C¨®mo los cuadernos Rubio han sobrevivido en la era digital
La editorial creada en los a?os cincuenta aument¨® sus ventas un 22% en 2018 impulsada por Internet y los adultos que quieren escribir a mano
Rubio, la editorial fundada en los a?os cincuenta conocida por sus cuadernos de escritura y c¨¢lculo, vive una segunda juventud. En 2018 su facturaci¨®n aument¨® un 22% hasta 2,4 millones de euros tras abrirse a nuevos p¨²blicos y potenciar su negocio digital (las ventas en este ¨¢rea crecieron un 48%). Aparte del mercado escolar, su due?o, Enrique Rubio, hijo del creador de la empresa, ha descubierto que en un mundo lleno de pantallas hay muchos adultos con ganas de escribir a mano, como m¨¦todo para prevenir enfermedades neurodegenerativas o porque les gusta.
Pero la receta de la empresa valenciana sigue siendo la de siempre: vender grandes cantidades de producto, cerca de tres millones de cuadernos al a?o, a un precio muy econ¨®mico. Con los cuadernos m¨¢s baratos, los que valen un euro, la editorial obtiene unos 10 c¨¦ntimos de beneficio. Las tiradas actuales pueden parecer grandes, pero en los a?os ochenta Rubio lleg¨® a vender 10 millones de cuadernos al a?o. En los noventa, las principales editoriales espa?olas empezaron a publicar cuadernos muy parecidos. ¡°Hasta entonces casi ten¨ªamos la exclusiva del mercado. Y esas editoriales eran gigantes al lado de la nuestra¡±, afirma Enrique Rubio, director general de la empresa.
La empresa factur¨® 2,4 millones de euros tras vender tres millones de ejemplares
Rubio resisti¨® la llegada de la competencia manteni¨¦ndose en el segmento econ¨®mico de los cuadernos. Y ha alcanzado ahora su r¨¦cord de facturaci¨®n ¡ªy un resultado despu¨¦s de impuestos de 469.730 euros¡ª tras ampliar el abanico de su oferta. Los cl¨¢sicos cuadernos de escritura y c¨¢lculo representan hoy el 50% de las ventas. Pero Rubio tambi¨¦n vende cuadernos de verano en castellano, catal¨¢n ¡ªcon una versi¨®n en valenciano¡ª y gallego, que representan el 12,5% del negocio. Cuadernos de caligraf¨ªa creativa, pensados para adultos aficionados al lettering (5,4% de las ventas). De aprendizaje de ingl¨¦s (4,2%), complementados con ejercicios de escucha a los que se accede por Internet. De estimulaci¨®n cognitiva y motora, presentados como una forma de prevenir el deterioro neurol¨®gico en personas mayores (3,3%). Y decenas de categor¨ªas con porcentajes inferiores en el conjunto de ventas, como los cuadernos para colorear mandalas o dibujar paisajes naturales.
Las ventas por Internet representan el 8% del total, 200.000 euros. ¡°Una de las ventajas es que podemos ofrecer toda la gama de productos. Hay algunos, como los de estimulaci¨®n cognitiva y destrezas motoras para adultos que no son f¨¢ciles de encontrar. Los venden en algunas librer¨ªas y farmacias, pero en las papeler¨ªas, por ejemplo, no est¨¢n¡±, afirma Enrique Rubio en la sede de la editorial, situada en el coraz¨®n de Valencia, muy cerca del bajo donde estuvo durante d¨¦cadas la Academia Rubio, que fue el origen de la empresa.
El peso del papel
La editorial ha dado un salto en comercio electr¨®nico. La aplicaci¨®n iCuadernos, que lanz¨® en 2012 y se convirti¨® en una de las m¨¢s descargadas de Apple en el segmento educativo tiene, en cambio, un peso testimonial en sus cuentas. ¡°Tienes que estar, porque no se sabe hacia d¨®nde va a evolucionar el negocio, pero hoy por hoy representa muy poco. Hace unos a?os se pensaba que en 2019 ya no escribir¨ªamos a mano. Nosotros podemos decir que el papel, por supuesto con sello ecol¨®gico, todav¨ªa supone m¨¢s del 99%¡±, afirma el director general¡±.
El m¨¦todo para aprender caligraf¨ªa y matem¨¢ticas inventado por su padre, Ram¨®n Rubio, que edit¨® los primeros cuadernos con una peque?a imprenta instalada en su casa, fue considerado por muchos repetitivo y anticuado a partir de los a?os setenta. La empresa encarga hoy sus colecciones a equipos externos formados por pedagogos especializados en la creaci¨®n de contenidos de cada parcela, dise?adores e ilustradores. Los cuadernos responden al modelo de ense?anza por competencias y a corrientes pedag¨®gicas como el de las inteligencias m¨²ltiples. Su apariencia es menos espartana y sus valores, afirma Enrique Rubio, han cambiado: ¡°En vez de contar pistolas, ahora en los ejercicios se habla m¨¢s de reciclaje¡±.
La editorial, cuyo negocio est¨¢ centrado casi completamente en Espa?a, planea construir una nueva planta, porque la actual, ubicada en Quart de Poblet, en el ¨¢rea metropolitana de Valencia, se ha quedado peque?a. Tiene una plantilla de pocos trabajadores ¡ª12, y est¨¢ en proceso de contratar a dos m¨¢s¡ª y equipos avanzados. Una de sus m¨¢quinas encuaderna 12.000 ejemplares a doble producci¨®n en una hora.
Ram¨®n Rubio, el fundador, mont¨® una academia donde ide¨® los libros de ejercicios
Enrique Rubio, de 59 a?os, quer¨ªa ser psiquiatra o m¨¦dico, pero estudio Econ¨®micas y se hizo cargo de la empresa en 1997, cuando su padre sufri¨® un derrame cerebral. Hijo de un militar, nacido en Tarragona y criado en el peque?o pueblo castellonense de Geldo, el fundador, Ram¨®n Rubio, estudi¨® en la Universidad de Valencia, entr¨® a trabajar en la sede local del Banco de Arag¨®n ¡ªabsorbido en 1970 por el Banco Central¡ª y abri¨® una academia de contabilidad. Para ahorrarse el tiempo que dedicaba cada d¨ªa a escribir los ejercicios en la pizarra, cre¨® unas fichas que fueron el germen de los cuadernos.
¡°Mi padre trabajaba en banca, daba clases, creaba los cuadernos en casa y, cuando los ten¨ªa hechos, se iba de comercial por los colegios de toda Espa?a con su Renault Gordini, normalmente aprovechando el verano, y yo le acompa?aba. Me hizo una colchoneta para que pudiera tumbarme detr¨¢s a dormir y recuerdo que muchas carreteras no estaban asfaltadas¡±, dice el actual propietario.
Ram¨®n Rubio llam¨® a las puertas de innumerables colegios donde, en general, no era bien recibido. El arranque de la empresa comenz¨® de la mano de un comercial muy persuasivo y con muy pocos escr¨²pulos digno de Justo Gil, el protagonista de la novela El d¨ªa de ma?ana, escrita por Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n y convertida en serie por Mariano Barroso. ¡°En vez de ir solo a colegios, este hombre empez¨® a visitar m¨¢s sitios, sobre todo papeler¨ªas. Por eso nosotros estamos todav¨ªa hoy sobre todo en papeler¨ªas. Consigui¨® muchos pedidos, pero a finales de los sesenta desapareci¨® dej¨¢ndole a deber a mi padre 150.000 euros, que entonces era un dineral. El disgusto de mi padre fue enorme. Pero en los cuadernos pon¨ªa la direcci¨®n de la imprenta, que era la de mi casa, y las papeler¨ªas siguieron pidiendo m¨¢s y m¨¢s cuadernos, y as¨ª fue como despeg¨® la editorial¡±. Ram¨®n Rubio busc¨® durante a?os a su comercial siguiendo un rastro que llevaba a Alemania, seg¨²n su hijo, para darle las gracias.
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