El programa secreto de ayuda exterior de Trump
El plan del presidente ronda los 40.000 millones, la mayor donaci¨®n a otras naciones desde el Plan Marshall
![El presidente de EE UU, Donald Trump, el jueves en Virginia. ?](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/G7A3XYP4T7K6UXXLN2GNF23RV4.jpg?auth=a14164a80a7aa008b76075281f73ab23e1042ab81137d1ed5d138747bb7ce59e&width=414)
Donald Trump se queja a menudo de que los medios no reconocen el m¨¦rito de sus logros. Y puedo pensar en al menos un caso en el que eso es cierto. Que yo sepa, casi nadie est¨¢ hablando de que bajo su mandato ha tenido lugar un gran ¡ªaunque oculto¡ª aumento en la ayuda exterior, el dinero que EE UU da a los extranjeros. De hecho, el programa oculto de Trump, que actualmente ronda los 40.000 millones de d¨®lares anuales, constituye probablemente la mayor donaci¨®n a otras naciones desde el Plan Marshall. Por desgracia, la ayuda no va ni a pa¨ªses pobres ni a los aliados de Estados Unidos. En vez de eso, se dirige a ricos inversores extranjeros.
Pero antes de llegar a eso, hablemos un momento de una afirmaci¨®n que Trump hace a menudo sobre un aspecto muy visible de su estrategia econ¨®mica: los aranceles que ha impuesto a las importaciones de China y otros pa¨ªses. Trump insiste una y otra vez en que China paga estos aranceles y representan miles de millones en beneficios para EE UU. Sin embargo, esta afirmaci¨®n es falsa. Normalmente, los aranceles los pagan los consumidores del pa¨ªs importador, no los exportadores. Y podemos confirmar que esto es lo que est¨¢ ocurriendo con los aranceles de Trump: los precios de los productos sujetos a esos impuestos han aumentado dr¨¢sticamente, m¨¢s o menos en l¨ªnea con los aumentos de los aranceles, mientras que los precios de los productos no sujetos a los nuevos impuestos no han subido. De modo que los aranceles de Trump no son un impuesto para los extranjeros, independientemente de lo que ¨¦l piense. Por otro lado, sus otras pol¨ªticas han dado a determinados extranjeros un gran respiro fiscal.
Recuerden que el ¨²nico gran logro legislativo de Trump hasta ahora es la Ley de Reducci¨®n de Impuestos y Empleo de 2017. El n¨²cleo de ese proyecto de ley fue una brusca reducci¨®n de la tributaci¨®n empresarial, hecho que llev¨® a una dr¨¢stica ca¨ªda de la recaudaci¨®n fiscal, del orden de 140.000 millones de d¨®lares el a?o pasado.
?Qui¨¦n sale ganando con este recorte impositivo? Los defensores del proyecto de ley afirmaron que los beneficios llegar¨ªan a los trabajadores en forma de salarios m¨¢s altos e insistieron en la importancia de la avalancha de anuncios de incentivos para las empresas a principios de 2018. Pero aquellos incentivos no fueron en realidad muy grandes y no continuaron. De hecho, a estas alturas est¨¢ claro que la oleada de incentivos, tal y como estaba planteada, trataba sobre todo de evadir impuestos: al adelantar los pagos que iban a hacer de todas formas, las empresas pod¨ªan deducir el gasto con el antiguo tipo impositivo, m¨¢s elevado. Ahora que esta opci¨®n ha expirado, los incentivos han vuelto a su nivel normal o incluso han descendido un poco.
?Y qu¨¦ decir del argumento seg¨²n el cual los recortes fiscales propiciar¨ªan un aumento de la inversi¨®n empresarial que tirar¨¢ de los salarios? Pues que tampoco est¨¢ ocurriendo; en lo que respecta a la inversi¨®n empresarial, el recorte fiscal ha sido un gran fiasco. Entonces, ?qui¨¦n se est¨¢ beneficiando de la rebaja de impuestos? B¨¢sicamente, los accionistas, que han recibido dividendos m¨¢s altos y han visto grandes ganancias de capital ya que las empresas no utilizan este dinero ca¨ªdo del cielo para invertir, sino para recomprar sus propias acciones. Y una buena parte de estas ganancias de los accionistas ha ido a parar a extranjeros.
Al fin y al cabo, vivimos en una era de finanzas globalizadas, en la cual los inversores ricos poseen activos en muchos pa¨ªses. Los estadounidenses poseen billones en capital extranjero, tanto directamente en forma de acciones extranjeras como indirectamente en forma de acciones de empresas estadounidenses con filiales extranjeras. Los extranjeros, a su vez, tienen grandes intereses en EE UU, de nuevo tanto a trav¨¦s de la posesi¨®n directa de acciones como mediante la operaci¨®n de sus filiales corporativas.
Por desgracia, este capital no va ni a pa¨ªses pobres ni aliados. En lugar de eso, se dirige a ricos inversores extranjeros
En conjunto, los extranjeros poseen el 35% del capital en empresas sujetas a la fiscalidad estadounidense. Y como consecuencia de ello, los inversores extranjeros han recibido el 35% de los beneficios de la rebaja fiscal. Como he dicho antes, eso es m¨¢s de 40.000 millones anuales. Para poner esto en perspectiva, los aranceles que Trump ha impuesto a China han recaudado 20.000 millones hasta ahora. Aunque China pagase esos aranceles ¡ªcosa que no est¨¢ haciendo¡ª eso se quedar¨ªa muy corto con respecto al regalo que Trump ha hecho a los inversores extranjeros. Alternativamente, podemos comparar el obsequio de Trump a los inversores extranjeros con nuestro gasto real en ayuda exterior. En 2017, EE UU gast¨® 51.000 millones en ¡°asuntos internacionales¡±, pero una buena parte de eso corresponde al coste de operar embajadas o a la ayuda militar. Las desgravaciones fiscales de Trump para los inversores extranjeros son considerablemente mayores que la cantidad total que gastamos en ayuda exterior propiamente dicha. Ahora bien, la econom¨ªa estadounidense es casi inconcebiblemente enorme y produce m¨¢s de 20 billones de d¨®lares en productos y servicios anualmente. Adem¨¢s, EE UU es un pa¨ªs en el que los inversores conf¨ªan a la hora de saldar deudas, as¨ª que la rebaja de impuestos, por irresponsable que sea, no est¨¢ provocando ning¨²n estr¨¦s fiscal inmediato.
De modo que el regalo de Trump a los inversores extranjeros no nos va a hacer ni bien ni mal, aunque probablemente sea suficiente para garantizar que la rebaja fiscal ser¨¢, sobre todo, un claro lastre para el crecimiento econ¨®mico: aunque la rebaja de impuestos tenga alg¨²n efecto positivo sobre los beneficios totales generados en EE UU (lo cual resulta dudoso), este se ver¨¢ probablemente m¨¢s que contrarrestado por el aumento del porcentaje de beneficios que perciben los extranjeros en vez de los ciudadanos estadounidenses. As¨ª y todo, incluso en EE UU, 40.000 millones por aqu¨ª, 40.000 millones de d¨®lares por all¨¢, y al final estamos hablando de dinero de verdad. Es m¨¢s, parece oportuno se?alar que aunque Trump se jacte de quitar dinero a los extranjeros, sus pol¨ªticas reales est¨¢n haciendo exactamente lo contrario.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa ? The New York Times, 2019.
Traducci¨®n de News Clips.
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