Moutai: el poderoso licor chino con sabor a corrupci¨®n

Hay un dicho en el refranero chino que deja claro cu¨¢l ha sido el pilar que ha sostenido el negocio del licor m¨¢s famoso del gigante asi¨¢tico: ¡°Quienes compran Moutai, nunca lo beben; quienes lo beben, nunca lo compran¡±. No en vano, este potente destilado de sorgo de 53 grados, que tiene estatus de ¡°licor nacional¡±, es una pieza clave del mundo empresarial chino: raro es el acuerdo que no se cierra con un chupito de Moutai, cuyas botellas de medio litro cuestan un m¨ªnimo de 200 euros y han llegado a alcanzar en subasta un precio de 12 millones de euros. Desafortunadamente para la empresa de bebidas espirituosas con mayor valor burs¨¢til del mundo (160.000 millones de euros), el licor tambi¨¦n ha sido uno de los productos que m¨¢s se han utilizado para sobornar a las autoridades.

Precisamente, su presidente, Yuan Renguo, fue arrestado y expulsado del Partido Comunista el pasado d¨ªa 22 por ¡°serias violaciones disciplinarias¡±, el eufemismo utilizado en China para referirse a la corrupci¨®n. Y no es el primero que cae. En 2016, su director general, Tan Dinghua, acab¨® entre rejas por la misma raz¨®n. Pero el caso de Yuan ha sido especialmente duro, porque estaba encargado de supervisar la profunda limpieza que esta empresa estatal requer¨ªa para mejorar su reputaci¨®n y embarcarse en un ambicioso proyecto de globalizaci¨®n, dos retos que el Gobierno hab¨ªa marcado para Moutai desde que Xi Jinping alcanz¨® la presidencia, en 2013.

A pesar de todo, los directivos conf¨ªan en que Yuan sea la ¨²ltima manzana podrida y que, ahora, la empresa pueda explotar sin sobresaltos los encantos que han convertido a su baijiu ¡ªcomo se denomina a esta bebida¡ª en un producto casi m¨ªtico. Al fin y al cabo, fue el licor elegido por Mao Zedong para celebrar la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular, y el primer ministro Zhou Enlai tambi¨¦n la escogi¨® para brindar con el presidente estadounidense Richard Nixon en la hist¨®rica cumbre que protagonizaron en 1972. ¡°Si bebemos suficiente Moutai, podemos resolver cualquier disputa¡±, brome¨® el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger.

¡°El secreto est¨¢ en el microclima de Maotai ¡ªel pueblo de la provincia de Guizhou en el que se produce¡ª y en el proceso tradicional que se utiliza en su fermentaci¨®n y destilado¡±, explica el jefe de producci¨®n, Zhou Xianlun, en las instalaciones de la compa?¨ªa. La importancia de Moutai es tal que el r¨ªo Chishui, del que se abastece, est¨¢ protegido por la normativa medioambiental m¨¢s estricta del pa¨ªs para preservar la pureza y los micronutrientes de sus aguas. Adem¨¢s, la protecci¨®n de las instalaciones corre a cargo del Ej¨¦rcito, que guarda los 247 almacenes de tinajas en las que envejece el licor como si fuesen silos nucleares.

Ir¨®nicamente, lo que ha convertido a Moutai en una de las empresas m¨¢s rentables del pa¨ªs es la escasez del producto. ¡°No hay suficiente para satisfacer la demanda¡±, reconoce el gerente, Wu Dewang. ¡°Actualmente producimos 48.000 toneladas al a?o, y creemos que podemos alcanzar las 56.000 toneladas. Pero incluso esa cantidad se quedar¨¢ corta, y ser¨ªa muy dif¨ªcil superarla sin da?ar el ecosistema o la calidad, que son nuestras l¨ªneas rojas¡±, apostilla.

Moutai se ha convertido en el principal im¨¢n tur¨ªstico de Maotai, que cuenta incluso con un aeropuerto propio aunque apenas suma 100.000 habitantes. No obstante, los visitantes se llevan un chasco cuando son informados de que solo pueden adquirir dos botellas de Feitian ¡ªel principal producto de la marca¡ª por cada carn¨¦ de identidad. As¨ª que muchos se ven obligados a saciar su sed con otras marcas de la regi¨®n, que aprovechan el fil¨®n de Moutai y comercializan sus licores asegurando que tienen propiedades similares y un precio m¨¢s asequible. Tian Shaobo es el director de una peque?a destiler¨ªa que no se anda con rodeos en el nombre: Yizui Fangxui, literalmente ¡°no dejes de beber hasta que caigas borracho¡±. Fund¨® su negocio en 1984 y asegura que ahora vende en torno a una tonelada de baijiu al d¨ªa. Su anzuelo es el precio, y reconoce que su producto no puede competir con el de Moutai. ¡°Aunque lo produzcamos con ingredientes similares y en el mismo lugar, sabe parecido, pero no igual¡±, concede.

Las estad¨ªsticas tambi¨¦n reflejan esa percepci¨®n. ¡°Cuando entr¨¦ en la empresa, hace 20 a?os, factur¨¢bamos 900 millones de yuanes [116 millones de euros al cambio actual]. El a?o pasado ingresamos 90.000 millones [11.688 millones de euros], y continuamos creciendo a buen ritmo¡±, cuenta Wu, cuya preocupaci¨®n es luchar contra las falsificaciones. ¡°Moutai es la empresa que m¨¢s contribuye a las arcas del Estado en toda la provincia y una de las que m¨¢s empleo genera. En 2017 pagamos 25.900 millones de yuanes [3.363 millones de euros] en impuestos, lo que supone el 90% de todo lo que contribuyen las empresas estatales de Guizhou¡±, subraya Wu.

Y el objetivo es llegar a¨²n m¨¢s lejos gracias a los mercados internacionales. Pero no tanto por gusto como por necesidad. ¡°Nos hemos visto obligados a diversificar desde que Xi Jinping lanz¨® su campa?a anticorrupci¨®n¡±, reconoce una empleada que prefiere mantenerse en el anonimato. Hace seis a?os, el presidente chino cort¨® de ra¨ªz la compra de productos de lujo entre el funcionariado, y las ventas de Moutai se resintieron. ¡°Siempre ha sido un licor para la gente poderosa, no para el ciudadano de a pie. As¨ª que, cuando se retir¨® de los banquetes oficiales y los dirigentes dejaron de recibirlo como obsequio, la empresa sufri¨®¡±, a?ade.

Ahora, Moutai se ha alineado con la estrategia de globalizaci¨®n del pa¨ªs y quiere convertir al baijiu en el equivalente chino del vodka o el whisky. ¡°Ya contamos con una red de 108 agentes autorizados en 66 pa¨ªses¡±, se?ala Wu. Pero el gerente no esconde que su clientela en el extranjero est¨¢ compuesta, sobre todo, por ciudadanos de origen chino. La raz¨®n hay que buscarla en la dificultad de que el p¨²blico extranjero acepte el sabor y la cultura del baijiu. ¡°Es una bebida muy alcoh¨®lica que tiene un sabor muy fuerte al que el mundo todav¨ªa no est¨¢ acostumbrado¡±, admite Wu. Sin embargo, el gerente cree que el ¨¦xito es solo cuesti¨®n de tiempo y de marketing.