Onda expansiva monetaria
En Espa?a muchos hogares prefieren reducir deuda a pedir nuevos cr¨¦ditos
La expansi¨®n cuantitativa en los principales bancos centrales de todo el mundo fue la respuesta excepcional a una enorme crisis financiera. Una detonaci¨®n sobre la que siempre existieron dudas sobre la incidencia de su onda expansiva.
Los bancos han sido el principal mecanismo de transmisi¨®n, aunque los resultados no hayan sido siempre los esperados. Este lunes se publicaron los datos de provisi¨®n de liquidez del Eurosistema. Se evidencia que, para evitar los sustos y cortocircuitos, no bast¨® s¨®lo con proporcionar liquidez al sistema sino hacerlo a largo plazo. Las operaciones de provisi¨®n de fondos que podr¨ªamos llamar habituales o ¡°de manual¡± del BCE, las de mercado abierto, se han reducido a un tercio de lo que eran hace dos a?os y en octubre supon¨ªan 34.524 millones de euros. De ese montante, los bancos espa?oles apenas solicitaron 134 millones. Sin embargo, las operaciones extraordinarias de liquidez de largo plazo supon¨ªan ya el pasado mes 513.571 millones de euros en la eurozona, de los que m¨¢s de un cuarto (135.575) fueron a parar a Espa?a. Pero los que se llevan la palma son los programas de compra de activos. La posibilidad de adquirir deuda p¨²blica ha hecho que en Europa estas compras hayan suministrado ya 1,47 billones de euros. A Espa?a ha ido un 13% (198.044 millones de euros).
Hay que tener en cuenta tambi¨¦n las propias bajadas de tipos del BCE y el efecto a?adido depresor que sobre la rentabilidad de la deuda p¨²blica tienen esos programas de compra de deuda. Una anestesia de caballo para las primas de riesgo. Esto produce algunas paradojas. La primera, que aunque pudiera parecer que para los bancos es f¨¢cil generar m¨¢rgenes financieros con tipos tan reducidos, no lo es en absoluto. La realidad es que esos tipos no reflejan el equilibrio entre oferta y demanda de cr¨¦dito ajustada por riesgo sino la (abrumadora) acci¨®n oficial sobre los mercados de dinero. La segunda, que hay efectos asim¨¦tricos y que los m¨¢s cr¨ªticos con las pol¨ªticas expansivas (como Alemania) s¨®lo ven la mitad del cuadro que m¨¢s les gusta: sugieren que el ahorrador alem¨¢n se ve perjudicado por los tipos bajos pero dif¨ªcilmente reconocen que el tipo de cambio del euro tiene un efecto muy beneficioso sobre las exportaciones alemanas. Entre otras bondades.
Cierto es que hay efectos de composici¨®n de este esquema que son algo extra?os. Por ejemplo, en la econom¨ªa espa?ola que crece a unas tasas por encima del 3%, el stock de cr¨¦dito a¨²n no tiene tasas de variaci¨®n interanual positivas. Lo cierto es que en pa¨ªses como Espa?a donde la propiedad de vivienda y la deuda hipotecaria son comunes, muchos hogares est¨¢n prefiriendo reducir esa deuda a solicitar cr¨¦dito. Algo parecido pasa con las empresas. En los ¨²ltimos seis a?os, familias y empresas han devuelto m¨¢s de 480.000 millones de euros. Esta es una cantidad muy importante y un sacrificio significativo pero ser¨¢ una buena noticia para cuando los tipos suban¡ porque la onda expansiva monetaria tambi¨¦n se agotar¨¢.
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