¡°No deber¨ªamos esperar a la pr¨®xima tormenta para reforzar la zona euro¡±
Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, dice que hay margen para dar un paso adelante en la zona euro
Los miedos bloquean la toma de decisiones sensatas en Europa. Los pa¨ªses del Norte rechazan cualquier forma de mutualizaci¨®n de riesgos porque no se f¨ªan del Sur. Los perif¨¦ricos (¡°deudores permanentes¡±, los llam¨® una vez Mario Draghi) parecen a un paso de perder la paciencia ante el sempiterno nein de Berl¨ªn, hartos de un ajuste asim¨¦trico que les ha obligado a aplicar dolorosas medidas a cuenta, en parte, de fallos de dise?o del euro. En medio de esa guerra de baja intensidad, el vicepresidente de la Comisi¨®n Valdis Dombrovskis (Riga, 1971) present¨® este mi¨¦rcoles las propuestas de Bruselas para reformar el euro, en un documento que nada entre dos aguas: ¡°Proponemos crear un activo libre de riesgo con opciones de mutualizaci¨®n a largo plazo¡±, dice Dombrovskis en una entrevista con EL PA?S y otros cuatro diarios, ¡°pero eso debe ir en paralelo a un cambio del tratamiento regulatorio de la deuda p¨²blica¡±.
En plata: ganan todos, y todos pierden. Gana el Sur, con presi¨®n a favor de los eurobonos que tanto escuecen en Berl¨ªn. Y gana Alemania, que consigue que Bruselas acepte que a la larga la deuda p¨²blica deje de ser un activo libre de riesgo a efectos de regulaci¨®n bancaria, algo que provoca escalofr¨ªos en Par¨ªs, Roma y Madrid.
El Brexit ha unido a los Veintisiete. Donald Trump ha obligado a la canciller Merkel a decir que Europa ya no puede confiar en EE UU. El empuje europe¨ªsta de Emmanuel Macron supone un despertar del eje francoalem¨¢n, que languidec¨ªa convertido en eje germano-alem¨¢n. ¡°El contexto ha cambiado y hay cierto margen para dar un paso adelante¡±, apunta Dombrovskis. ¡°Ser¨ªa una temeridad esperar a la pr¨®xima tormenta para reforzar el euro¡±, a?ade uno de los autores ¡ªjunto con el socialdem¨®crata Pierre Moscovici, con quien admite ¡°haber discutido las propuestas¡±¡ª del informe que adelant¨® este mi¨¦rcoles este diario.
Las medidas de largo plazo son ambiciosas: un presupuesto com¨²n, un Tesoro del euro, un Fondo Monetario Europeo sobre la base del mecanismo de ayuda (Mede) y toda la bater¨ªa de propuestas que se llevan anunciando desde hace 20 a?os y nadie ha conseguido concretar. Dombrovskis cree que la actual constelaci¨®n pol¨ªtica es una oportunidad. Afirma que el euro ¡°ha salido reforzado de la crisis¡±. Pero tambi¨¦n admite que el actual statu quo es insatisfactorio. Aboga, eso s¨ª, por aplicar las medidas m¨¢s ambiciosas con cuidado: entre un seguro de paro com¨²n, un fondo anticrisis y un esquema que garantice las inversiones, se queda con la medida m¨¢s chata, la protecci¨®n de inversiones. Y cuando habla del presupuesto com¨²n de para poder gastar desde Bruselas en caso de una sacudida, deja claro que ¡°no supondr¨¢ transferencias permanentes¡±, la gran obsesi¨®n alemana.
Dombrovskis, ex primer ministro conservador let¨®n, tiene claro d¨®nde est¨¢n los asuntos m¨¢s espinosos: va con pies de plomo cuando cita la posibilidad de mutualizar. Cada vez que alude al ¡°activo libre de riesgos¡± que propone Bruselas, deja caer de inmediato las condiciones alemanas: ¡°M¨¢s all¨¢ de 2019 puede considerarse esa idea, pero con varios dise?os posibles: unos incluyen mutualizar; otros no. Y eso debe ir de la mano de cambios regulatorios respecto al tratamiento de la deuda soberana¡±. Berl¨ªn siempre ha defendido que el cambio de normativa ¡ªahora los bonos son 100% seguros¡ª permitir¨ªa romper el c¨ªrculo vicioso entre la deuda soberana y la banca; para ello quiere limitar los bonos que pueden comprar las entidades financieras. Italia, Espa?a y Francia han bloqueado una y otra vez esa medida, con potencial para provocar una segunda crisis del euro. Dombrovskis es rotundo: ¡°Los eurobonos tienen implicaciones, tienen riesgos, pueden modificar el sistema de incentivos¡±. El vicepresidente alude solo de pasada al riesgo moral, pero esa es la clave de b¨®veda del debate: ese miedo tan alem¨¢n a que acaben pagando justos por pecadores, y que al compartir riesgos los pa¨ªses se resistan a aplicar reformas.
Europa se ha convertido en el terreno de juego de una competici¨®n econ¨®mica de la que Alemania sale vencedora. Primero gan¨® la batalla monetaria, con un BCE construido a imagen y semejanza del Bundesbank, el banco central alem¨¢n. Despu¨¦s hizo reformas antes de la Gran Crisis y dej¨® muy atr¨¢s a Francia. Y una vez metida en la harina de la Gran Recesi¨®n, impuso su narrativa acerca de la disciplina fiscal, la austeridad expansiva y otros delirios que han tenido la zona euro al borde del colapso y con una brecha cada vez mayor entre acreedores y deudores. ¡°El euro fue el motor de la convergencia econ¨®mica, pero ese fen¨®menos se detuvo en seco cuando lleg¨® la crisis. Desde entonces ha habido divergencia o solo una recuperaci¨®n muy parcial de la convergencia. Hay que reformar la eurozona con nuevos instrumentos para que las diferencias se reduzcan¡±, cierra el vicepresidente comunitario.
Alemania reitera su rechazo a los eurobonos
El Gobierno alem¨¢n reiter¨® este mi¨¦rcoles su rechazo a los eurobonos y a f¨®rmulas de deuda com¨²n en la eurozona, tras el documento de reflexi¨®n presentado por la Comisi¨®n para profundizar en la uni¨®n econ¨®mica y monetaria. La portavoz del ministerio de Finanzas alem¨¢n, Friederike von Tiesenhausen, ratific¨® durante una rueda de prensa la oposici¨®n de Berl¨ªn a esos instrumentos. ¡°Antes de hablar de compartir nuevos riesgos es necesario reducir los riesgos en los mercados financieros¡±, manifest¨® la portavoz.
Por su parte, la portavoz del ministerio de Econom¨ªa, Tanja Alemany, inform¨® de que Alemania va a enviar a Bruselas un informe, todav¨ªa no p¨²blico, con propuestas para el futuro marco de los fondos de cohesi¨®n, en el que los liga al cumplimiento de los principios del Estado de derecho por parte de los pa¨ªses receptores.
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