Las 8.000 pesetas que alumbraron el Pacto de Toledo
La comisi¨®n parlamentaria creada hace 21 a?os ha servido para lograr acuerdos sobre el sistema de pensiones, aunque en los ¨²ltimos ejercicios las mayor¨ªas han menguado
¡°Si usted aplica la reforma fiscal que ha prometido, ingresar¨¢ 800.000 millones de pesetas menos. Eso significa 8.000 pesetas menos para cada pensionista¡±. Estas dos frases fueron uno de los golpes que Felipe Gonz¨¢lez lanz¨® contra Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el segundo debate de la campa?a electoral de 1993, el que gan¨® y con el que dio la vuelta a unas elecciones que parec¨ªa tener perdidas a la luz de las encuestas. Las pensiones como arma electoral.
En la legislatura siguiente, todav¨ªa con Gonz¨¢lez al mando, se alcanz¨® el Pacto de Toledo. ¡°Era el intento de sacar las pensiones del debate partidista y dar soluciones a la situaci¨®n de la Seguridad Social [en plena crisis de los noventa]¡±, apunta Isabel L¨®pez i Chamosa, exdiputada socialista por el PSC, que form¨® parte entre 1996 y 2015 de la comisi¨®n parlamentaria que tom¨® su nombre. Este foro tom¨® ese testigo y sus recomendaciones, junto al di¨¢logo social, de las reformas de pensiones habidas desde entonces y ante ¨¦l ha comparecido esta semana la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, en lo que ha sido el comienzo oficial de un camino que acabar¨¢ en otra reforma de la Seguridad Social.
Para lograr el acuerdo, el entonces ministro de Trabajo, Jos¨¦ Antonio Gri?an, utiliz¨® una iniciativa parlamentaria de CiU parecida a una anterior del PP que hab¨ªa sido rechazada. ¡°Recuerda que entonces parte del PP jugaba con la idea de la capitalizaci¨®n [fondos de pensiones]¡±, se?ala el diputado catal¨¢n. apunta Carles Campuzano, ahora diputado por el PDECAT, antes CiU, y portavoz de su grupo en la comisi¨®n desde 1996.
La fumata blanca lleg¨® tras tres d¨ªas de reuni¨®n en el parador de Toledo, entre el 31 de enero y el 2 de febrero de 1995, en la que hubo representantes de PSOE, PP, CiU e IU. Juan Carlos Aparicio, uno de los populares en la cita, lo explica por la ¡°presi¨®n¡± cuando se ve¨ªan en Madrid. Ahora recuerda el papel de su correligionario Mart¨ªn Villa, el socialista Alejandro Cercas o el convergente Rafael Hinojosa. Al encuentro no acudieron el PNV y Uni¨®n Valenciana.
La coyuntura propiciaba el pacto. La Seguridad Social, que pagaba entonces la Sanidad, estaba en n¨²meros rojos. El PSOE quer¨ªa asegurar su vialibilidad y el futuro del instituto previsor. Y el PP necesitaba un gesto fuerte de compromiso con las pensiones p¨²blicas. Uno de los t¨¦cnicos presentes en aquella reuni¨®n de hace ya casi 22 a?os, narra que el punto de encuentro se encontr¨® en este principio: ¡°Un sistema p¨²blico de reparto [las pensiones presentes se pagan con las cotizaciones actuales], que no se podr¨¢ transformar en uno de prestaciones m¨ªnimas ni de capitalizaci¨®n¡±. La base se completa con que ¡°podr¨¢ haber fondos de pensiones privados que ser¨¢n complementarios y no sustitutivos¡±, subraya poniendo mucho ¨¦nfasis en la ¨²ltima parte, expresi¨®n cuya paternidad atribuye a uno de los representantes populares en Toledo.
De este principio sali¨® un consenso que se resume sobre tres s¨ªes y tres noes: ¡°S¨ª al equilibrio financiero, s¨ª a la reforma permanente, s¨ª a la mejora de la protecci¨®n; no al sistema de capitalizaci¨®n, no al car¨¢cter solo asistencial y no a la neutralizaci¨®n de la Seguridad Social¡±.
El acuerdo se firm¨® el 4 de abril de 1995 y fue la base para la reforma que se produjo un a?o despu¨¦s, ya con el Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Despu¨¦s el pacto se ha revisado en otras dos ocasiones (2001 y 2011). Y fue acompa?ado de sendas cambios normativos en la Seguridad Social.
El consenso pol¨ªtico no lo ha eximido de cr¨ªticas, que en muchas ocasiones han partido de expertos en pensiones que lo acusan de silenciar por intereses pol¨ªticos los problemas del envejecimiento de la poblaci¨®n. Entre ellos est¨¢ Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, ¨¦l no es tan contundente. ¡°Es una idea muy buena, permite ir m¨¢s all¨¢ de la misma legislatura. Pero en los ¨²ltimos a?os no ha habido consenso¡±, apunta, ¡°no creo que funcionara en las dos ¨²ltimas reformas. Aunque tambi¨¦n creo que sin ¨¦l las cosas hubieran sido peor¡±.
Conde-Ruiz se refiere a lo sucedido en 2011, cuando se aprob¨® el retraso de la edad de jubilaci¨®n a los 67 a?os sin el respaldo del PP. Tambi¨¦n habla de 2013, cuando nadie, salvo los populares, aprob¨® la reforma que introdujo el factor de sostenibilidad que parti¨® de un informe elaborado por expertos, entre los que formaba parte.
Valeriano G¨®mez era el ministro de Trabajo, y ahora asesora a la gestora socialista en temas de Econom¨ªa y Empleo, que sac¨® adelante el retraso de la edad de jubilaci¨®n. ¡°El esp¨ªritu del pacto viene a decir que cualquier reforma tiene que contar con el respaldo del parlamento y/o de los agentes sociales. Eso pas¨® en 2011. Pero en 2013 no sucedi¨® ni una cosa ni la otra¡±, se?ala.
Tom¨¢s Burgos, ahora secretario de Estado de la Seguridad Social y portavoz en el Pacto de Toledo durante dos legislaturas, las recomendaciones de este foro parlamentario siempre ha impulsado reformas y consensos incluso a ¡°las puertas de elecciones generales¡±. Defiende que en la anterior legislatura, excepto en el factor de sostenibilidad, se logr¨® amplio apoyos a otras reformas, algo cierto aunque de menor calado. Y recuerda que solo una vez en la comisi¨®n parlamentaria se ha reprobado una medida adoptada por un Gobierno, en referencia a la congelaci¨®n de pensiones de 2010.
El Pacto se enfrenta ahora a su renovaci¨®n. En el fondo de las intervenciones del pasado martes, bajo el rifirrafe parlamentario, se aprecian un punto en com¨²n en todos los grupos pol¨ªticos: la Seguridad Social necesita m¨¢s ingresos. En pocos meses, se sabr¨¢ si vuelve el amplio consenso inicial o se queda solo en un juego de mayor¨ªas.
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