¡°El TLC quedar¨¢, b¨¢sicamente, como est¨¢ ahora¡±

Los discursos optimistas suenan extempor¨¢neos en el M¨¦xico de la era Trump. La palabra crisis se ha convertido en moneda de cambio com¨²n en las conversaciones de ciudadanos de a pie, pol¨ªticos y empresarios, pero la econom¨ªa ¨Cpese a los recientes recortes en las previsiones de crecimiento¨C aguanta en terreno positivo. Por eso, en pleno hurac¨¢n procedente de su vecino del norte, del que dependen el 70% de las exportaciones mexicanas, cualquier alocuci¨®n positiva sobre el medio y largo y plazo de la segunda mayor econom¨ªa latinoamericana, como la pronunciada este mi¨¦rcoles por Luis T¨¦llez Kuenzler, presidente de la consultora Everis en M¨¦xico y exsecretario (ministro) en los Gobiernos de Ernesto Zedillo (PRI) y Felipe Calder¨®n (PAN), destaca como una rareza digna de menci¨®n: "Soy optimista sobre lo que M¨¦xico puede sacar en la negociaci¨®n del TLCAN; hay enormes intereses en juego y estoy seguro de que esos intereses se van a estudiar", ha subrayado en una conferencia en la C¨¢mara Espa?ola de Comercio en la Ciudad de M¨¦xico.

"Creo que se llegar¨¢ a un acuerdo en el que el TLCAN quedar¨¢ b¨¢sicamente como est¨¢; que permitir¨¢ a Trump salir victorioso frente a su opini¨®n p¨²blica y a M¨¦xico, mantener el tratado", ha apuntado el empresario. A su juicio, los mayores cambios se concentrar¨¢n en dos cap¨ªtulos: el energ¨¦tico y las reglas de origen. "Si se superan los obst¨¢culos, pienso que incluso podr¨ªamos firmar un nuevo acuerdo con EE UU y Reino Unido [tras su salida de la UE] al mismo tiempo", ha aseverado. "Lo m¨¢s negativo para ambos pa¨ªses ser¨ªa acabar en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) [en caso de ruptura del tratado, las relaciones comerciales entre M¨¦xico y EE UU pasar¨ªan a regirse por la normativa de este ente] y, por supuesto, una guerra comercial".

T¨¦llez sabe de lo que habla cuando valora el efecto del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN) sobre la econom¨ªa mexicana. En 1993, un a?o antes de su entrada en vigor, fue el encargado de negociar los cap¨ªtulos agr¨ªcolas del acuerdo y desde entonces ha estado vinculado, bien desde la ¨®ptica pol¨ªtica bien desde la empresarial, a un pacto que "ha permitido un crecimiento exponencial de las exportaciones y un importante aumento del bienestar de los mexicanos".

La visi¨®n cl¨¢sica, ricardiana, del comercio internacional ya no tiene cabida en la realidad actual de los intercambios entre EE UU y M¨¦xico. Las cadenas de suministro son extremadamente complejas y, en casos como el de la industria de electrodom¨¦sticos, casi la mitad de los insumos de los productos que se ensamblan en el pa¨ªs latinoamericano para su venta en EE UU, proceden, a su vez, de su vecino del norte. "Deshacer esas cadenas tendr¨ªa un impacto muy negativo sobre el PIB de ambos pa¨ªses y traer¨ªa problemas muy serios sobre la oferta de bienes como refrigeradores o aires acondicionados, que no podr¨ªan producirse durante un tiempo". Por eso, aunque "nunca" imagin¨® ver el panorama actual en EE UU ¨C"en solo tres semanas de presidencia ha creado un l¨ªo monumental en todo el mundo", subraya¨C, T¨¦llez cree que la raz¨®n acabar¨¢ imperando.

Aunque su punto de vista es, en t¨¦rminos generales, optimista sobre el futuro de la relaci¨®n M¨¦xico-EE UU, T¨¦llez incide en las diferencias entre la actual Administraci¨®n estadounidense y sus predecesoras: "Nuestros interlocutores, empezando por el presidente, no est¨¢n en una posici¨®n de colaboraci¨®n. Su actitud es agresiva y eso hace que la negociaci¨®n [del TLCAN] sea sumamente compleja; M¨¦xico est¨¢ negociando con alguien que no sabemos c¨®mo va a reaccionar", ha se?alado. "Trump y algunos de sus asesores tienen una visi¨®n completamente mercantilista del d¨¦ficit comercial, y eso les est¨¢ metiendo en asuntos muy complejos".

El presidente institucional de Everis ha recordado dos hitos de las ¨²ltimas d¨¦cadas en los que EE UU actu¨® como fiel aliado de su pa¨ªs, en contraste con el momento actual: el plan Brady de reestructuraci¨®n de la deuda de varios pa¨ªses latinoamericanos en la d¨¦cada de los ochenta y el rescate financiero mexicano de 1995, meses despu¨¦s del tequilazo, que corri¨® a cargo, en gran medida, de EE UU. Hoy, la situaci¨®n es completamente distinta: "Para ver una situaci¨®n tan compleja de las relaciones bilaterales hay que remontarse al conflicto petrolero de 1927 que a punto estuvo de desembocar en una invasi¨®n estadounidense". En esta tesitura, T¨¦llez ve en el resurgir del antiamericanismo en M¨¦xico uno de los principales riesgos de cara a las elecciones de 2018: que una "corriente populista", en referencia impl¨ªcita a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (Morena), pudiera hacerse con la presidencia.