?nforas que juegan con el tiempo
Una empresa almeriense que crea vasijas con envejecimiento acelerado en el mar despega en el mercado
Carlos supo pronto lo que quer¨ªa ser de mayor. Un verano de hace m¨¢s de 40 a?os, disfrutaba de la paradisiaca cala de San Pedro de Las Negras (Almer¨ªa) cuando vio que unos submarinistas franceses extra¨ªan unas ¨¢nforas antiguas que el mar ocultaba, desde hac¨ªa siglos, en lo que anta?o era un puerto natural. Desde ese momento vivido cuando ten¨ªa ocho a?os, Carlos Abad persigui¨® su sue?o y lo consigui¨®. Para cuando el almeriense aprendi¨® todo lo que deb¨ªa saber como buceador profesional, descubri¨® que, bajo las aguas de San Pedro, el expolio era total y que lo que esos cazatesoros hac¨ªan era ilegal. ¡°Yo quer¨ªa tener un ¨¢nfora como las que hay bajo el mar, pero no pod¨ªa ser. Desde entonces, me qued¨¦ con esa idea y luch¨¦ para conseguirlo¡±, reconoce Abad. Trabajaba para la Central T¨¦rmica de Carboneras cuando encontr¨® la respuesta a su inquietud: consigui¨® crear un sistema ¨²nico de envejecimiento acelerado de ¨¢nforas en el mar. Lo patent¨® y, junto a Filomena Faba, cre¨® la empresa ?nforas del Mar.
De eso hace 16 a?os y Faba y Abad siguen al pie del ca?¨®n, ¡°peleando d¨ªa a d¨ªa¡±. Y eso que no ha sido f¨¢cil. Hace cuatro a?os un accidente de tr¨¢fico los apart¨® de la primera l¨ªnea de trabajo y dej¨® a ?nforas del Mar al m¨ªnimo de su actividad. Ahora, regresan con fuerza con un plan de expansi¨®n internacional que los ha llevado a conseguir acuerdos con dos grandes plataformas de decoraci¨®n online: la estadounidense Houzz y la europea Westwing.
En breve, ambas multinacionales ofrecer¨¢n en sus cat¨¢logos las piezas con las que Carlos y Filomena enga?an al tiempo. Sus obras se parecen a esos miles de ¨¢nforas usadas para transportar salazones o vino y que se conservan en yacimientos marinos, vestigios de naufragios de viajes comerciales de los siglos IV al VI antes de Cristo. Sin embargo, tienen, de media, unos cuatro a?os de maduraci¨®n bajo el mar. Su realismo es tal que hasta m¨¢s de un susto se han llevado. ¡°La gente sabe que la venta de ¨¢nforas originales est¨¢ prohibida. Cuando ven las nuestras, se asustan y piensan que lo son. De hecho, en m¨¢s de un aeropuerto han parado a clientes nuestros pensando que son tan antiguas como parece¡±, reconoce Faba. Por eso, decidieron incorporarles ¡°certificados de falsedad, dejando claro que son ¨¢nforas cultivadas¡±, como reconoce la empresaria.
Lo cierto es que su cultivo es tan exclusivo que la empresa es la ¨²nica autorizada en Europa para elaborarlas. Durante estos a?os, ¡°ha habido un par de empresas que han intentado sistemas parecidos, pero no lo han conseguido¡±, relata Abad. De hecho, en ?nforas del Mar hasta tienen patentado su proceso de producci¨®n, que no ser¨ªa posible sin la presencia de la Central T¨¦rmica de Carboneras de Endesa. En la cercana entrada al mar de las instalaciones, cuatro bombas succionan 140.000 metros c¨²bicos de agua para refrigerar sus sistemas. Antes de entrar en la central, el agua es filtrada de todo tipo de impurezas y materia org¨¢nica a trav¨¦s de unas rejillas. ¡°Vi que era un enorme concentrado de vida y me pregunt¨¦, ?qu¨¦ pasar¨ªa si colocara un ¨¢nfora justo aqu¨ª?¡±, relata Abad. As¨ª lo hizo y, cuando la sac¨® al tiempo, descubri¨® que ¡°el resultado era alucinante, precioso¡±.
Acuerdo con Endesa
El empresario present¨® su proyecto medioambiental a Endesa y encontr¨® el apoyo total de la empresa energ¨¦tica. A trav¨¦s de una tuber¨ªa canalizaron todo ese concentrado de vida marina para hacerlo pasar a trav¨¦s de las ¨¢nforas, que act¨²an como un filtro de barro en el que conchas, plancton o moluscos encuentran su h¨¢bitat. En los 40.000 metros cuadrados de terreno que la empresa alquila a la central y la Autoridad Portuaria de Almer¨ªa, reposan miles de ¨¢nforas de distintas formas y tama?os. En todos estos a?os, han perfeccionado el sistema a trav¨¦s de un proceso de electr¨®lisis previa a la inmersi¨®n para que la vida enra¨ªce m¨¢s en sus vasijas, realizadas por un maestro alfarero.
Tras un proceso de cultivo que va de los tres a los cinco a?os, los buzos van sacando las piezas del mar. Poliquetos, ostras, esponjas de colores, escaramujos y lapas decoran la superficie del ¨¢nfora, que es sometida a un lavado a presi¨®n. Es justo lo que har¨¢n con las 9.000 piezas que ahora descansan bajo el agua. ¡°Despu¨¦s de estos cuatro a?os de par¨®n, est¨¢n en un punto ¨®ptimo¡±, reconoce Faba.
Ser¨¢n las mismas que, tras pasar un proceso de calidad, certificaci¨®n y embalaje en cofres, pasar¨¢n a formar parte del cat¨¢logo de Houzz y Westwing. Carlos y Filomena no ocultan su orgullo por el acuerdo que les devolver¨¢ a la primera l¨ªnea empresarial. La misma en la que estuvieron en sus inicios, los llev¨® a ferias internacionales y a facturar m¨¢s de 300.000 euros anuales. Ahora, la empresa de ocho trabajadores fija nuevas miras para ampliar su p¨²blico objetivo, centrado en ¡°personas de nivel adquisitivo medio-alto y amantes de la cultura¡±, como resume Faba. ¡°Tenemos puntos de venta en el Museo Naval de Madrid, en el Museo Nacional de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica de Cartagena, en acuarios y oceanogr¨¢ficos o en hoteles¡±, reconoce Abad. Tambi¨¦n pretenden volver a las tiendas de la cadena Paradores, donde estuvieron hace unos a?os. Lo har¨¢n con sus tradicionales ¨¢nforas y con nuevos objetos de decoraci¨®n como bustos, cuadros, l¨¢mparas o mesas con los que, gracias al mar, consigan burlar al tiempo.
Microalgas
La Central T¨¦rmica de Carboneras de Endesa no solo es conocida por su capacidad para generar energ¨ªa o por los puestos de trabajo que crea en esa zona de Almer¨ªa. Tambi¨¦n lo es porque ¡°de ella se aprovecha todo¡±, como resume el empresario de ?nforas del Mar, Carlos Abad. El cultivo de ¨¢nforas de esta empresa forma parte de su proyecto medioambiental, pero no es la ¨²nica forma que tiene la central de revertir sus emisiones y generar sostenibilidad. Desde hace 10 a?os, la central acoge una planta de microalgas donde se investiga con distintas especies con la idea de reducir los impactos de CO2 a la atm¨®sfera. Recientemente, en esa planta, han puesto en marcha el proyecto Algae For Healthy World, en el que siete empresas e instituciones p¨²blicas colaboran en un consorcio para conseguir una producci¨®n industrial de microalgas con fines alimentarios
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