El miedo a la independencia

Es escandaloso que este Gobierno se diga inquieto por la ¡°progresiva transferencia de competencias a instituciones no democr¨¢ticas¡±. Escandaloso porque confunde entes democr¨¢ticos con gubernativos: por eso purg¨® a los cargos de organismos reguladores al fusionarlos en la CNMC.

Por eso, para secuestrar su independencia y gubernativizarla, colg¨® a la Airef (autoridad fiscal) de Hacienda: no del Congreso, como en EE UU. No lo logr¨®, gracias a su tenaz presidente, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢.

Por eso ama los entes ¡°que no responden a los ciudadanos¡± y hace cero para convertir al Eurogrupo en una instituci¨®n reglada, que rinda cuentas a la Euroc¨¢mara.

As¨ª que cuando el Gobierno propugna instituciones democr¨¢ticas quiere decir gubernativas, sujetas al Ejecutivo, dependientes y brazos transmisores de los Gobiernos.

M¨¢s all¨¢ de ese chusco alegato, el miedo a la independencia de los organismos reguladores forma leg¨ªtima parte del proceso de su creaci¨®n y consolidaci¨®n.

El debate clave ha sido sobre la independencia de los bancos centrales. Milton Friedman atac¨® en 1962 la concentraci¨®n de poderes monetarios en la Reserva Federal, una ¡°instituci¨®n carente de cualquier clase de control pol¨ªtico directo y efectivo¡± (Should there be an independent monetary authority?, Englewood Cliffs, 1968).

Friedman propuso evitar las posibles arbitrariedades (las ha habido) de los banqueros centrales ¡°no sujetos al control del electorado¡± con un juego de reglas al que deber¨ªan sujetarse (The case for a monetary rule, Newsweek, febrero 1972). Reglas monetarias, m¨¢s que democr¨¢ticas: poco despu¨¦s de escribir eso apadrinar¨ªa, ay, la pol¨ªtica econ¨®mica de Augusto Pinochet.

¡°Cuanto menos directo sea el control democr¨¢tico¡± sobre la pol¨ªtica monetaria, ¡°mejor nos ir¨¢¡±, hab¨ªa establecido lord Keynes en 1932 (The monetary policy of Labour Party, Collected Writings, Macmillan, 1982). Keynes quer¨ªa combinar la eficiencia t¨¦cnica a cargo de expertos en la gesti¨®n de asuntos abstrusos con su control democr¨¢tico indirecto.

M¨¢s recientemente, se ha comprobado la eficiencia de los bancos centrales al controlar la superinflaci¨®n: esta ¡°es menor en los pa¨ªses donde son m¨¢s independientes¡±, establecen ¡ªtras cotejar m¨²ltiples resultados de 1998 a 2010¡ª Nergiz Dincer y Barry Eichengreen (Central Bank Transparency and Independence, IJCB, 2014).

Ambos postulan conjugar la independencia con la transparencia de esas instituciones ¡°sobre sus intenciones y acciones, para hacerles responsables ante el tribunal de la opini¨®n p¨²blica¡±.

El nobel Jean Tirole va m¨¢s all¨¢ de los bancos. Subraya que funcionarios, jueces y organismos de regulaci¨®n independientes son ingenios democr¨¢ticos ¡°para atemperar los excesos de la tentaci¨®n electoral y asegurar la independencia del Estado¡± (La econom¨ªa del bien com¨²n, Taurus, 2017).

Pero deben ser controlados, a?ade: presidentes no partidistas, audiciones de control, selecci¨®n por mayor¨ªa parlamentaria cualificada y no gubernativa... ?Est¨¢ claro?