Los republicanos y el juramento hip¨®crita
La mayor¨ªa de los estudiantes de medicina pronuncian al licenciarse una versi¨®n u otra del antiguo juramento hipocr¨¢tico, una promesa de actuar moralmente en su funci¨®n de m¨¦dicos. Siendo como es la naturaleza humana, algunos rompen esa promesa. Pero aun as¨ª, esperamos que aquellos que proporcionan cuidados m¨¦dicos se comporten de manera m¨¢s ¨¦tica que la media de la sociedad.
Sin embargo, en lo que se refiere a c¨®mo se relacionan los pol¨ªticos con la atenci¨®n sanitaria, hemos llegado a esperar lo contrario, al menos en uno de los bandos. A menudo se tiene la impresi¨®n de que los pol¨ªticos republicanos han adoptado secretamente el juramento hip¨®crita: la promesa de enga?ar a los votantes en la medida de sus posibilidades y afirmar que apoyan las protecciones a los enfermos que precisamente tratan de debilitar a toda costa.
Para entender a qu¨¦ me refiero, piensen en el caso de Josh Hawley, que compite con Claire McCaskill para el puesto de senador por Missouri. Hawley es uno de los fiscales generales de 20 estados que han presentado una demanda intentando revocar una de las cl¨¢usulas clave de la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible (ACA por sus siglas en ingl¨¦s y conocida como Obamacare): la que protege a personas con afecciones m¨¦dicas preexistentes, al exigir que las aseguradoras cubran a todas las personas de la misma edad con la misma prima, con independencia de su historial m¨¦dico. Si se elimina esa cl¨¢usula, millones de estadounidenses vulnerables perder¨¢n su seguro.
Seamos claros, si padecen una afecci¨®n m¨¦dica preexistente, sepan que les est¨¢n intentando quitar el seguro
Pero hay un problema: proteger la cobertura de afecciones preexistentes es muy popular, con un respaldo mayoritario incluso entre los republicanos. Y McCaskill ha estado machacando a Hawley por su participaci¨®n en esa demanda judicial. De modo que Hawley ha respondido con anuncios en los que afirma que tambi¨¦n ¨¦l quiere proteger a las personas con afecciones preexistentes, como queda supuestamente demostrado por su apoyo a un proyecto de ley que propone proporcionar esa protecci¨®n.
Tengo que decir que es casi admirable la absoluta desfachatez de su deshonestidad a este respecto. Porque el proyecto de ley que Hawley ofrece es un fraude: est¨¢ lleno de lagunas jur¨ªdicas que permiten a las aseguradoras discriminar de maneras que acabar¨ªan haciendo que la sanidad b¨¢sica resulte inasequible para quienes m¨¢s la necesitan. Por ejemplo, si bien les exigir¨ªa ofrecer un seguro a, pongamos por caso, pacientes con c¨¢ncer, les permitir¨ªa vender p¨®lizas que no cubren tratamiento contra el c¨¢ncer, lo que significar¨ªa que las p¨®lizas que s¨ª cubriesen ese tratamiento se volver¨ªan prohibitivamente caras.
Y dejando a un lado la fraudulencia de este proyecto de ley, ni siquiera la reglamentaci¨®n seria y no fraudulenta de las compa?¨ªas aseguradoras no basta por s¨ª sola para proporcionar cobertura asequible para las afecciones preexistentes. Si eso es todo lo que se hace, quienes soliciten la cobertura estar¨¢n mucho m¨¢s enfermos que quienes no lo hacen, lo que significa un grupo de riesgo malo, lo que a su vez significa primas altas. Esa fue la experiencia de Nueva York: antes de la ACA, ten¨ªa unas reglamentaciones estrictas para las aseguradoras, pero las primas eran tan altas que solo personas con problemas de salud se hac¨ªan una p¨®liza en el mercado individual, y eso a su vez manten¨ªa las primas elevadas.
Para hacer que la reglamentaci¨®n funcione, es necesario respaldarla con incentivos para que la gente sana se haga una p¨®liza, como subvenciones para ayudar a familias con rentas m¨¢s bajas. En otras palabras, si realmente se quiere hacer que la atenci¨®n esencial est¨¦ disponible para afecciones preexistentes y al mismo tiempo seguir utilizando las empresas de seguro privadas, ser¨ªa necesario un sistema que se pareciese mucho al Obamacare. De hecho, las primas en Nueva York bajaron a la mitad cuando la ACA entr¨® en vigor.
El proyecto que Hawley ofrece es un fraude: est¨¢ lleno de lagunas jur¨ªdicas que pemriten la discriminaci¨®n
De ah¨ª lo del juramento hip¨®crita. A los republicanos les repugna la idea de garantizar que todos reciban la atenci¨®n sanitaria b¨¢sica, y francamente odian los impuestos a las rentas m¨¢s altas que contribuyen a pagar las subvenciones establecidas en la ley de Obama. Y se pueden imaginar un universo pol¨ªtico alternativo en el que el Partido Republicano admitiese abiertamente sus objetivos, justific¨¢ndolos sobre la base de la libertad econ¨®mica o algo por el estilo.
Pero en este universo, los republicanos han decidido que deben ocultar su intenci¨®n de retirarles la atenci¨®n sanitaria a quienes m¨¢s la necesitan. De modo que hacen lo que est¨¢ haciendo Hawley: recurrir a una combinaci¨®n de sabotaje y cortina de humo. Por un lado, erosionan los bordes de la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible con la esperanza de que implosione. Y por el otro, fingen querer las mismas cosas ¨Ccomo la cobertura garantizada de las afecciones preexistentes¨C que tratan de destruir.
Por cierto, esta es la raz¨®n por la que muchos dem¨®cratas hablan de atenci¨®n m¨¦dica (Medicare) para todos. La ley de Obama era una reforma de los seguros sanitarios favorable al mercado, pensada en parte para ablandar a los conservadores; la respuesta de estos fue una oposici¨®n a ultranza, seguida por una serie de intentos de aprovechar la confusi¨®n ciudadana acerca de c¨®mo funciona la Ley y lo que costar¨¢ sostenerla. De modo que tiene l¨®gica buscar un sistema m¨¢s sencillo que fuese m¨¢s dif¨ªcil de manipular pol¨ªticamente.
Porque hay que admitir que la estrategia c¨ªnica del Partido Republicano est¨¢ funcionando hasta cierto punto. Es cierto que los sondeos muestran que los dem¨®cratas aventajan en mucho a los republicanos cuando se les pregunta a los ciudadanos en qu¨¦ partido conf¨ªan m¨¢s en relaci¨®n con la atenci¨®n sanitaria. Pero esa diferencia ser¨ªa sin duda a¨²n mayor si m¨¢s votantes se diesen cuenta de lo que verdaderamente intenta hacer el Partido Republicano.
De modo que seamos claros: si ustedes padecen una afecci¨®n m¨¦dica preexistente, sepan que los republicanos est¨¢n intentando quitarle el seguro. Si dicen lo contrario, mienten.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa
? The New York Times Company, 2018
Traducci¨®n de News Clips
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.