Los mexicanos aceleran las compras para protegerse de la inflaci¨®n y el encarecimiento del cr¨¦dito
El aumento en las ventas de bienes duraderos, fundamentalmente autom¨®viles, revela una pauta de consumo propia de los periodos previos a una dr¨¢stica subida de precios
Javier Lozano echa c¨¢lculos para evitar que la temida inflaci¨®n le pase m¨¢s factura de la cuenta a su cartera. La primera decisi¨®n: comprar un autom¨®vil que necesitaba desde hace meses y que no quiere que se encarezca m¨¢s. Su viejo coche, un Chevrolet Corsa, se hab¨ªa convertido en un agujero para su bolsillo y no quiere que la compra de su reemplazo se vaya por las nubes. ¡°?ltimamente gastaba mucho en reparaciones y, aprovechando el dinero que recib¨ª al jubilarme, he comprado uno nuevo al contado pensando que dentro de unos meses ser¨¢ mucho m¨¢s caro¡±, relata este contador p¨²blico de 61 a?os. Gracias a su hermano, trabajador de una agencia de autos, ha obtenido un buen descuento ¡ª¡°del 25%¡±¡ª y, pese a haber tenido que desembolsar varias decenas de miles de pesos, est¨¢ m¨¢s que satisfecho con la adquisici¨®n.
La decisi¨®n de adelantar una compra que iba a tener que acometer s¨ª o s¨ª en los pr¨®ximos meses se ha convertido en moneda de cambio com¨²n entre sus conocidos: un vecino acaba de comprarse una segunda residencia antes de que suba el precio, otros amigos aprovechan para comprar electrodom¨¦sticos y ahorrar unos pesos. Pero no solo se circunscribe al entrono de Lozano: amplias capas de la sociedad mexicana evitan a toda costa que la inflaci¨®n y la subida de tipos de inter¨¦s les pille a contrapi¨¦.
"Definitivamente, quien puede y tiene algo de dinero ahorrado, est¨¢ adelantando compras", subraya Carlos Serrano, economista jefe de BBVA-Bancomer, la mayor entidad financiera de M¨¦xico. ¡°Esta anticipaci¨®n se est¨¢ dando, sobre todo, en autom¨®viles y electrodom¨¦sticos, dos grupos de productos que van a sufrir aumentos de precios¡±, a?ade. ¡°Desde la victoria de Trump se ha instalado en la sociedad mexicana la percepci¨®n de que la depreciaci¨®n del peso frente al d¨®lar se convertir¨¢ en algo permanente y que la inflaci¨®n seguir¨¢ subiendo¡±. En febrero, el alza anual de precios fue del 4,8%. Y, para final de a?o, el grueso de analistas espera que supere la barrera del 5%. En paralelo, tras una escalada de las tasas de inter¨¦s de la que no se vislumbra final en el horizonte m¨¢s cercano, solo es cuesti¨®n de tiempo que el cr¨¦dito empiece a encarecerse.
Marco Franco, de 34 a?os, se decidi¨® incluso antes que Lozano: compr¨® un Mazda 3 en enero. En su determinaci¨®n pes¨® tanto la expectativa de que los precios sigan subiendo como, sobre todo, la posibilidad de acceder a un cr¨¦dito a una tasa ventajosa: ¡°Estoy pagando el 9,9% de inter¨¦s y, si me lo comprase ahora, ya estar¨ªa pagando el 10,5%. En unos meses, seguro que ser¨¢ m¨¢s¡±, apunta.
La venta de electrodom¨¦sticos es m¨¢s dif¨ªcil de parametrizar ¨Clos grandes establecimientos, en los que se concentra el grueso de las ventas, no publican datos individualizados¨C, pero en el caso de los autom¨®viles las estad¨ªsticas no dejan lugar a dudas: pese a la congoja econ¨®mica generalizada, en febrero se vendieron 118.000 coches en M¨¦xico, un 6,5% m¨¢s que un a?o antes. En los distribuidores a pie de calle, la sensaci¨®n es muy similar. Yamil Micher, gerente comercial de una agencia de venta Renault en pleno centro de la Ciudad de M¨¦xico, corrobora el aumento de las ventas en el tramo final de 2016 y los primeros compases de este a?o. El primer tercio de marzo, un periodo tradicionalmente poco favorable para las ventas, arroja, dice, ¡°cifras un 20% mejores de lo que se podr¨ªa esperar¡±. Aunque, de media, los coches que tiene expuestos en este enorme concesionario de la colonia Escand¨®n ya han subido un 5% en pocos meses, a juzgar por el n¨²mero de clientes que curiosean en sus pasillos, el apetito no ha cesado. El motivo: ¡°Creen, y creemos, que los precios subir¨¢n m¨¢s¡±, afirma Micher.
Mientras la confianza del consumidor, pese al rebote de febrero, sigue una tendencia inequ¨ªvocamente bajista, las ventas minoristas han recorrido el camino contrario. ¡°La cautela por el empeoramiento econ¨®mico no se est¨¢ viendo reflejada en las compras. Y eso es claramente achacable al adelanto de determinadas decisiones de consumo¡±, subraya Gerardo Esquivel, economista del Colegio de M¨¦xico.
Este efecto ¡ª¡±muy espec¨ªfico, que no se dio en [la crisis de] 1994¡±, a?ade Esquivel¡ª, ya empez¨® a notarse en el ¨²ltimo tramo del a?o pasado, cuando ayud¨® a sostener las ventas minoristas y ayud¨® al PIB a superar las previsiones de crecimiento. Sin embargo, tiene los d¨ªas contados: Serrano y Esquivel no ven que vaya m¨¢s all¨¢ de abril o mayo. Axel Duarte, de la firma de investigaci¨®n de mercados GFK, y Victor Caball¨¦, de Kantar Worldpanel M¨¦xico, tambi¨¦n creen que los adelantos de compras est¨¢n cerca de tocar a su fin: a partir del segundo trimestre, todas las previsiones apuntan a que los incrementos de precios impactar¨¢n en los bienes duraderos y frenar¨¢n el consumo.
Para entonces, Javier Lozano, Marco Franco y unos cuantos m¨¢s podr¨¢n sacar pecho por su estrategia. ¡°Pero hay que recordar que aunque muchos quisieran haberse adelantado a la inflaci¨®n, ¨²nicamente una peque?a parte de mexicanos puede hacerlo: quienes tienen algo de dinero ahorrado o, como yo, ha recibido una cantidad por su jubilaci¨®n¡±, cierra el primero. Ah¨ª, la eterna desigualdad econ¨®mica tambi¨¦n hace mella: solo pueden acogerse a este tipo de oportunidades quienes pueden pagar al contado ¡ªuna peque?a fracci¨®n de los mexicanos¡ª o cumplen los requisitos para pedir un cr¨¦dito. El resto, si puede permit¨ªrselo, tendr¨¢ que comprar cuando los precios ya hayan escalado.
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