El juez de Bankia y su ¡®l¨ªnea Maginot¡¯
Fernando Andreu rechaza imputar a seis altos cargos del Banco de Espa?a y al presidente de la CNMV
El juez Fernando Andreu ha rechazado imputar a seis altos cargos del Banco de Espa?a y al presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en base a los cuatro correos electr¨®nicos dirigidos por el inspector cabecera en el grupo BFA-Bankia, Jos¨¦ Antonio Casaus, a su jefe, el actual director general adjunto de Supervisi¨®n de la instituci¨®n, Pedro Com¨ªn, en abril y mayo de 2011 inmediatamente antes de la salida Bolsa de la entidad. Pero al razonar su posici¨®n, el juez ha dado un paso adelante hacia el auto de conclusi¨®n de la investigaci¨®n.
La huella de ese paso adelante est¨¢ en el punto tercero de su resoluci¨®n del 28 de noviembre pasado. Hay dos cosas importantes.
La primera es que una ¡°decisi¨®n err¨®nea¡± en el sistema no es suficiente para reclamar una responsabilidad penal y ¡°existen otros mecanismos id¨®neos para la exigencia de responsabilidad de los funcionarios y organismos p¨²blicos¡±.
La segunda: ¡°que ning¨²n sistema de supervisi¨®n puede ofrecer una garant¨ªa completa, particularmente en el caso de que se cometan actos fraudulentos por terceros como podr¨¢ darse en este caso presente en que se habr¨ªan presentado unas cuentas con el correspondiente aval del auditor externo que no reflejar¨¢n fielmente el estado econ¨®mico financiero en la entidad cuya salida a Bolsa se refrend¨®¡±. En el primer punto, el juez tira por elevaci¨®n a los pol¨ªticos. Viene a se?alar que las responsabilidades por los errores cometidos en la salida a Bolsa deber¨ªan sustanciarse en la pol¨ªtica o el parlamento, no en el terreno judicial.
Nada se ha hecho, por cierto en Espa?a, a diferencia de otros pa¨ªses, para investigar qu¨¦ fall¨® y qui¨¦nes fueron los posibles responsables de una crisis financiera que llev¨® a la inyecci¨®n de cuantiosos fondos p¨²blicos para salvar a las entidades.
En el segundo punto, el juez Andreu, erige la fortificaci¨®n de toda la instrucci¨®n sumarial, lo que podr¨ªamos llamar su l¨ªnea Maginot. Forman parte de ella la conducta de los administradores de BFA-Bankia encabezados por Rodrigo Rato y la de su auditor, Deloitte.
M¨¢s all¨¢ de esa fortificaci¨®n pueden haberse producido conductas imprudentes o temerarias, pero estar¨ªan fuera del alcance del art¨ªculo 282 bis del C¨®digo Penal (delito de estafa de inversores). La ¡°taxatividad¡± del tipo penal impedir¨ªa, seg¨²n el juez, que se apoya resoluciones de la secci¨®n tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional, investigar esas conductas.
Esta visi¨®n del juez ya le hab¨ªa conducido a rechazar las imputaciones solicitadas el 1 de julio pasado. Pero desde entonces ha corrido mucho agua bajo los puentes de Bankia: las declaraciones de los altos cargos del Banco de Espa?a, la del inspector Casaus y los m¨²ltiples correos, entre ellos los cuatro decisivos de abril y mayo del a?o 2011.
El juez califica estos correos entre Casaus y Com¨ªn de ¡°informales¡± y ¡°espont¨¢neos¡± ¡°y da m¨¢s valor a los ¡°informes de seguimiento¡± de los inspectores. Sin embargo, seg¨²n explic¨® Casaus los borradores de esos informes son revisados por los jefes, quienes sugieren cambios.
El juez reproduce algunos p¨¢rrafos de los correos en los que Casaus considera ¡°inviable¡± el proyecto BFA-Bankia y vaticina una socializaci¨®n de p¨¦rdidas. Seg¨²n el juez, es una ¡°opini¨®n personal¡± que ¡°result¨® ser acertada¡±. Pero si Casaus ¡°acert¨®¡± no fue por sus dotes de adivino, sino porque calibr¨® los saneamientos pendientes y los problemas contables.
Los correos anticipan lo que los informes de seguimiento recoger¨¢n m¨¢s tarde, a saber, que se estaba apuntando, por ejemplo, intereses por cr¨¦ditos al sector promotor que en realidad no los devengaban y que los resultados ¡°recurrentes¡± eran inexistentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.