Resultados m¨¢s fiables
Los resultados de las empresas cotizadas ratifican la fase de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola de una manera incontestable. Para un analista de econom¨ªa, el hecho de que las compa?ias cotizadas mantengan un tasa de crimiento elevada del beneficio demuestra adem¨¢s que la pol¨ªtica econ¨®mica unidimensional aplicada por el Ejecutivo desde 2012 (reducci¨®n salarial, desmantelamiento de la contrataci¨®n fija) ha tenido ¨¦xito, aunque s¨®lo en lo que se refiere a la supervivecia empresarial. No obstante, conviene precisar que las empresas del Ibex, cuyos beneficios subieron el 16,6% el a?o pasado y las cotizadas (en torno al 21%) no suelen ser las compa?ias que recurren a la devaluaci¨®n salarial y a la precariedad para garantizar sus cuentas de resultados. En su caso, la rentabilidad y la productividad est¨¢n mejor defendidas con salarios elevados.
Sin embargo, a pesar de los matices de gesti¨®n laboral por tama?o, la pregunta sigue en pie: ?por qu¨¦ si se admite una recuperaci¨®n econ¨®mica con ¨¦xito y los beneficios de las empresas aumentan despu¨¦s de 17 trimestres de crecimiento, no existe un programa de subida salarial en todos lo mercados de la econom¨ªa espa?ola que puedan soportarlo? Los argumentos para explicar esta circunstancia an¨®mala no se tienen en pie. Aunque no todos los sectores se hayan recuperado con la misma intensidad, aunque algunos mantengan niveles bajos de productividad, nada obsta para que aquellos donde la recuperaci¨®n sea firme ofrezcan aumentos en las retribuciones que, finalmente, como Keynes nos ense?¨®, ser¨¢n beneficiosas para el conjunto de la econom¨ªa. El empecinamiento en actuar sobre los resultados de las empresas s¨®lo a trav¨¦s de despidos y salarios bajos es una singularidad de la econom¨ªa espa?ola que est¨¢ ausente en otros pa¨ªses del euro. Y, dicho sea de paso, una de las debilidades estructurales m¨¢s graves de la econom¨ªa espa?ola. Si no se acepta que la mejor defensa para una empresa es un aumento de la productividad y de la aportaci¨®n de capital por unidad de producto, la estructura empresarial espa?ola estar¨¢ condenada al minifundio y a la debilidad; es decir, a las respuestas hist¨¦ricas en tiempos de crisis.
Los factores de crecimiento de los resultados no son tan d¨¦biles como los de ejercicios anteriores. Est¨¢n fundados en la subida de las ventas y no tanto en la austeridad (recortes de gastos). Pero tambi¨¦n conviene recordar que para muchas emresas cotizadas el flujo de ingresos procede del exterior. La capacidad de compra dentro de nuestras fronteras tiene que robustecerse, para que sirva como medio al crecimiento de la rentabilidad empresarial y por a?adidura, del crecimiento. No obstante, la extensi¨®n de los negocios fuera del pa¨ªs en algunas de las grandes compa?¨ªas ha favorecido una recuperaci¨®n m¨¢s r¨¢pida de la rentabilidad despu¨¦s de la crisis.
Para el ejercicio de 2018, lo que se espera es la continuidad en la tasa de crecimiento econ¨®mico (aunque probablemente menor al 3,1% registrado en 2017) y un entorno laboral similar, puesto que el Gobierno se esfuerza en cerrar el paso a cualquier moficaci¨®n de su reforma laboral. Ahora bien, aparacen dos factores amenazadores a la vuelta de la esquina. El primero es la persistente duda sobre el precio del petr¨®leo, aunque ser¨¢ alcista. El segundo y m¨¢s grave es la subida de la cotizaci¨®n del euro, empujada por las tendencias devaluatorias del d¨®lar explotadas desde el equipo econ¨®mico de Trump. La Administraci¨®n estadounidense ha elegido una confrontaci¨®n d¨®lar-euro, quiz¨¢ porque el euro es el contrincante pol¨ªtico m¨¢s d¨¦bil; y las consecuencias de ese conflicto acaban por pagarlas las empresas.
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