?Qui¨¦n mat¨® al lobo feroz? El FMI: 75 a?os de historia
El 22 de julio de este a?o se cumplen 75 de la conferencia de Bretton Woods. En 1944, representantes de cuarenta cinco pa¨ªses aliados lograron un Acuerdo un¨¢nime del que salieron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucci¨®n y Fomento (Banco Mundial).
El Fondo haya sobrevivido a siete d¨¦cadas de profundas transformaciones de la econom¨ªa mundial. Criticado, vilipendiado, ninguneado por los grandes pa¨ªses industriales y se?alado como responsable de la pobreza por los pa¨ªses menos desarrollados. El pozo de todos los males econ¨®micos del mundo. No siempre ha cumplido sus objetivos de partida, ni tampoco ha acertado en el diagn¨®stico de las crisis financieras. Pero, alguna virtud tendr¨¢ que ni las naciones ricas, ni las pobres han pedido su desmantelamiento. Es una organizaci¨®n superviviente porque se ha adaptado a los cambios y ha mostrado un notable grado de flexibilidad. En la actualidad cuenta con un total de 189 pa¨ªses miembros. Es una instituci¨®n universal, m¨¢s de lo que fue el Sacro Imperio Romano, o cualquier otro imperio posterior.
La creaci¨®n del FMI se gest¨® durante la Guerra Mundial y naci¨® para que no se repitieran los errores del pasado, los cometidos en el Tratado de Versalles de 1919 y durante la Gran Depresi¨®n. Para evitar la fragmentaci¨®n monetaria y financiera del mundo, que para muchos estuvo en el origen del nazismo, del fascismo y de los nacionalismos rampantes. Su fundaci¨®n se negoci¨® entre los Estados Unidos, con Roosevelt en la Casa Blanca, y los brit¨¢nicos, con Churchill en Downing Street. Los fraguaron dos economistas excepcionales, Harry Dexter White, por el lado de Washington, y John Maynard Keynes, por parte de Londres. Ambos persiguieron un objetivo com¨²n: una econom¨ªa de mercado abierta, sin trabas al comercio internacional, con monedas estables y convertibles. Se impuso el plan del primero, por el peso de los Estados Unidos y porque era m¨¢s abierto, menos ¡°imperial¡±. Se preocuparon de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica participara, y lo hizo, aunque luego Stalin, enemigo de la propiedad privada y el mercado, no ratific¨® el Convenio Constitutivo.
?Sobrevivir¨¢ otros 75 a?os? Mientras haya crisis econ¨®micas y desequilibrios financieros en un mundo global se necesitar¨¢ un prestamista en ¨²ltima instancia internacional
El Fondo Monetario Internacional es un organismo t¨¦cnico. Presta dinero, supervisa la econom¨ªa de sus socios y ofrece asistencia t¨¦cnica. Los pa¨ªses llaman a la puerta del Fondo en situaci¨®n cr¨ªtica, cuando sus econom¨ªas se asoman al abismo, los desequilibrios son insoportables y la enfermedad se encuentra en estado avanzado. Una instituci¨®n a la que pueden acudir cuando tienen los mercados cerrados y las entidades financieras privadas les dan la espalda y tampoco encuentran donantes amigos en otras naciones. Los 189 gobiernos adheridos al organismo tienen el portal abierto de un prestamista en ¨²ltima instancia: ?un prestamista, no se olvide, que concede cr¨¦ditos con condiciones! Porque el FMI no es una organizaci¨®n caritativa, ni una ONG, ni concede becas. Existe porque el mundo es interdependiente desde que Marco Polo abri¨® la ruta de la seda y las naves de Col¨®n cruzaron el Atl¨¢ntico.
En las d¨¦cadas de los 50 y 60 la preocupaci¨®n del Fondo fue eliminar los controles de cambio y la defensa de las paridades fijas, la estabilidad de las divisas de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, la libra esterlina, el franco, el marco y el d¨®lar. La quiebra en 1971-73 del sistema monetario ideado en Bretton Woods dej¨® hu¨¦rfano de objetivos al Fondo. La instituci¨®n qued¨® desnortada. Se pens¨® que hab¨ªa cumplido la funci¨®n para la cual fue creada. Pero en lugar de desaparecer se reinvent¨® y se adapt¨® a una econom¨ªa de tipos de cambio flexibles. De guardi¨¢n de un mundo de paridades fijas, el organismo asumi¨® el papel de supervisor de las pol¨ªticas econ¨®micas de los pa¨ªses miembros.
Las turbulencias econ¨®micas y financieras derivadas de la subida de los precios del petr¨®leo en 1973 y 1979 platearon nuevos retos. La expansi¨®n de los mercados de capitales dej¨® por algunos a?os en la cuneta al Fondo. Cay¨® en el ostracismo. La entrada masiva de naciones africanas y asi¨¢ticas plante¨® nuevas demandas. Se alzaron las primeras cr¨ªticas, en ning¨²n lugar los ¡°hombre de negro¡± eran bien recibidos, pero nadie propuso la disoluci¨®n del organismo. Las crisis de la deuda soberana en el decenio de los 80 pusieron al Fondo en el centro de la escena. Para los acreedores (la gran banca mundial) la intervenci¨®n del FMI en la resoluci¨®n de las crisis fue de utilidad porque se garantizaron la devoluci¨®n de lo prestado. Para los deudores tambi¨¦n porque consiguieron que no se cortase del todo el flujo de capitales.
Su supervivencia depender¨¢ de que refuerce su legitimidad: eliminando la desproporcionalidad en sus ¨®rganos de gobierno
En los a?os 90 se incorporaron al Fondo los pa¨ªses de la Europa con econom¨ªas de planificaci¨®n. La instituci¨®n tuvo que aprender la palabra transici¨®n. No estaba preparado y en su intervenci¨®n cosech¨® fracasos y recibi¨® aceradas cr¨ªticas. Vade¨® las turbulencias como pudo. Tambi¨¦n tuvo que reinventarse para hacer frente a las violentas crisis financieras en el Sudeste asi¨¢tico, en Argentina y en Brasil, cuyo origen estuvo en descontrolados movimientos internacionales de capital y una mala gesti¨®n de las autoridades de los pa¨ªses afectados. Y en el siglo XXI, tras un primer decenio de inactividad, deslegitimado y estigmatizado por sus actuaciones, ha renacido cual f¨¦nix de sus cenizas. Desde 2007, el Fondo se ha situado por en¨¦sima vez en el centro de la acci¨®n.
75 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n el FMI se encuentra en una encrucijada. El multilateralismo est¨¢ en jaque, se cierne la sombra del proteccionismo y la amenaza de un creciente nacionalismo. Los enemigos del liberalismo y la democracia est¨¢n en alza. Estados Unidos se desliza hacia el aislacionismo; Europa est¨¢ en semi-declive; Rusia es una democracia todav¨ªa muy imperfecta; China un r¨¦gimen autoritario; en Latinoam¨¦rica hay m¨¢s optimismo, pero todav¨ªa quedan bolsas enormes de subdesarrollo; la pobreza reina en ?frica, pese a los progresos.
?Sobrevivir¨¢ otros 75 a?os? Mientras haya crisis econ¨®micas y desequilibrios financieros en un mundo global se necesitar¨¢ un prestamista en ¨²ltima instancia internacional. Su supervivencia depender¨¢ de que refuerce su legitimidad: eliminando la desproporcionalidad en sus ¨®rganos de gobierno, otorgando mayor poder a los pa¨ªses de econom¨ªas emergentes, reorientando sus objetivos, poniendo ¨¦nfasis en el crecimiento sostenible y la distribuci¨®n de la renta. Olvidando el fundamentalismo de mercado. Zaf¨¢ndose del estigma que supone solicitar su asistencia financiera. Reconociendo equivocaciones. Abandonando su tradicional opacidad.
Christine Lagarde, la primera mujer en dirigir la instituci¨®n, traz¨® desde su llegada una agenda ambiciosa que va m¨¢s all¨¢ de la preocupaci¨®n por la estabilidad financiera. Se marcha al Banco Central Europeo y s¨®lo cabe confiar que su sucesor siga sus pasos y que, como muestra de los nuevos tiempos, su puesto no sea ocupado como hasta ahora por un europeo.
Pablo Mart¨ªn-Ace?a es catedr¨¢tico de Econom¨ªa, Historia e Instituciones Econ¨®micas de la Universidad de Alcal¨¢ y autor de libro 'Historia del Fondo Monetario Internacional'.
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