Rescate auton¨®mico
La probabilidad de que el Gobierno consiga pactar una reformade este alcance es muy baja

Cualquier reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica con sentido est¨¢ obligada a tener en cuenta el factor opresivo de la deuda. Como no es posible recurrir al m¨¦todo expeditivo de las quitas, las opciones disponibles son: reducir el tipo, aumentar el plazo (la variante m¨¢s dr¨¢stica ser¨ªa convertir la deuda en perpetua) y trasladar el endeudamiento desde los libros de cada autonom¨ªa al libro del Estado. Esta ¨²ltima soluci¨®n no deber¨ªa tener consecuencias desagradables en los mercados, porque el rating del reino de Espa?a depende del volumen de la deuda del conjunto de administraciones p¨²blicas, que seguir¨ªa siendo el mismo. Ahora bien, todas las opciones, en mayor o menor medida (la deuda perpetua y el apunte en el libro del Estado m¨¢s, desde luego) incurren en el llamado riesgo moral. Las comunidades cumplidoras se preguntar¨¢n qu¨¦ incentivo tiene cumplir con rigor y austeridad si al final las incumplidoras son salvadas por el Estado.
El nuevo sistema deber¨ªa corregir otras disfunciones tan graves como la de la deuda. Si es cierto, como asegura la comisi¨®n de estudio de la financiaci¨®n auton¨®mica, que la proliferaci¨®n de Fondos confunde y distorsiona la transparencia, lo l¨®gico ser¨ªa simplificarlos. Dicen que el ministro de Hacienda tiene previsto reducirlos (de los cinco actuales a dos). Parece oportuno tambi¨¦n coordinar los impuestos sobre sucesiones y donaciones y los tributos medioambientales. El objetivo ser¨ªa evitar diferencias ostensibles en la capacidad recaudatoria auton¨®mica causadas por saltos de gravamen. Aseguran que Montoro tambi¨¦n tiene un plan al respecto.
Ahora bien, las piezas imprescindibles no deben ocultar la equidad del conjunto o, dicho de otro modo, la l¨®gica social del Estado auton¨®mico. Desde sus or¨ªgenes se ha guiado por el principio de recaudaci¨®n; pero el sistema tiene que estar basado en el principio de las necesidades. Se trata de coordinar una red de servicios m¨ªnimos para todos los ciudadanos con independencia del lugar de residencia. En aplicaci¨®n de ese principio, es obligado calcular el coste de esos servicios y garantizar su pago al margen de la recaudaci¨®n esperada o real. Si se consigue concretar ese principio, la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica ser¨¢ un ¨¦xito.
La probabilidad de que el ministro Montoro y el Gobierno de Rajoy consigan pactar o impulsar pol¨ªticamente una reforma financiera de este alcance durante esta legislatura es muy baja. Podr¨ªan esgrimirse varios motivos para el pesimismo, desde la incapacidad del Gobierno para articular negociaciones complejas (tambi¨¦n las m¨¢s sencillas suelen escap¨¢rsele) hasta el escandaloso retraso en el comienzo de la negociaci¨®n o la falta de criterios comunes de partida entre los gobiernos auton¨®micos. Pero hay un motivo pol¨ªtico casi determinante: los intereses de los dos partidos socios potenciales del PP (Ciudadanos y PNV) son opuestos. Y esta contradicci¨®n inicial es disuasoria para el propio Mariano Rajoy.
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