Turismo bien avenido

En todas las industrias se puede morir de ¨¦xito si se pretende batir r¨¦cords a?o tras a?o. Diez millones de turistas son muchos. Son los extranjeros que visitaron Espa?a en julio. Siendo una buena cifra, supone un descenso respecto al mismo mes del a?o anterior del 4,9%. Sabemos por datos anteriores que los residentes est¨¢n compensando en alguna medida (aunque cada vez menos) esta ca¨ªda. No se trata de apostar por pocos visitantes, pero s¨ª por que los que vengan sean bien avenidos (m¨¢s gasto, gusto y duraci¨®n de la estancia).

Aunque el descenso del turismo for¨¢neo implic¨® una bajada del 0,9% del gasto total, el gasto medio diario ha aumentado un 9,5% y el gasto medio por turista, un 4,2%. Estas son mejores noticias para un n¨²mero importante de territorios que desean mayor sostenibilidad y calidad, dejando atr¨¢s experiencias et¨ªlicas non stop y despedidas de soltero para olvidar. Se trata de una industria estrat¨¦gica nacional, pero con responsabilidades a todos los niveles territoriales. En muchos lugares se est¨¢n poniendo las pilas para cambiar desparrame por disfrute equilibrado. No es cuesti¨®n de elitismo, sino de integrar el turismo en las ciudades en lugar de desgarrarlas y desgastarlas.

En la parte del descenso de visitantes sufren los tres principales destinos, pero algunos m¨¢s que otros: en Baleares y Andaluc¨ªa caen un 2,2% y en Catalu?a un 6,7%. Es pronto para hacer una lectura pol¨ªtica de las variaciones relativas, pero hay tendencias que conviene vigilar. Por otro lado, las incertidumbres del Brexit siguen temi¨¦ndose ¡ªm¨¢s a¨²n con la amenaza velada, aunque a¨²n parezca improbable, de que no haya acuerdo¡ª, pero el turismo brit¨¢nico cae menos que otros. Un 5,6% en julio, comparado con el descenso del 11,4% de Francia o del 6,2% de Alemania. En este punto, otra buena noticia relativa para el reequilibrio y mayor gasto es que aumenta la llegada de estadounidenses (un 12,7%).

La diversificaci¨®n ¡ªque suele ser buena en todos los sectores y tambi¨¦n en el tur¨ªstico¡ª tambi¨¦n se extiende a las v¨ªas de entrada. Aunque descienden avi¨®n y ferrocarril, aumenta un 22% por puerto.

No est¨¢ claro que el cambio de los alquileres vacacionales a trav¨¦s de plataformas web est¨¦ siendo clave en estas transformaciones. El turista es hoy otro. Los costes de b¨²squeda y transacci¨®n se han reducido de forma significativa en los ¨²ltimos a?os en este y otros servicios. M¨¢s del 70% de los visitantes llegan sin paquete contratado y ha disminuido la entrada tanto en turismo de mercado (hoteles y alquileres) como de no mercado (estancias con amigos o familiares).

Lo que prima, si se persigue la calidad, es que sea cu¨¢l sea la forma de contratar, viajar y pernoctar se haga con garant¨ªas contractuales y con las exigencias fiscales precisas. No solo para crear un campo de juego competitivo en condiciones de igualdad, sino para garantizar que no cambiamos un deterioro (turismo de baja calidad) por otro (mal servicio). Con intenci¨®n o sin ella, tal vez no venga mal un cierto reequilibrio, aunque es otra nota que apunta hacia cierta p¨¦rdida de fuelle en el crecimiento econ¨®mico.