¡®The Guardian¡¯ cambia al formato tabloide para reducir costes

El diario brit¨¢nico The Guardian ha empezado a imprimirse este lunes en formato tabloide, como parte de un agresivo plan para reducir sus cuantiosas p¨¦rdidas, producto de la debacle general del mercado publicitario en la prensa, combinada con su ambiciosa estrategia de alcanzar una audiencia global sin obligar al lector a pagar por el contenido. El cambio de formato ¡ªque afecta tambi¨¦n a su edici¨®n dominical, The Observer¡ª viene acompa?ado de un redise?o en profundidad, tanto de la edici¨®n impresa como de la versi¨®n online y de la aplicaci¨®n para m¨®viles, incluida la propia cabecera.

El paso de su caracter¨ªstico formato berlin¨¦s al tabloide, m¨¢s peque?o y m¨¢s extendido en la prensa brit¨¢nica, permitir¨¢ al peri¨®dico cerrar sus rotativas propias en Londres y Manchester, las ¨²nicas en que pod¨ªa imprimirse en el formato en que se comercializaba desde 2005, m¨¢s largo y plegado por el centro, y tirar en diversas imprentas externas repartidas por el pa¨ªs. Esto supondr¨¢ un ¡°significativo¡± ahorro de costes, cuya cuant¨ªa la directora, Katherine Viner, y el consejero delegado, David Pemsel, no han querido especificar en un encuentro mantenido este mediod¨ªa con media docena de corresponsales extranjeros.

¡°El resultado de este fren¨¦tico e imaginativo proceso, desde que anunciamos nuestros planes en mayo del a?o pasado, es un peri¨®dico que luce nuevo y audaz, pero sigue siendo inequ¨ªvocamente The Guardian¡±, ha explicado Viner. ¡°Nuestra adopci¨®n del formato tabloide es un gran paso para hacer que The Guardian sea financieramente sostenible y pueda seguir invirtiendo en periodismo que marque la agenda en las generaciones venideras¡±.

La operaci¨®n, que implica una p¨¦rdida de medio centenar de empleos en las rotativas, forma parte de un plan de tres a?os para conseguir salir de los n¨²meros rojos en 2019. Desde que Viner y Pemsel ocuparon los dos principales cargos del peri¨®dico hace dos a?os y medio, Guardian News & Media, empresa editora de The Guardian y The Observer, ha reducido significativamente sus p¨¦rdidas, que a¨²n ascendieron a 44,7 millones de libras en los doce meses hasta abril de 2017.

¡°Para abril de 2018 habremos reducido a la mitad nuestras p¨¦rdidas operacionales en solo dos a?os, de 57 a 25 millones de libras anuales, con el objetivo de llegar a eliminar las p¨¦rdidas en 2018-2019¡±, explica Pemsel. La reducci¨®n de costes de The Guardian ha implicado en este periodo la eliminaci¨®n de tres centenares de puestos de trabajo, la reducci¨®n del espacio f¨ªsico de la redacci¨®n y la venta de parte de su participaci¨®n en una editora de publicaciones.

La prensa brit¨¢nica se enfrenta a las mismas amenazas que acechan a las empresas de informaci¨®n en todo el mundo. Un dram¨¢tico desplome de los ingresos por la publicidad impresa y una redistribuci¨®n del mercado publicitario online, debido a la entrada de nuevos actores como las grandes empresas tecnol¨®gicas, ha llevado a diversas cabeceras a la desaparici¨®n, en el peor de los casos, o a la reducci¨®n de sus plantillas, la eliminaci¨®n de sus ediciones impresas o el traslado de sede.

Mientras pr¨¢cticamente la totalidad de sus competidores brit¨¢nicos ha optado por adoptar muros de pago para sus ediciones online, The Guardian apost¨® desde el principio por ofrecer gratuitamente sus contenidos al lector para alcanzar una gran audiencia global. Hoy es un peri¨®dico global, con 750 periodistas trabajando para sus cuatro ediciones digitales (Reino Unido, Estados Unidos, Australia e Internacional), y cuenta con 150 millones de usuarios ¨²nicos mensuales. Pero su difusi¨®n es de apenas 150.000 ejemplares impresos, lo que lo coloca por debajo de los diez peri¨®dicos m¨¢s vendidos en Reino Unido, con apenas una d¨¦cima parte de la circulaci¨®n del l¨ªder, el sensacionalista The Sun, que supera el mill¨®n y medio de ejemplares diarios.

Su particular modelo empresarial ¡ªpertenece a un solo inversor, el Scott Trust, cuya misi¨®n es garantizar su independencia y supervivencia a largo plazo¡ª parec¨ªa inmunizar a The Guardian de los destructivos vaivenes de la industria, pero pronto qued¨® claro que ni siquiera ese ins¨®lito modelo ser¨ªa capaz de soportar las cuantiosas p¨¦rdidas.

The Guardian ha encontrado un todav¨ªa incipiente modelo de sostenibilidad, ¨²nico entre los grandes medios. Se trata de pedir donaciones a sus lectores para financiar su periodismo independiente. El ¨¦xito de la estrategia, explica Pemsel, les ha llevado a algo ins¨®lito: hoy, el periodismo de The Guardian est¨¢ financiado en mayor medida por sus lectores ¨Csumando donaciones, suscripciones y venta del diario impreso- que por sus anunciantes.