El agosto del bitcoin
No importa si baja o desaparece; la influencia de la criptomoneda ya ha arraigado
El origen de la moneda virtual fue el bitcoin. No importa cu¨¢ntos intentos previos o iniciativas hayan coexistido o acaben surgiendo. Tampoco ser¨¢ lo m¨¢s importante si la historia del bitcoin es breve ¡ªya son muchos augurios fallidos sobre su ca¨ªda¡ª o perdura. Sus l¨ªmites cuantitativos est¨¢n marcados por su propia configuraci¨®n ¡ªcomo se?alaba este mismo diario anteayer¡ª pero su influencia y las derivaciones cuasi filos¨®ficas de su uso ya han arraigado profundamente. Este verano est¨¢ siendo el del bitcoin porque su cotizaci¨®n se ha disparado y porque se ha desdoblado para dar cabida a otro registro paralelo (bitcoin cash).
La criptomoneda segu¨ªa ayer cotizando por encima de los 4.000 d¨®lares en un verano el que ha casi duplicado su valor. Justamente cuando la disensi¨®n entre su universo de mineros (a medio camino entre programadores e inversores) ha crecido y las cr¨ªticas a su funcionamiento han arreciado. En el Observatorio de la Digitalizaci¨®n Financiera de Funcas, seguimos de cerca estas tendencias prestando atenci¨®n tanto a casos particularmente llamativos como a los desaf¨ªos que las monedas virtuales entra?an para el sistema financiero. As¨ª, en julio presenciamos el nacimiento de bitcoin cash, una alternativa t¨¦cnica que permit¨ªa usar bloques de mayor tama?o y, de esta manera, poder gestionar un mayor n¨²mero de transacciones por bloque. Esto es importante porque se ven¨ªa observando un cierto colapso y ralentizaci¨®n de las operaciones con bitcoin. Pero esas dificultades operativas surgen tambi¨¦n de la enorme demanda de transacciones, lo que ha hecho que el valor del bitcoin siga subiendo.
Sin embargo, tambi¨¦n este verano han surgido rumores sobre operaciones internacionales de lucha contra el fraude, como el de una plataforma de intercambio que ofrec¨ªa bitcoins con descuento para agilizar el blanqueo de fondos, 4.000 millones de d¨®lares desde 2011. Es cierto que casi siempre son las noticias negativas las que proliferan pero la propia esencia del bitcoin como alternativa al dinero fiduciario sigue presente tambi¨¦n en otros usos y en la aceptaci¨®n creciente del mismo en los ¨¢mbitos p¨²blico y privado. Precisamente, esa confianza hacia las instituciones emisoras que entra?a lo de fiduciario ha hecho del bitcoin una alternativa para proteger los fondos y permitir las remesas de los ciudadanos que ya no conf¨ªan en sus pa¨ªses, donde las divisas y las instituciones monetarias est¨¢n azotadas por una crisis econ¨®mica aguda.
Aunque el valor del bitcoin siga subiendo, todav¨ªa est¨¢ por ver que vaya a ser una alternativa cuantitativamente competitiva para las monedas tradicionales pero s¨ª puede ser una opci¨®n te¨®rica de desarrollo de sistemas equivalentes. Por eso, siempre surge la pregunta de hasta qu¨¦ punto es controlable el flujo de fondos con bitcoins cuando su esencia es la libertad y el anonimato.
El regulador estadounidense ya considera a algunas plataformas como servicios de inversi¨®n y trata de englobarlos en su paraguas regulatorio. Un intento seguramente tan necesario como probablemente est¨¦ril. No sabemos cu¨¢ntos agostos le quedan al bitcoin pero ¨¦ste est¨¢ siendo impresionante y ser¨¢ dif¨ªcil ponerle puertas al campo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.