨²mero PIN.
No obstante, cabe recordar que Terceiro coment¨® que el c¨®mo presidente no estaba al tanto de los detalles sobre las tarjetas por lo que para su declaraci¨®n se bas¨® en las afirmaciones de Manuel Cobo, exdirector de Auditor¨ªa Interna desde octubre de 1993 a octubre de 1996, que control¨® las visas.
Las nuevas pruebas reclamadas son unos documentos que no se conoc¨ªan hasta el momento y cuya incorporaci¨®n a la causa han respaldado las defensas de los 65 exdirectivos y altos cargos de Caja Madrid y Bankia, a los que se les imputa delito continuado de apropiaci¨®n indebida y administraci¨®n desleal por el uso presuntamente fraudulento hecho con sus visas y cuyo gasto entre 2003 y 2012 ascendi¨® a 12,5 millones.
Seg¨²n El Independiente, la destinataria del correo con la informaci¨®n de la tarjeta fue Flora Quevedo, que coment¨® a ese diario: ¡°Nunca saqu¨¦ dinero de un cajero autom¨¢tico con la tarjeta¡±. Subray¨® que ¡°mientras estuvo en la caja, los gastos efectuados con la tarjeta solo pod¨ªan estar destinados a labores de representaci¨®n" y que el secretario general los fiscalizaba al detalle. "En nuestra ¨¦poca las tarjetas no eran black¡±, a?adi¨®.
El segundo documento no tiene membrete, la firma es un ilegible sin pie de firma y parece llevar un sello de registro. Herzog pidi¨® que, antes de admitir estas pruebas, se verificara que no eran una falsificaci¨®n. El tribunal dijo que se examinar¨ªan una vez tuvieran los originales en su poder.
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