El sector jur¨ªdico se industrializa
Muchas malas pr¨¢cticas empresariales han abonado el terreno para la aparici¨®n de bufetes que han sistematizado el proceso legal
Los servicios legales se han democratizado. La existencia de numerosos casos en los que una masa cr¨ªtica de ciudadanos se ha visto afectada por malas pr¨¢cticas empresariales ha favorecido la aparici¨®n de despachos enfocados en reclamaciones de consumidores y usuarios. Estas firmas han llegado para ocupar un nicho de mercado muy grande y que hasta ahora se encontraba ampliamente desatendido, ofreciendo a los ciudadanos la posibilidad de reclamar sus derechos de manera asequible.
La clave del ¨¦xito ha sido la innovaci¨®n en el modo de gestionar los asuntos, permiti¨¦ndoles asumir un enorme volumen de casos para resolverlos de la manera m¨¢s eficiente. Es lo que se podr¨ªa denominar la industrializaci¨®n de la abogac¨ªa. Se apuesta no solo por la calidad t¨¦cnica, sino tambi¨¦n por la calidad operativa de todo el proceso, seleccionando los asuntos que, por volumen y similitud entre ellos, permiten ser tratados en una especie de cadena de trabajo muy compartimentada y en la que cada ¨¢rea es experta en una determinada fase del proceso. Se dejan a un lado los trajes a medida para ofrecer servicios con una producci¨®n en serie, f¨¢cilmente escalable y que, adem¨¢s de hacer accesible la justicia para las econom¨ªas menos boyantes, permite obtener suculentos beneficios a los due?os de las firmas.
El caso m¨¢s c¨¦lebre
Es as¨ª como lo hace Arriaga, una empresa de servicios jur¨ªdicos que en 2016 factur¨® 38,4 millones de euros, incrementando notablemente los 20,8 millones de 2015 y los 6,4 millones de 2014. Los resultados para los clientes tambi¨¦n parecen ser favorables, puesto que aseguran estar ganando en el 99% de los casos, entre primera y segunda instancia.
Pero ?c¨®mo funciona exactamente la cadena de trabajo? Pongamos como ejemplo el caso de las reclamaciones contra la banca. En lugar de que un asunto lo lleve una misma persona, el trabajo se divide por departamentos. Todo arranca en el departamento de marketing y comunicaci¨®n, encargado de captar a los potenciales clientes, que inmediatamente despu¨¦s pasan al ¨¢rea comercial, donde asesores legales analizan el caso concreto. Si el cliente decide seguir adelante, pasa a un nuevo departamento en el que, al tiempo que se pone en marcha la v¨ªa extrajudicial con la entidad bancaria, se recaba toda la informaci¨®n relevante del caso. El asunto llega a una nueva ¨¢rea que decide cu¨¢l es el modelo de demanda que se adapta mejor (para las reclamaciones por las acciones de Bankia, por ejemplo, tienen hasta 47 modelos diferentes). El caso va luego al departamento de redacci¨®n de demandas y de ah¨ª pasa a auditor¨ªa, donde los asesores con mayor experiencia revisan el escrito. Superados estos tr¨¢mites, el procurador presenta la demanda y es entonces cuando arranca todo el trabajo del departamento procesal: si el banco no se allana antes, se va a juicio. En caso de ganar, se pone en marcha el ¨¢rea de cobro con la entidad. Y si se pierde, el sistema se retroalimenta y el caso vuelve a entrar en la cadena, pasando por el departamento espec¨ªfico de apelaci¨®n.
Antes de montar una cadena de trabajo de este tipo se hace un estudio para determinar qu¨¦ tipo de asuntos son susceptibles de ser gestionados as¨ª. Apuestan por casos que, con un alto grado de convencimiento, consideren que se pueden ganar y que adem¨¢s cuenten con un volumen potencial de clientes considerable: ¡°La m¨¢xima especializaci¨®n es cara y solo se compensa con un gran n¨²mero de representados¡±, explica Jes¨²s Mar¨ªa Ruiz de Arriaga, socio director de la firma. La masa cr¨ªtica tiene que ver tambi¨¦n con el margen, ya que cuanto menor sea este, m¨¢s afectados necesitar¨¢n para hacer rentable el modelo. Seg¨²n sus c¨¢lculos, con las cl¨¢usulas suelo hay entre tres y cuatro millones de afectados, nueve millones en el caso de las reclamaciones por los gastos de las hipotecas, y son 343.000 los accionistas afectados por la OPV de Bankia.
Pero hay vida m¨¢s all¨¢ de la banca. Arriaga, que tiene 335 empleados en plantilla, de los que 218 son abogados, aplica este modelo de trabajo en cadena a otros asuntos como, por ejemplo, herencias, teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de ellas son f¨¢ciles de procedimentar y el volumen potencial de asuntos es grande (seg¨²n el INE, en 2015 murieron 422.276 personas). Lo mismo sucede con los divorcios de mutuo acuerdo, que son buena parte de los 101.357 casos que recogen las estad¨ªsticas. O los accidentes de tr¨¢fico, que seg¨²n la DGT cada a?o superan los 128.000 casos.
Uso intensivo de tecnolog¨ªa
Tambi¨¦n hay modelos de negocio en los que la clave es el uso intensivo de tecnolog¨ªa. Es el caso de Reclamador, una start-up enfocada en reclamaciones especialmente en el ¨¢mbito de las aerol¨ªneas, pero tambi¨¦n en banca, accidentes, laboral y telefon¨ªa. La compa?¨ªa, creada en 2012 por Pablo Rabanal, acumula m¨¢s de 125.000 reclamaciones y factur¨® 2,1 millones de euros en 2016. Cuenta con m¨¢s de 70 profesionales en plantilla, entre ingenieros de desarrollo y abogados, y ofrece todos sus servicios online. Su porcentaje de ¨¦xito es similar al de Arriaga, con un 98% de casos ganados. Identifica los casos donde existen garant¨ªas jur¨ªdicas adecuadas y parametriza el procedimiento legal. La tecnolog¨ªa les permite sistematizar los procesos administrativos, haciendo el negocio escalable.
Algo distinto es el caso de Leg¨¢litas, que fue capaz de ver el nicho de mercado ya en 1999. Con un mill¨®n de consultas legales al a?o, su modelo de negocio tradicional pasa por el pago de una cuota anual ¡ªen el caso del producto tradicional familiar es de 129 euros¡ª. Estiman que el 95% de los casos pueden resolverse por tel¨¦fono, sin la presencia f¨ªsica de un abogado. Han sabido detectar cu¨¢les son los problemas m¨¢s frecuentes y repetitivos, los denominadores comunes, y optimizar mucho los recursos, con el consiguiente ahorro de costes. Cuentan con abogados muy especializados en temas concretos (en total, 800 profesionales, entre contratados y la red externa de despachos), que resuelven diariamente decenas de consultas sobre la misma materia. La compa?¨ªa, cuya estimaci¨®n de facturaci¨®n para 2016 es de 43,5 millones de euros, representa adem¨¢s a m¨¢s de 10.000 personas afectadas por el caso Volkswagen y es la ¨²nica acusaci¨®n particular en el caso Gowex.
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