El l¨ªo de Abertis
La empresa entra en una fase clave tras la negativa del Gobierno a la contraopa de AENA y la aparici¨®n de nuevos protagonistas en la pelea
Se arm¨® el l¨ªo con la rotunda oposici¨®n del Gobierno a que la empresa p¨²blica AENA lanzase una opa sobre Abertis competidora a la de la italiana Atlantia y, a las primeras de cambio, se destapa un posible inter¨¦s de ACS. El caso parece orquestado para que la empresa de autopistas no se quede en manos italianas, cuya oferta ya est¨¢ en proceso; pero el asunto tiene mucha tela que cortar.
Por un lado, el primer protagonista (o sujeto paciente), Abertis, y, por extensi¨®n, La Caixa, han estado callados y no piensan hablar hasta que llegue la recta final. El grupo catal¨¢n, que controla a trav¨¦s de Criteria el 22,3% de la firma de autopistas (es decir, no tiene ni la cuarta parte), rechaz¨® la opa de Atlantia en mayo al considerar que el precio ofrecido era muy bajo y que su participaci¨®n en la empresa resultante se quedar¨ªa muy diluida. Adem¨¢s, no admit¨ªa que la sede se fuera de Barcelona. Pero a la entidad financiera s¨ª le interesa soltar lastre y hacer caja para cumplir con las exigencias de recursos propios que impone el BCE. Es decir, quer¨ªa vender. Otra cosa es c¨®mo a qui¨¦n.
Y aqu¨ª se abre otro cap¨ªtulo. De repente, aparece ACS. El grupo que preside Florentino P¨¦rez reconoci¨® en un hecho relevante a la CNMV que estudia una posible contraopa. La constructora recibi¨® una propuesta de un banco de inversi¨®n, que muy posiblemente tambi¨¦n se la haya hecho a otras sociedades del sector. Ya desde antes incluso de que surgiera el inter¨¦s de Atlantia, varios bancos de inversi¨®n (J.P. Morgan, Lazard...)hab¨ªan recorrido las sedes de muchas constructoras en busca de candidatos.
P¨¦rez siempre ha mantenido buenas relaciones con el grupo financiero catal¨¢n y, en concreto, tanto con Isidro Fain¨¦, presidente de la Fundaci¨®n La Caixa, de la que cuelgan todas las participaciones, y, como con Salvador Alemany, presidente de Abertis y hombre de confianza de Fain¨¦. Por eso, una relaci¨®n entre ambas ser¨ªa mucho m¨¢s digerible que con la propia AENA y, desde luego, que con Atlantia, una empresa que precisamente Abertis trat¨® de comprar en 2006.
Desde hace meses los bancos de inversi¨®n han ofrecido la operaci¨®n a varias constructoras
Pero de ah¨ª a que est¨¦n avanzadas las negociaciones hay mucho trecho. De hecho, el consejo de administraci¨®n de ACS no tendr¨¢ ning¨²n reconocimiento hasta la reuni¨®n que mantendr¨¢ el pr¨®ximo viernes, 28 de julio, despu¨¦s de que Florentino P¨¦rez haya vuelto de Estados Unidos, a donde viajaba este viernes para estar con el Real Madrid. Luego ya se ver¨¢. La constructora analizar¨¢ si le conviene aventurarse en un desembolso que supera los 17.000 euros.
Hay quien sostiene, y esto es toro cap¨ªtulo de esta historia canicular, que el Gobierno est¨¢ haciendo todo lo posible para que Abertis no pase a manos no espa?olas, a poder ser a trav¨¦s de una firma privada. El caso es que pudo entrar en juego con AENA y no lo hizo. Es verdad que comprar Abertis ser¨ªa una excelente inversi¨®n para AENA, ya que le dar¨ªa un potencial enorme en infraestructuras a la empresa estatal. La combinaci¨®n de aeropuertos y autopistas casa bien y, de hecho, Abertis ya tuvo presencia en dicho sector. Por eso, su presidente Jos¨¦ Manuel Vargas, y el del fondo TCI, Chris Hohn, que controla algo m¨¢s del 11%, trazaron una operaci¨®n muy bien pensada. Incluso llegaron a contactar con un banco de inversi¨®n para preparar la operaci¨®n. El problema es que cometieron un grave error: no dec¨ªrselo a su principal accionista, que da la casualidad que tiene el 51% del capital.
Es dif¨ªcil pensar que el d¨²o Vargas-Hohn no era consciente de esto cuando apostaron por la compra. Por eso choca mucho que decidieran preparar la contraopa sin conocer la opini¨®n del accionista principal. Choca m¨¢s todav¨ªa si se tiene en cuenta que en el consejo se sientan siete representantes del Gobierno, altos cargos de diversos ministerios. Y choca todav¨ªa en mayor medida porque hace unos meses se vio obligado a dar marcha atr¨¢s despu¨¦s de haber aprobado ofertar por varios aeropuertos brasile?os y luego el Gobierno se lo tir¨®. Se dijo entonces que el ministro de Fomento, ??igo de la Serna, acababa de aterrizar en el cargo y que las autoridades de Brasil no pod¨ªan esperar.
Es decir, es la segunda vez que cae en la misma piedra. Por mucho que Hohn, que ha multiplicado por tres la inversi¨®n que hizo en la empresa desde la OPV de 2015, presione, no justifica la actuaci¨®n. Al mismo tiempo, la figura de Vargas queda en entredicho. Hasta el punto de que su futuro al frente de la empresa vuelve a estar en el aire. La pelota est¨¢ en el departamento que dirige De la Serna y en la empresa que, precisamente, se llama Enaire, que preside Julio G¨®mez Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras.
El futuro de Vargas en AENA vuelve a estar en el aire tras el fiasco de su intento de opa
Hasta la fecha la relaci¨®n de Vargas con el Ejecutivo ha sido muy buena y nunca se ha ocultado que sus preferencias pasan por que el Ejecutivo haga una nueva OPV y reduzca su participaci¨®n. Pero no parece por la labor. El Gobierno de Mariano Rajoy ya escogi¨® en su momento el actual modelo y no parece que vaya a cambiarlo.
Si hubiera seguido adelante, lo m¨¢s l¨®gico era que Enaire hubiera diluido su participaci¨®n tras el canje de acciones teniendo en cuenta que mantenerlo le habr¨ªa supuesto desembolsar al menos 8.000 millones de euros. Y no est¨¢ el horno para bollos ni Montoro lo iba a permitir. Una vez con el estado en minor¨ªa para Vargas y Hohn el mando estar¨ªa mucho m¨¢s claro e, incluso, sus sueldos m¨¢s altos.
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