Elizabeth Warren o la solidez de las pruebas

No hace mucho, los los expertos en pol¨ªtica consideraban que Elizabeth Warren no ten¨ªa ninguna posibilidad en la pol¨ªtica, pero los ¨²ltimos sondeos la convierten en una aspirante cada vez m¨¢s plausible y su regreso ha dado pie a una repentina oleada de cobertura medi¨¢tica favorable. ?Ser¨¢ realmente la candidata dem¨®crata? Y en ese caso, ?ganar¨¢? No tengo ni la m¨¢s remota idea. Nadie la tiene. Pero la estrategia pol¨ªtica que ha impulsado su reaparici¨®n es interesante. Y creo que a muchos observadores se les pasa por alto una de las principales razones por las que parece que su estrategia funciona, que es que su programa es radical en cuanto al contenido y las consecuencias, pero est¨¢ bien fundamentado en pruebas y estudios serios.

Normalmente, los candidatos que aspiran a la presidencia hacen campa?a con alguna combinaci¨®n de narrativa personal y ret¨®rica expansiva que promueve temas amplios: ¡°Soy un h¨¦roe de guerra/ s¨ªmbolo del sue?o americano/ lucho desde hace tiempo contra la clase dirigente, y cuando sea presidente os unir¨¦/ eliminar¨¦ la corrupci¨®n/ luchar¨¦ contra el poder¡±.

En cambio, Warren ha presentado propuestas pol¨ªticas sustanciales y detalladas, much¨ªsimas propuestas pol¨ªticas sustanciales y detalladas. Seg¨²n las opiniones expertas tradicionales, esto quita las ganas a los votantes y semejante proliferaci¨®n de propuestas solo hace que se les nublen los ojos.

Pero Warren ha conseguido convertir esa incesante profusi¨®n de conocimientos en un aspecto que la define como pol¨ªtica. Sus partidarios acuden a sus m¨ªtines vestidos con camisetas que dicen ¡°?Warren tiene un plan para eso!¡±. Y a decir de todos, est¨¢ consiguiendo que el debate pol¨ªtico serio sea una manera de conectar con su p¨²blico.

En cierta manera, el paralelismo m¨¢s cercano al fen¨®meno Warren ¡ªaunque odio establecerlo¡ª fue el auge temporal de Paul Ryan, el ex presidente de la C¨¢mara de Representantes (?se acuerdan de ¨¦l?). Al igual que Warren, Ryan creci¨® cultivando una imagen de analista pol¨ªtico inteligente. Pero dejando a un lado el hecho de que su programa b¨¢sico consist¨ªa en quitar a los pobres para dar a los ricos, Ryan era un farsante cuyas propuestas carec¨ªan de sentido y no abordaban los problemas reales.

Warren, en cambio, es aut¨¦ntica. No tienes que estar de acuerdo con los detalles de sus planes para darte cuenta de que son fruto de una gran reflexi¨®n y se basan en el trabajo de respetados investigadores econ¨®micos. Sin embargo, en ese caso, ?por qu¨¦ los dem¨¢s aspirantes a la presidencia no han presentado unos planes parecidos? Yo dir¨ªa que la respuesta es que Warren ¡ªuna importante especialista en pol¨ªtica¡ª entendi¨® desde el principio algo que otros candidatos solo est¨¢n empezando a comprender: la diferencia entre ser serio y ser Serio.

Lo que quiero decir con ser Serio es tragarse la opini¨®n generalizada entre la c¨²pula de Washington, la clase de opini¨®n generalizada que en 2011, con un desempleo que todav¨ªa era catastr¨®ficamente alto y unos tipos de inter¨¦s en m¨ªnimos hist¨®ricos, cre¨® un consenso entre las ¨¦lites seg¨²n el cual ten¨ªamos que dejar de preocuparnos por el empleo y centrarnos en... la reforma de los subsidios. Y lo que quiero decir con ser serio es prestar atenci¨®n a las pruebas reales sobre los efectos de los programas econ¨®micos y sociales.

Lo que Warren ha entendido es que el an¨¢lisis serio es mucho m¨¢s favorable para un programa progresista que la opini¨®n generalizada Seria, que est¨¢ obsesionada con mantener los impuestos bajos y con contener el gasto. Los principales expertos en pol¨ªtica fiscal son partidarios de un aumento considerable de los tipos impositivos para las rentas altas y el patrimonio. Los economistas m¨¢s importantes que estudian el gasto social afirman que incrementar el gasto en atenci¨®n infantil temprana aporta beneficios enormes.

En consecuencia, Warren ha sido capaz de dise?ar planes muy progresistas, pero bien fundamentados en pruebas y an¨¢lisis. ?Sus rivales entienden como ella que el progresismo y los fundamentos intelectuales s¨®lidos pueden ir de la mano? En el pasado al menos, Joe Biden era preocupantemente Serio: estuvo muy involucrado en el intento, que por suerte fracas¨®, del Gobierno de Obama de negociar un gran acuerdo presupuestario que habr¨ªa recortado el gasto en Seguridad Social y el Medicare, reflejando la obsesi¨®n de la c¨²pula del Gobierno con los recortes de los subsidios. Todav¨ªa no est¨¢ claro si ha superado esa fase.

En cambio, Bernie Sanders nunca ha aceptado el consenso de la c¨²pula de Washington y se ha comprometido claramente a llevar a cabo un programa ambicioso. Pero los detalles de su pol¨ªtica siguen siendo extra?amente imprecisos. M¨¢s concretamente, seguimos sin saber muy bien c¨®mo pagar¨ªa un Medicare para todos. Yo creo que en parte es porque Sanders considera que libra una guerra contra la clase dirigente en un sentido muy amplio. En consecuencia, su equipo pol¨ªtico, tal como est¨¢ configurado ahora, est¨¢ compuesto por gente que dedica mucha energ¨ªa a atacar la investigaci¨®n pol¨ªtica convencional, lo que hace que no puedan y/o no quieran incluir los hallazgos de esta en propuestas pol¨ªticas espec¨ªficas.

Ahora bien, nada de esto significa que Warren ser¨¢ la candidata. Muchos votantes dem¨®cratas prefieren claramente el convencionalismo afable de Biden, y muchos otros comparten el instinto de acabar con todo de Sanders. Lo ¨²nico que realmente sabemos es que resulta que hay un importante electorado que la mayor¨ªa de los expertos ni siquiera sab¨ªa que exist¨ªa: votantes que quieren un giro significativo a la izquierda, pero que tambi¨¦n desean un candidato que realmente parezca que ha pensado las cosas. Todav¨ªa no sabemos si este electorado es lo suficientemente grande para ser decisivo en las primarias dem¨®cratas. Pero si lo es, Warren tiene un plan para eso.

Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa

? The New York Times, 2019

Traducci¨®n de News Clips