En las oficinas del Popular: ¡°Pod¨¦is estar tranquilos. Vuestro dinero est¨¢ garantizado¡±
Los trabajadores del Popular se han dedicado esta ma?ana a tranquilizar a los clientes que acud¨ªan a las sucursales, donde se operaba con normalidad
"Vosotros pod¨¦is estar tranquilos. Los dep¨®sitos, que es lo que vosotros ten¨¦is, est¨¢n garantizados". Con estas palabras tranquilizaba una empleada de la oficina del Popular de la plaza del Pueblo de Alcobendas a una pareja de jubilados que preguntaba inquieta por su dinero. El ambiente, aparte de eso, era como el de cualquier otro d¨ªa, seg¨²n el n¨²mero dos de la oficina, que prefiere no dar su nombre. Eso s¨ª, un cliente bromeaba en la caja: "Hab¨¦is cambiado de jefe, ?no?".
Los clientes del Popular se han despertado esta ma?ana y eran clientes del Banco Santander. La entidad que preside Ana Bot¨ªn hab¨ªa comprado en cuesti¨®n de horas y por un euro (m¨¢s las cargas y deudas que acumula Popular) la entidad, que hab¨ªa sido intervenida de madrugada por el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n europeo (MUR), ante su inviabilidad y la falta de liquidez para atender a sus obligaciones. Los trabajadores tampoco sab¨ªan nada, hasta cerca de las 8 de la ma?ana. Se han enterado por los medios de comunicaci¨®n, y posteriormente, por un comunicado interno que les han enviado.
En la sucursal de la calle Abascal de Madrid, una docena de clientes hac¨ªa sus operaciones con total normalidad pasado el mediod¨ªa. Su director, Antonio Bl¨¢zquez, resum¨ªa una ma?ana de trabajo como cualquier otra, pero con un ambiente distinto. "Los clientes, muchos de ellos que llevan toda la vida con nosotros, nos han venido preguntando, sobre todo por las acciones". Los accionistas s¨ª se han llevado un disgusto: mientras los clientes, simplemente, ver¨¢n su dinero transferido al Grupo Santander, los accionistas han perdido toda su inversi¨®n. Una empleada que prefiere no dar su nombre lo corroboraba, mientras otra explicaba a un cliente que en los d¨ªas previos hab¨ªa angustia: "La acci¨®n iba en picado, la gente estaba superpreocupada y nadie dec¨ªa nada".
"Los d¨ªas anteriores han sido peores, ven¨ªan muchos clientes preocupados por sus acciones. Algunos han venido preguntando qu¨¦ tienen que hacer ahora que han pasado a ser clientes del Santander, pero sobre todo por las acciones", relataba esta empleada, accionista ella misma. "Muchos empleados compramos con la segunda ampliaci¨®n en 2012 porque la acci¨®n estaba muy barata y se pens¨® que iba a subir, pero mira", cuenta.
Por lo dem¨¢s, "lo que hemos recibido son muchas muestras de cari?o", relataba Bl¨¢zquez, haciendo hincapi¨¦ en que el Popular es un banco "muy pegado a sus clientes". Uno de ellos bromeaba con el director sobre el cambio obligado de corbata corporativa.
En cuanto a los empleados, hay m¨¢s preocupaci¨®n. "No ha pillado de sopet¨®n, no sabemos nada", explica el empleado de Alcobendas, que relata que ¨¦l y sus compa?eros se han enterado de la noticia, adem¨¢s de por la prensa, por un correo interno en el que Ana Bot¨ªn, presidenta del Santander, les daba la bienvenida. Se encoge de hombros al preguntarle si teme por su futuro. "No sabemos qu¨¦ pretensiones tiene el Santander. Hasta ayer estaban buscando soluciones. Ahora...". Ah¨ª lo deja. La empleada de Jos¨¦ Abascal admite preocupaci¨®n por un posible ajuste de empleo y afirma haber escuchado que, de hacerse, ser¨ªa a base de prejubilaciones.
"He pasado de esconder la cabeza debajo de la mesa ante los clientes a ser una empleada del mayor banco de Espa?a. Lo de que haya un ERE... Ya veremos", explicaba otra empleada de Madrid. "A¨²n as¨ª, estoy m¨¢s tranquila que ayer", se?alaba. Admite que entre los trabajadores ya se suceden las conversaciones sobre a cu¨¢ntos alcanzar¨¢ y temen que pudieran ser hasta 5.000. De momento, la cifra es solo un rumor que comentan entre ellos. El banco tiene 11.900 empleados.
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