Crisis industrial

Tras la moci¨®n de censura, desde el entorno de la derecha han venido anticipando el apocalipsis y la recesi¨®n. La realidad es que, con Europa estancada y Alemania e Italia en recesi¨®n, Espa?a supuso el 30% del crecimiento de la eurozona. El PIB creci¨® el 0,7%, m¨¢s que con el PP gobernando en el primer semestre. En enero la afiliaci¨®n a la Seguridad Social aument¨® un 3% con respecto a enero de 2018, con 40.000 nuevos empleos creados si eliminamos el efecto estacional.

Pero, como en 2004, el motor de crecimiento es el ladrillo y el PP deja la productividad estancada. Desde 2012 el mantra ha sido que la reforma laboral cambi¨® el modelo de crecimiento. Pero el pasado a?o las exportaciones estuvieron estancadas. Y la producci¨®n industrial acab¨® el a?o con una ca¨ªda del 6% anual, la mayor desde 2012, y el empleo en el sector descendi¨® un 1,5% anual.

La guerra comercial de Trump ha frenado en seco el comercio mundial y ha afectado especialmente a Europa, el ¨¢rea m¨¢s abierta del mundo. Dos tercios de nuestras exportaciones van a Europa y la mitad son comercio intraindustrial. Las ventas de coches en China caen un 10%, Volkswagen disminuye su producci¨®n, caen las exportaciones de perfiles de aluminio del Passat que se producen en Arganda del Rey, cerca de Madrid, y hay despidos en Espa?a. Los proteccionistas y los que piden menos globalizaci¨®n ocultan que millones de espa?oles que trabajan gracias a las exportaciones perder¨ªan su empleo con sus propuestas.

El Brexit y la crisis en Turqu¨ªa, con una ca¨ªda de sus importaciones pr¨®ximas al 10%, ha afectado especialmente a nuestro sector del autom¨®vil, que registr¨® un desplome de su producci¨®n del 10% el pasado mes de diciembre. Un sector que explica, como el turismo, cerca del 10% de nuestro PIB y empleo.

Un sector penalizado por la ca¨ªda tambi¨¦n del 10% de las ventas de coches de particulares en Espa?a, influida por la demonizaci¨®n de los coches di¨¦sel que hemos vivido desde el pasado verano. Mensajes como: ¡°Tienen los d¨ªas contados¡±, ¡°subimos el impuesto al di¨¦sel¡± o ¡°no podr¨¢n entrar en el centro de las ciudades¡± han surtido efecto y los espa?oles han retra¨ªdo sus compras o han optado por coches de segunda mano mucho m¨¢s contaminantes.

Si queremos incentivar el coche el¨¦ctrico hagamos planes como Francia, que va a invertir 20.000 millones de euros. Ayudemos a las familias a comprar los coches que todav¨ªa son caros, especialmente para los espa?oles que tienen salarios precarios. Invirtamos en innovaci¨®n para desarrollar tecnolog¨ªa espa?ola. Hagamos planes de formaci¨®n profesional para preparar a nuestros trabajadores para los retos de la competencia, principalmente china, la robotizaci¨®n y el envejecimiento de las plantillas. As¨ª ayudaremos a que sea econ¨®micamente viable comprar veh¨ªculos sostenibles.

Este plan tardar¨¢, mientras concentremos nuestros esfuerzos para reducir las emisiones contaminantes en instalar energ¨ªa solar fotovoltaica, especialmente en autoconsumo en la industria y en edificios de viviendas nuevas y usadas en el centro de nuestras ciudades. Adem¨¢s, reduciremos la factura de la luz de nuestras empresas y familias, sin necesidad de subvenciones.