Carstens reivindica su legado en su ¨²ltima Convenci¨®n Bancaria
El gobernador del Banco de M¨¦xico defiende un aumento de la credibilidad de la instituci¨®n en tiempos de turbulencias econ¨®micas
Agust¨ªn Carstens defiende nunca decepciona, ni siquiera en su despedida de la cita bancaria m¨¢s importante de M¨¦xico. Consciente de que sus palabras son escrutadas al mil¨ªmetro, el guardi¨¢n de la pol¨ªtica monetaria mexicana y una de las voces m¨¢s respetadas en el elenco econ¨®mico ha aprovechado este mi¨¦rcoles su ¨²ltima intervenci¨®n en la Convenci¨®n Bancaria anual para reivindicar su gesti¨®n al frente del instituto emisor. "No se puede decir que el Banco de M¨¦xico haya sobrerreaccionado. Ha actuado de manera preventiva, para que el ajuste sea ordenado y las expectativas de inflaci¨®n queden ancladas", ha subrayado al tiempo que recordaba que el peso ¨Cel principal marcapasos de la econom¨ªa mexicana¨C se ha apreciado tras los m¨ªnimos de hace tres meses. "Ha incrementado la credibilidad del banco central".
Carstens lleg¨® al cargo en 2010 y en noviembre har¨¢ las maletas rumbo a Basilea (Suiza) para ponerse al frente del coordinador global de los bancos centrales. Se va, seg¨²n se desprende de su discurso ¨Cm¨¢s optimista que de costumbre¨C, con el trabajo hecho pese a la monta?a rusa de los ¨²ltimos meses. "Es un momento singularmente complejo para la econom¨ªa mundial y mexicana", ha reconocido. "Pero el Banco de M¨¦xico es una de las grandes fortalezas institucionales de M¨¦xico y ha cumplido con su mandato". El todav¨ªa gobernador del instituto emisor ha valorado que la inflaci¨®n haya promediado una subida del 3,5% en la ¨²ltima d¨¦cada, frente a una tasa de doble d¨ªgito entre 1994 y 2004. Aunque el actual aumento de los precios, cercano al 5%, est¨¢ ¡°claramente fuera¡± del rango fijado por el banco central ¨Csituaci¨®n que ha achacado, fundamentalmente, a la liberalizaci¨®n de los precios de la gasolina¨C, Carstens ha remarcado su pron¨®stico de que la inflaci¨®n regresar¨¢ al 3% a cierre del a?o que viene y ha subrayado el "bajo traspaso" de la depreciaci¨®n del peso a la inflaci¨®n. "Los efectos del shock ser¨¢n temporales".
Hace poco m¨¢s de un a?o, cuando Carstens compareci¨® en el mismo sal¨®n en el que lo ha hecho este mi¨¦rcoles, M¨¦xico navegaba en aguas relativamente tranquilas. El PIB crec¨ªa por debajo de su potencial; el precio del petr¨®leo ¨Cotrora fuente de crecimiento¨C a¨²n sufr¨ªa las consecuencias de la sobreoferta mundial; la depreciaci¨®n del peso ¨Caunque a a?os luz de los niveles actuales¨C empezaba a sembrar dudas y los recortes presupuestarios eran el pan de cada d¨ªa. Pero el horizonte parec¨ªa m¨¢s o menos despejado de grandes amenazas geopol¨ªticas. Aunque, con un discurso marcadamente antimexicano y antilibre comercio, Donald Trump ganaba primarias en Estados clave en la lucha por ser cabeza de cartel republicano a la Casa Blanca, sus opciones de hacerse con la presidencia de la primera potencia mundial eran escasas: pr¨¢cticamente ning¨²n sondeo le otorgaba opciones en una potencial confrontaci¨®n con los dem¨®cratas Hillary Clinton o Bernie Sanders. La econom¨ªa mexicana, en fin, no estaba para tirar cohetes; pero aprobaba con holgura los ex¨¢menes a los que se somet¨ªa trimestre a trimestre.
Doce meses despu¨¦s, la palabra "incertidumbre" est¨¢ en boca de expertos y profanos. Con el magnate neoyorquino ya en Washington, la renegociaci¨®n del TLCAN (el tratado de libre comercio entre EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢) y los t¨¦rminos en los que se concrete el impuesto fronterizo prometido por los republicanos marcan el paso de la econom¨ªa mexicana. Se han frenado o dilatado algunos proyectos de inversi¨®n; los precios suben a un ritmo cercano al 5%, por encima del objetivo del Banco de M¨¦xico; y los tipos de inter¨¦s vigentes hoy, (6,25%) lejos del 3,75% de hace un a?o, empiezan a convertirse en una barrera para la concesi¨®n de cr¨¦dito en un pa¨ªs todav¨ªa poco bancarizado. De momento, el pa¨ªs norteamericano ha logrado aguantar los primeros embates de la Administraci¨®n Trump bastante mejor de lo que cabr¨ªa esperar. Lejos de los peores augurios, el principal marcapasos de la econom¨ªa mexicana, el peso, ha revertido las fuertes ca¨ªdas de los ¨²ltimos meses ayudado por las medidas de emergencia del Banco de M¨¦xico.
Pero las dudas persisten. En el flanco interno, las principales inc¨®gnitas para la econom¨ªa mexicana son dos: el nombre ¨Cy el perfil¨C del sucesor de Carstens al frente del instituto emisor y las elecciones federales de 2018 en las que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (Morena) parte como favorito. Respecto a este ¨²ltimo punto, el todav¨ªa jefe de la Asociaci¨®n de Bancos de M¨¦xico, Luis Robles Miaja, dijo este mi¨¦rcoles por la ma?ana no sentirse "preocupado" por el color pol¨ªtico del nuevo Gobierno siempre y cuando "sea responsable". "Si lleg¨¢semos a trabajar con ¨¦l [L¨®pez Obrador], lo har¨ªamos de la mano porque al final la banca es una instituci¨®n que trabaja con instituciones", a?adi¨® el tambi¨¦n presidente de BBVA Bancomer. A rengl¨®n seguido, en cambio, mand¨® un dardo al populismo, una tendencia pol¨ªtica en la que tantas veces se ha enmarcado al candidato de Morena, pero tambi¨¦n a Trump o Marine Le Pen: "Los populismos venden soluciones falsas a problemas magnificados o muy complejos". "Los pa¨ªses que m¨¢s se han desarrollado son los que han optado por el liberalismo. No con posiciones dogm¨¢ticas que cierran espacios de libertad y participaci¨®n a la ciudadan¨ªa. El riesgo de que la sociedad opte por salidas r¨¢pidas e ilusorias va en aumento", ha agregado el presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto (PRI). La carrera presidencial ha entrado de lleno en la agenda de la 80? Convenci¨®n Bancaria. El lema escogido, "liberalismo versus populismo", no deja lugar a dudas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.