Para viajar a Marte hay que hacer escala en Cantabria
Una empresa espa?ola lanza un proyecto tur¨ªstico cient¨ªfico que recrea en una cueva de Arredondo c¨®mo ser¨ªa la vida en una colonia marciana
"Cantabria, cada vez m¨¢s infinita, llega ya hasta Marte". Con estas palabras, un tanto exageradas, el consejero c¨¢ntabro de Industria, Comercio y Turismo, Francisco Mart¨ªn, culmin¨® este viernes en Fitur la multitudinaria presentaci¨®n de Astroland, un proyecto a caballo entre la ciencia y el turismo que promete recrear lo m¨¢s fielmente posible la vida de una colonia humana en Marte. Eso s¨ª, en una cueva de la localidad de Arredondo, rodeada de verdes colinas y a tiro de piedra de las anchoas de Santo?a, no en un planeta rojo y sin atm¨®sfera que dista de la tierra una media de 225 millones de kil¨®metros.
Salida de la incubadora de empresas del Banco Santander y respaldada por una inversi¨®n privada de dos millones de euros, la empresa Astroland tiene previsto que la primera misi¨®n de astrolanders d¨¦ comienzo a sus tareas el pr¨®ximo 15 de junio. En total, el proyecto pretende enviar diez misiones de diez personas cada una hasta final de a?o. Convertirse en integrante de alguna de estas misiones ¡ªtripulantes los llama el consejero delegado de Astroland, David Ceballos¡ª, adem¨¢s de requerir la mayor¨ªa de edad, no es barato. El pasaje al Marte c¨¢ntabro cuesta 10.000 euros. El proceso de selecci¨®n comienza con la inscripci¨®n en la web del proyecto: www.astrolandagency.com.
Formaci¨®n previa
Eso s¨ª, el precio incluye una formaci¨®n de entre 10 y 90 d¨ªas ¡ªdependiendo de la tarea que se vaya a tener asignada¡ª en distintas habilidades necesarias para ser un pionero en el planeta rojo: espeleolog¨ªa, escalada, psicolog¨ªa, coaching, planes de emergencia o cultivo hidrop¨®nico (el cultivo de plantas usando disoluciones minerales en lugar de suelo)... Lo necesario, en teor¨ªa, para resolver los problemas que deber¨ªa afrontar una colonia humana en Marte. No solo buscan perfiles t¨¦cnicos o cient¨ªficos, sino de todo tipo. "La idea es c¨®mo vivir en 2019 en la Tierra lo que se sentir¨ªa en una colonia permanente all¨ª", una hip¨®tesis que podr¨ªa ser realidad en unos 10 a?os.
Entretanto, han encontrado en Arredondo un suced¨¢neo, una cueva de un kil¨®metro y medio y 60 metros de altura donde Astroland ha instalado c¨¢psulas presurizadas que servir¨¢n de laboratorios, dormitorios, etc¨¦tera. Reciben energ¨ªa de fuentes limpias desde el exterior y su aire est¨¢ purificado, de la misma forma que lo estar¨ªa de estar en una cueva del planeta vecino. "Conseguir los permisos administrativos ha sido lo m¨¢s costoso del proyecto", suspira el responsable, licenciado en Empresariales de 42 a?os.
La vida en la cueva no ser¨¢ un paseo. La idea es "probar tecnolog¨ªas que podr¨ªan ser necesarias all¨ª y lograr avances que podr¨ªan ser de aplicaci¨®n en la Tierra, como en su d¨ªa fue el velcro", explica Ceballos. Los astrolanders no podr¨¢n salir de las cabinas sin su traje espacial, un mono de pol¨ªmeros tejido en una sola pieza mediante impresi¨®n en 3D con ayuda de la Escuela Universitaria de Dise?o, Innovaci¨®n y Tecnolog¨ªa (ESNE). Un traje antibacteriano, estanco, resistente a la abrasi¨®n y flexible ¡ªse est¨¢ trabajando actualmente en el dise?o y anclaje del casco¡ª que los astrolanders tendr¨¢n que llevar puesto obligatoriamente cuando salgan de las cabinas; al entrar pasan previamente por una zona de desinfecci¨®n.
Estancia m¨ªnima de tres d¨ªas
Los tripulantes estar¨¢n monitorizados en todo momento y se les ir¨¢n comunicando distintas tareas asignadas en funci¨®n de su perfil desde un centro de control ubicado en el Parque Cient¨ªfico y Tecnol¨®gico de Cantabria en Santander. "Una especie de Houston", bromea Ceballos. Para recrear fielmente las condiciones, las comunicaciones tienen un retardo de ocho minutos, el mismo que tendr¨ªan las comunicaciones Tierra-Marte. Solo se permitir¨¢ un mensaje al exterior por tripulante y las estancias ser¨¢n como m¨ªnimo de tres d¨ªas. Para hacer sus necesidades, llevar¨¢n unos pa?ales especiales que se desechar¨¢n debidamente, de forma que se minimice la huella humana en la cueva ¡ªy en Marte¡ª. De hecho, estudiar c¨®mo hacerlo es el objetivo de la primera misi¨®n.
?Por qu¨¦ una cueva? Ceballos explica que una colonia en Marte tendr¨ªa que ser necesariamente subterr¨¢nea. "La superficie marciana est¨¢ barrida por fuertes vientos, la temperatura es muy baja (unos 60? bajo cero) y la radiaci¨®n estelar muy elevada". Por tanto, una colonia marciana deber¨ªa instalarse en un tubo de lava bajo la superficie. Es cierto que la gravedad en Arredondo es casi tres veces superior a la de Marte. Todo no se puede recrear.
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