?Inversi¨®n o econom¨ªa familiar?
Las entidades que aprovechen el esfuerzo asociado al cumplimiento de la normativa como una oportunidad para ir m¨¢s all¨¢
En los ¨²ltimos a?os hemos vivido una intensa actividad regulatoria en t¨¦rminos de protecci¨®n al inversor. Por un lado, las directivas MiFID se encaminaron a mejorar la protecci¨®n a los inversores en productos financieros como acciones, renta fija, estructurados y fondos de inversi¨®n. Por otro lado, la Directiva de Distribuci¨®n de Seguros (IDD), pendiente de transposici¨®n en Espa?a, incluye en su ¨¢mbito de protecci¨®n a los inversores en productos de seguros, entre otros.
La implementaci¨®n de estas directivas acarrea obligaciones encaminadas a un mejor conocimiento del cliente durante el proceso de informaci¨®n o asesoramiento. Estas obligaciones se canalizan mediante los test de demandas y necesidades, idoneidad, conveniencia y adecuaci¨®n. Aunque la normativa redunda en la protecci¨®n y el beneficio del inversor, encontramos a¨²n gran recorrido de mejora en cuanto a la utilidad de estos test para asegurar que el cliente incurra en niveles de riesgo y complejidad m¨¢s acordes a su realidad financiera.
Por una parte, la pr¨¢ctica totalidad de la informaci¨®n recabada por las entidades proviene del propio cliente, queda bajo su responsabilidad y criterio la veracidad e incluso la comprensi¨®n de las preguntas de dicho test. La automatizaci¨®n de gran parte de este an¨¢lisis es posible hoy mediante la regulaci¨®n de agregaci¨®n de informaci¨®n financiera, lo que eliminar¨ªa en gran medida errores o lagunas de informaci¨®n por parte del cliente. Adicionalmente, observamos que, cuando el cliente responde preguntas relacionadas con su aversi¨®n al riesgo, tiende a sesgarse a niveles de riesgo excesivamente conservadores o arriesgados. El uso de t¨¦cnicas de aprendizaje m¨¢quina, aplicado sobre el hist¨®rico de su comportamiento financiero, junto con el uso de t¨¦cnicas de gesti¨®n de sesgos cognitivos, ayudar¨ªa a una mejor calibraci¨®n de los riesgos.
Por ¨²ltimo, aunque la normativa se refiere de forma muy concreta al proceso de inversi¨®n, la realidad es que las necesidades de gesti¨®n de la econom¨ªa familiar del cliente van mucho m¨¢s all¨¢ de este proceso concreto. Dar cobertura a la unidad familiar en caso de accidentes, fallecimientos o enfermedades; conocer en qu¨¦ medida el estilo de vida se corresponde con sus posibilidades financieras; estar seguro de que su nivel de deuda es razonable; disponer de colchones financieros para imprevistos; conocer qu¨¦ riesgos son m¨¢s probables en cada momento vital (y cubrirlos), o prepararse para la jubilaci¨®n son ejemplos de preocupaciones mucho m¨¢s frecuentes y cercanas a la realidad financiera de las familias espa?olas.
Las entidades que aprovechen el esfuerzo asociado al cumplimiento de estas normas como una oportunidad para ir m¨¢s all¨¢ y convertirse en c¨®mplices de la gesti¨®n de la econom¨ªa familiar de sus clientes dispondr¨¢n de una mayor probabilidad de supervivencia en un contexto muy competitivo.
Borja Foncillas es profesor de Afi, Escuela de Finanzas.
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