Catalu?a, ama o esclava

Desde Hegel (Fenomenolog¨ªa del esp¨ªritu) sabemos que hay una estrecha dial¨¦ctica entre el amo y el esclavo. Que el dominio y la servidumbre son funci¨®n el uno de la otra. Se retroalimentan.

As¨ª que para unos Catalu?a solo es ama. Indepes como la portavoz de Esquerra desprecian el presupuesto regionalizado del Estado ¡°porque esto no va de partidas ni de inversiones¡± (?de qu¨¦ va un presupuesto?)... si no del ¡°fin de la represi¨®n¡±.

Como un espejo c¨®ncavo, el prejubilado presidente de la Comunidad de Madrid, ?ngel Garrido, considera que debe ser esclava. Por eso aduce que la inversi¨®n presupuestada para Catalu?a supone ¡°una afrenta y una humillaci¨®n¡± para los madrile?os, pues el presidente del Gobierno ¡°paga a sus socios golpistas¡±.

?Un poco de rigor! Es Navarra donde la inversi¨®n regionalizable del Estado m¨¢s crece respecto a 2018: un 90%, por un 51,8% en Catalu?a. Pero Navarra no cuenta en la dial¨¦ctica de Hegel, no es ama reconducible a esclava con manillas.

El dinero estatal para las autonom¨ªas se vehicula sobre todo en dos grandes partidas: la financiaci¨®n y la inversi¨®n territorializable. En ambas, Catalu?a avanzar¨ªa sustancialmente, de aprobarse el Presupuesto de S¨¢nchez. Pero por razones tasadas, previstas y legales.

En financiaci¨®n alcanzar¨ªa 1.560 millones adicionales, un aumento del 8,1% sobre 2018, casi el doble que el 4,9% del resto. Pero eso es de piloto autom¨¢tico, por la aplicaci¨®n del sistema de financiaci¨®n revisado en 2009.

Este compens¨® a las generalmente relegadas (en este asunto) comunidades m¨¢s pr¨®speras y m¨¢s pobladas (las mediterr¨¢neas); y a las m¨¢s generadoras de IVA (por turismo, como Andaluc¨ªa y Catalu?a).

Madrid cumplir¨ªa algunos de esos requisitos, pero sale menos beneficiada, o perjudicada, por no estar en el fondo de suficiencia ni haber redactado un Estatuto que la compensase de otro modo. El ciclo econ¨®mico expansivo, adem¨¢s, favorece m¨¢s a dichas autonom¨ªas, mientras que el recesivo lo hace a las m¨¢s d¨¦biles.

En inversi¨®n regionalizable, los 2.251 millones para Catalu?a suponen un 18,1%, porcentaje equiparable al PIB catal¨¢n, que representa un 19,2% del espa?ol (2017).

Es cierto que esa inversi¨®n crece mucho sobre 2018. Pero ven¨ªa del pozo. Comp¨¢rese con la miseria realmente aplicada por el Grupo Fomento durante los a?os presupuestarios plenos del Gobierno precedente de Mariano Rajoy, el quinquenio de 2013 a 2017: ejecut¨® solo un 63% (datos de la C¨¢mara de Contratistas catalana).

Pero tambi¨¦n aqu¨ª hay base objetiva, no arbitraria. Acercarse al peso de la econom¨ªa catalana en la espa?ola (19,2%) es lo que propugna la adicional tercera del actual Estatut. Recomienda. Si obligaba a ello (durante siete a?os, vencidos e incumplidos), la sentencia del TC de 2010 diluy¨® su car¨¢cter vinculante para el Estado. Como tambi¨¦n se ha aproximado a disposiciones parecidas de otros Estatutos (Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Baleares, Extremadura, Castilla y Le¨®n). Madrid no las tiene.

Cierto, una cosa es la letra de la ley y otra ¡ªno siempre coincidente al mil¨ªmetro¡ª, su esp¨ªritu. El Gobierno no puede escudarse en aquella (s¨ª tras este). Y tampoco el secesionismo, rebajando la ambici¨®n del Presupuesto como mero cumplimiento de un deber: compare con los a?os anteriores.