Los delirios sanitarios de Donald Trump
Los republicanos han triunfado con sus cr¨ªticas a ¡®Obamacare¡¯ porque muchos beneficiados no saben que lo son
Gracias, Comey.
El inspector general del Departamento de Justicia investiga ahora la manera en que el director del FBI transmiti¨® la falsa impresi¨®n de que se iba a investigar un nuevo esc¨¢ndalo sobre Clinton pocos d¨ªas antes de las elecciones, y sin embargo no dijo nada acerca de las investigaciones que ya estaban en marcha acerca de la intervenci¨®n rusa y la posible confabulaci¨®n con la campa?a de Trump. Es muy probable que esa acci¨®n aupase a Trump a la Casa Blanca. Y ya es evidente que el comandante en jefe entrante ser¨¢ un desastre ¨¦tico andante y tuiteador.
Por otro lado, tambi¨¦n tiene una noci¨®n peligrosamente delirante de las pol¨ªticas que debe seguir.
Algunos republicanos parecen estar d¨¢ndose cuenta de que las constantes patra?as sobre el Obamacare han alcanzado su l¨ªmite. El lema de ¡°revocar y reemplazar¡± quiz¨¢ haya funcionado como estrategia pol¨ªtica, pero encontrar un sustituto conservador a la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible de forma que no prive del seguro a millones de estadounidenses no es f¨¢cil. De hecho, es imposible.
Pero parece que a Trump nadie se lo ha dicho. En la rueda de prensa del mi¨¦rcoles afirm¨® que presentar¨¢ un plan para sustituirlo, ¡°probablemente el mismo d¨ªa¡± en que se revoque el Obamacare ¡ª¡°tal vez a la misma hora¡±¨C que ser¨¢ ¡°much¨ªsimo menos caro y much¨ªsimo mejor¡±, y adem¨¢s, con franquicias mucho m¨¢s bajas.
Esto es de locos, en m¨²ltiples aspectos. Lo cierto es que incluso si los republicanos hubiesen llegado a un acuerdo sobre las l¨ªneas generales de un plan de atenci¨®n sanitaria ¡ªcomo hicieron los dem¨®cratas cuando el presidente Obama asumi¨® el poder¨C convertir ese borrador en legislaci¨®n concreta lleva tiempo.
Pero en todo caso, el Partido Republicano lleva siete a?os denunciando la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible sin presentar jam¨¢s ni siquiera la sombra de una alternativa. Eso no va a cambiar en las pr¨®ximas semanas, ni nunca. Porque la campa?a contra el Obamacare siempre ha estado basada en mentiras que no pueden sobrevivir a una revocaci¨®n real.
Un buen ejemplo es la pretensi¨®n de que la reforma sanitaria no ha ayudado a nadie. ¡°Las cosas con Obamacare no hacen m¨¢s que empeorar¡±, declaraba Paul Ryan, presidente de la C¨¢mara de Representantes, la semana pasada. Pero el hecho es que se ha producido una dr¨¢stica reducci¨®n del n¨²mero de estadounidenses sin seguro desde que la reforma entr¨® en vigor, y una abrumadora mayor¨ªa de las personas cubiertas por las nuevas aseguradoras est¨¢n satisfechas con su seguro.
?C¨®mo han podido los republicanos salir impunes a pesar de esta mentira? Parte de la respuesta es que muchos de los nuevos asegurados no saben que est¨¢n cubiertos gracias al Obamacare, y de todas formas no son conscientes de que perder¨¢n el seguro si la ley se revoca.
Pero eso cambiar¨¢ si la revocaci¨®n sale adelante. Por ejemplo, el porcentaje de adultos blancos no jubilados sin seguro se redujo casi a la mitad entre 2010 y 2016, del 16,4% al 8,7%, una mejora concentrada sin duda entre la clase trabajadora blanca que ha respaldado a Trump. La revocaci¨®n har¨ªa que esa cifra volviera a aumentar, y no habr¨ªa modo de ocultar el da?o.
Por otra parte, los republicanos se han cebado con el aumento de las primas del seguro que ha tenido lugar este a?o. Pero este parece un ajuste ¨²nico; y el panorama general es que los costes sanitarios han aumentado de hecho mucho m¨¢s lentamente desde que se promulg¨® la ley de Obama que antes, en parte debido a los mecanismos de control de costes establecidos por la ley, que han funcionado mucho mejor de lo esperado.
Y si matan la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, los mitos sobre sus costes ser¨¢n sustituidos por la realidad del aumento de las primas para millones de estadounidenses que no son conscientes de cu¨¢nto les ha ayudado la ley.
?Pero acaso no resolver¨¢ el Trumpcare todos estos problemas ofreciendo algo mucho mejor y m¨¢s barato? Imposible.
Los republicanos no tienen un plan de atenci¨®n sanitaria, pero s¨ª tienen una filosof¨ªa: la del menos. Menos reglamentaci¨®n, para que las aseguradoras puedan rechazarte si padeces una afecci¨®n previa. Menos ayudas p¨²blicas, de modo que si no puedes permitirte pagar, peor para ti. Y menos cobertura en general: las ideas republicanas sobre el control de gastos son las de ¡°arriesgar el pellejo¡±, exigiendo que la poblaci¨®n pague m¨¢s de su bolsillo (lo que de alg¨²n modo no les impide quejarse de las elevadas franquicias).
Llevar a la pr¨¢ctica esta filosof¨ªa reportar¨¢ ping¨¹es beneficios a los ricos, que conseguir¨ªan una enorme reducci¨®n de impuestos si se revocase la ley de Obama, y eso significar¨ªa primas m¨¢s bajas para un n¨²mero relativamente peque?o de individuos ahora mismo sanos, sobre todo si son lo bastante ricos como para no tener que preocuparse por las franquicias elevadas.
Pero la idea de que esto desembocar¨¢ en grandes ahorros para todos es pura fantas¨ªa, y tendr¨¢ consecuencias devastadoras para los millones de personas que han estado asegurados durante los a?os de Obama.
Como he dicho, parece que algunos republicanos se han dado cuenta. Es posible que de todas formas respalden la revocaci¨®n sin sustituci¨®n, pero probablemente lo har¨¢n porque piensan que lograr¨¢n encontrar alguna manera de culpar a los dem¨®cratas del posterior desastre.
Trump, por otra parte, da la impresi¨®n de no tener ni idea de cu¨¢les son los problemas en juego. Pero, en realidad, ?hay alg¨²n ¨¢mbito de la pol¨ªtica en el que s¨ª la tenga?
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2016
Traducci¨®n de News Clips.
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