La bajada del d¨®lar y la inflaci¨®n hunden la competitividad argentina
El pa¨ªs austral ocupa el puesto 104 sobre 138 en competitividad global, muy por detr¨¢s de Chile, M¨¦xico y Brasil e incluso peor que Nicaragua
La pasi¨®n de los argentinos por el d¨®lar atraviesa horas bajas. Por primera vez en a?os, hay m¨¢s oferta de billetes verdes que demanda. Las divisas procedentes de la venta de la cosecha de soja, la ingente emisi¨®n de deuda argentina en los mercados internacionales, el ingreso de d¨®lares procedente de la amnist¨ªa fiscal y las elevadas tasas marcadas por el Banco Central (BCRA) se combinan para presionar a la baja a la moneda estadounidense, que lleva un a?o congelada alrededor de los 15 pesos. Por el contrario, la inflaci¨®n en los ¨²ltimos 12 meses ha sido superior al 30%. La mezcla de estos dos ingredientes es un c¨®ctel explosivo para la industria nacional, que ve c¨®mo se resiente su competitividad.
"Es el tr¨ªpode de la muerte: d¨®lar bajo, inflaci¨®n alta y suba de tasas", sentenci¨® este mi¨¦rcoles en declaraciones radiales el diputado opositor y extitular de la Uni¨®n Industrial Argentina (UIA) Jos¨¦ Ignacio de Mendiguren. La estabilizaci¨®n del tipo de cambio afecta a toda la industria argentina, pero golpea con especial dureza a los sectores menos competitivos, como el calzado, el textil y los juguetes, que durante el kirchnerismo crecieron con pol¨ªticas proteccionistas que dificultaban la entrada de indumentaria procedente de China. "Estas industrias s¨®lo pueden prosperar si el tipo de cambio est¨¢ muy alto. No pueden competir con los productos importados", dice a EL PA?S el economista Gabriel Rubinstein, exrepresentante del BCRA.
Algunos sectores enfocados en la exportaci¨®n son otros de los damnificados. Con el d¨®lar bajo, los productos argentinos se vuelven a¨²n m¨¢s caros que los de sus competidores y sufren adem¨¢s la ca¨ªda de la demanda internacional por la desaceleraci¨®n de China y la crisis de Brasil. En el primer bimestre de 2017 la balanza comercial argentina fue deficitaria en 210 millones de d¨®lares. Las cantidades cayeron un 11,7% interanual el pasado febrero, aunque los precios subieron un 6,3%.
El campo ha compensado el atraso del d¨®lar con la supresi¨®n del cepo (control) cambiario, una gran bajada de impuestos y la eliminaci¨®n de trabas a las exportaciones aprobadas por Macri nada m¨¢s asumir. Pero las industrias regionales que no contaban con tantos obst¨¢culos para vender sus mercanc¨ªas en el extranjero padecen m¨¢s el tipo de cambio. "Junto al fortalecimiento del peso est¨¢ la devaluaci¨®n del euro. Los tres paises mas importantes en exportaci¨®n de vinos son Italia, Francia y Espa?a. La devaluaci¨®n del euro (frente al d¨®lar) les da m¨¢s competitividad y a nosotros nos la resta", lamenta Jos¨¦ Alberto Zuccardi, CEO de las bodegas mendocinas Zuccardi. Las malas cosechas de los dos ¨²ltimos a?os tambi¨¦n les han jugado en contra, al encarecer los costos.
Pese a las citadas consecuencias negativas del d¨®lar planchado, la mayor¨ªa opina que devaluar ser¨ªa a¨²n peor porque disparar¨ªa la inflaci¨®n. As¨ª lo cree tambi¨¦n el Gobierno de Mauricio Macri, que ha puesto todas sus fichas en frenar la subida de precios. En campa?a, el entonces candidato augur¨® que terminar con la inflaci¨®n "ser¨¢ la cosa m¨¢s simple que tenga que hacer si soy presidente". "?C¨®mo no va a ser simple si lo logr¨® el 99% de los pa¨ªses del mundo?", dijo Macri sentado en la mesa de Mirtha Legrand, la presentadora del programa estrella de los s¨¢bados por la noche en la televisi¨®n argentina. Pero casi un a?o y medio despu¨¦s de asumir como jefe de Estado, Argentina se resiste a la normalizaci¨®n. Tras cerrar 2016 con una inflaci¨®n del 40% y acumular el 6,3% en el primer trimestre de 2017, nadie cree que el Ejecutivo pueda cumplir la meta de inflaci¨®n del 17% para este a?o.
El BCRA acaba de subir los tipos de inter¨¦s hasta el 26,5% para intentar detener la escalada de precios, aunque eso aprecie a¨²n m¨¢s el peso y favorezca la especulaci¨®n financiera frente a las inversiones productivas. "Macri se juega la credibilidad con la inflaci¨®n. Por eso combate la inflaci¨®n y deja que el d¨®lar que reaccione como le parezca", se?ala Rubinstein.
"Pan para hoy y hambre para ma?ana"
Para mejorar la competitividad a largo plazo, los empresarios piden reformas de mayor calado. Una reducci¨®n de cargas fiscales y de costos laborales, mayor acceso a cr¨¦ditos e inversiones en infraestructura para abaratar el transporte figuran en la lista de deseos del empresariado argentino. Paralelamente, negocian ayudas con el Gobierno para poder hacer frente a este periodo de transici¨®n, como el acuerdo cerrado con los petroleros o los subsidios a pymes para sostener el empleo. "Tenemos que ganar competitividad a largo plazo. Devaluar es un espejismo a corto plazo, pan para hoy y hambre para ma?ana", afirma el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere. "Si depreciar la moneda mejorase la competitividad, Argentina deber¨ªa ser el pa¨ªs m¨¢s competitivo del mundo", escribe el economista Fernando R. Marengo, de Arriazu Macroanalistas.
Las cifras del Foro Econ¨®mico Mundial confirman la baja competitividad de Argentina. Seg¨²n el ¨²ltimo ?ndice de Competitividad Global, Argentina ocupa el lugar 104 sobre 138 pa¨ªses, entre Nicaragua (103) y El Salvador (105). Es el mismo puesto que ocup¨® en 2014-2015 y dos por arriba del periodo 2015-2016. Los dem¨¢s pa¨ªses grandes de la regi¨®n est¨¢n claramente mejor: Chile (33), M¨¦xico (51), Colombia (61) y Brasil (81). Desglosado por ¨¢reas, la competitividad de Argentina se desploma hasta el puesto 130 en el mercado laboral y hasta el 127 en el desarrollo de sus mercados financieros.
De cara al futuro, la apuesta de la industria es agregar valor. "La mejor estrategia es avanzar hacia un modelo industrial basado en la innovaci¨®n y en una inserci¨®n inteligente en las cadenas globales de valor", dice Diego Coatz, economista jefe de la Uni¨®n Industrial Argentina. Esa opci¨®n es la que busca la industria vitivin¨ªcola, explica Zuccardi: "Las exportaciones cayeron en volumen, pero no cayeron en valor porque hay una premiumizaci¨®n de la oferta. La tendencia es ofertar en el mercado internacional vinos de m¨¢s alta gama porque cuanto m¨¢s arriba se va, el mercado se vuelve m¨¢s estable y las contingencias cambiarias se pueden absorber m¨¢s f¨¢cilmente".
Nada hace pensar que en el corto plazo el d¨®lar remontar¨¢. "Por ahora no hay reacci¨®n en el mercado. El que tiene que vender se anticipa a vender porque cree que el d¨®lar va a bajar m¨¢s y el que tiene que comprar posterga, por lo mismo", describe Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio. Pero hacer predicciones en Argentina es quemarse con fuego.
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