La estatua de la ni?a que se enfrenta al toro de Wall Street seguir¨¢ otro a?o
La obra forma parte de una campa?a por el empoderamiento de la mujer en los puestos de direcci¨®n de las grandes corporaciones
La ni?a sin miedo seguir¨¢ enfrent¨¢ndose al poderoso toro de Wall Street hasta al menos febrero de 2018, otro a?o. La estatua de bronce que apareci¨® en el coraz¨®n del distrito financiero neoyorquino coincidiendo con la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer gana as¨ª su primera batalla, tras desatarse un clamor popular para preservarla. El permiso expiraba el pr¨®ximo 2 de abril.
La estatua obra de la artista Kristen Visbal, situada en un islote que se forma cuando la calle Broadway se parte en dos, forma parte de una campa?a del fondo State Street Global para conseguir que las grandes empresas tengan m¨¢s mujeres en los consejos de administraci¨®n. En el giro de pocas horas la ¡°Fearless Girl¡± se convirti¨® en un s¨ªmbolo global del empoderamiento de la mujer y se resisti¨® a abandonar.
La semana pasada se lanz¨® una iniciativa ciudadana para conseguir su permanencia, porque sus defensores consideraban que la estatua ya estaba consiguiendo llamar la atenci¨®n p¨²blica hacia el problema de discriminaci¨®n basada en el g¨¦nero en los puestos ejecutivos de las empresas. Los promotores consideran, adem¨¢s, que este movimiento no debe limitarse a un d¨ªa espec¨ªfico del calendario.
La iniciativa Care2 lleg¨® recopilar hasta 37.700 firmas. Arturo Di Modica, creador del ic¨®nico ¡°Charging Bull¡±, considera sin embargo que esta estatua es una artima?a puramente comercial no un s¨ªmbolo. El artista comparte el mensaje de que se debe luchar por la diversidad de g¨¦nero en los puestos de liderazgo de las corporaciones. Pero rechaza que su obra pase a ocupar el papel de villano.
El toro de Wall Street era hasta ahora la segunda estatua m¨¢s popular en Nueva York, solo superada por la Estatua de la Libertad. Di Modica la cedi¨® a la ciudad tras el desplome burs¨¢til de 1987. La obra pretende simbolizar la prosperidad y la capacidad de reponerse. La isleta en la que se encaran las dos estatuas es propiedad del Departamento de Transporte. El permiso inicial era de una semana, que se logr¨® extender hasta el pr¨®ximo domingo.
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