El yerno de Juan Roig tiene 1.000 millones para invertir

Atitlan, el fondo de inversi¨®n que preside Roberto Centeno, yerno del due?o de Mercadona, Juan Roig, vuela alto cinco a?os despu¨¦s de cortar sus lazos con la cadena de supermercados. El grupo gan¨® 48 millones de euros en 2018, un 60% m¨¢s que el ejercicio anterior. Y ha anunciado que piensa invertir en los pr¨®ximos a?os 1.000 millones en desarrollar sus filiales y en las ¡°oportunidades que puedan llegar¡±.

Su veintena de empresas participadas suman 1.100 empleados y est¨¢n organizadas en cuatro divisiones seg¨²n el sector al que pertenecen. En el primario, Atitlan tiene inversiones en Elaia, que explota 15.000 hect¨¢reas de olivar; Sea8, que produce 700 toneladas anuales de lenguado, y acaba de entrar en la producci¨®n de c¨ªtricos (Frutas Romo) y frutos secos (Nutlaia). La divisi¨®n industrial y de servicios incluye la promoci¨®n de parques fotovoltaicos y, bajo el paraguas de Mosaiq, la recogida, tratamiento y reaprovechamiento de residuos urbanos y limpieza de calles. En el inmobiliario tiene presencia en promoci¨®n, desarrollo de suelo, hoteles, log¨ªstica, centros comerciales y edificios de oficinas. Y en el financiero participa en Ahorro Corporaci¨®n, un referente para las medianas empresas espa?olas, y mantiene una rama de operaciones de cr¨¦dito especial a empresas y productos cotizados.

El presidente de Atitlan, Roberto Centeno, de 49 a?os, es hijo del catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y ex consejero delegado de Campsa del mismo nombre. Estudi¨® Econom¨ªa y Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Brown, Estados Unidos. Y fue directivo de banca de inversi¨®n y mercados en Goldman Sachs y Merrill Lynch en Londres. All¨ª conoci¨® a Aritza Rodero, consejero delegado del grupo, y juntos fundaron en 2005 Atitlan en Valencia. Centeno est¨¢ casado con Carolina Roig Herrero, una de las cuatro hijas del presidente de Mercadona y una de las dos que trabajan en la compa?¨ªa de distribuci¨®n valenciana, de la que es secretaria del consejo de administraci¨®n.

Atitlan ha invertido en estos 15 a?os 800 millones, fundamentalmente en Espa?a, aunque tambi¨¦n en Portugal y Marruecos. ¡°Espa?a es un gran pa¨ªs para invertir, con sectores de mucho potencial y grandes empresarios, y tenemos previsto aumentar nuestro ritmo de inversiones y seguir apostando a largo plazo por nuestra econom¨ªa¡±, responde Centeno, que se prodiga muy poco en los medios, en la ¨²nica declaraci¨®n oficial que ha hecho a trav¨¦s de su departamento de Comunicaci¨®n para este reportaje.

En las sobrias oficinas del fondo, situadas en un piso de la calle de Don Juan de Austria, en el centro de Valencia, el director financiero de Atitlan, Luis Sanz menciona el sector primario, la energ¨ªa fotovoltaica y el reaprovechamiento de residuos urbanos como terrenos propicios para crecer. ¡°Pero somos bastante agn¨®sticos sobre los sectores, no tenemos favoritos. Analizamos m¨²ltiples oportunidades y siempre que encontremos una empresa con un modelo de negocio probado y potente, con capacidad de escalar y un equipo directivo potente, nos puede interesar¡±, afirma.

¡°Muchas veces nos ponen la etiqueta de capital riesgo, pero no lo somos. Invertimos en creaci¨®n y consolidaci¨®n de empresas a muy largo plazo. M¨¢s del 85% de nuestros fondos son propiedad de los socios de Atitlan. Y la parte que no es de Roberto Centeno y de Aritza Rodero es de peque?os inversores, family and friends, que desde el origen est¨¢n con Atitlan. Eso nos permite hacer inversiones que de otra forma ser¨ªan muy dif¨ªciles por los plazos de permanencia, el perfil de rentabilidad y de riesgo de los primeros a?os¡±, se?ala Sanz. El equipo de Atitlan lo forman 19 personas ¡°con una jerarqu¨ªa muy plana¡±. Suele tener como socios a empresas familiares. Y tiende a realizar operaciones fuera del mercado. ¡°A los grandes procesos de subastas y pujas es dif¨ªcil que vayamos¡±, a?ade el directivo.

El fondo se especializ¨® en su primera etapa, en 2010, en un momento de grandes problemas de financiaci¨®n en el mercado, en inyectar capital en empresas que eran proveedoras preferentes de Mercadona (lo que la cadena de supermercados llama interproveedores) para hacerlas crecer hasta ser lo bastante grandes como para cubrir la enorme demanda de la red de tiendas. El fondo, que nunca tuvo v¨ªnculos accionariales ni mercantiles con la compa?¨ªa de distribuci¨®n, cumpli¨® esa misi¨®n en Verdifresh (fabricante de ensaladas), Dafsa (zumos), Naturvega (salsas y ensaladillas), Ibersnacks (aperitivos) y Bynsa (comida para mascotas).

Hace cinco a?os, sin embargo, dio un vuelco y en unos meses desinvirti¨® en los cuatro grandes proveedores en los que segu¨ªa, vendiendo su parte a los directivos de los fabricantes, que eran sus socios. Justo despu¨¦s, a principios de 2014, el fondo dej¨® de administrar Angels Capital, el veh¨ªculo de capital semilla de Juan Roig, que pas¨® a integrarse en el polo emprendedor situado en el puerto de Valencia, Marina de Empresas. Algunas fuentes se?alan que fue decisi¨®n de Juan Roig. Otras aseguran que el modelo, muy rentable, pero perfectamente planificado de invertir en proveedores de los supermercados, ¡°se les qued¨® peque?o¡± a los gestores de Atitlan y fueron ellos quienes prefirieron separarse, hacer su camino y desarrollar su propio modelo de negocio.

Sanz afirma, por su parte, que la salida de las empresas proveedoras fue progresiva y estaba prevista: ¡°Hubi¨¦ramos estado encantados de seguir, porque ten¨ªan una gran capacidad de generaci¨®n, pero ten¨ªamos el acuerdo con nuestros socios de revenderles nuestra parte cuando la compa?¨ªa tuviera suficiente capacidad para comprarnos¡±.

En octubre de 2014, la UDEF registr¨® la anterior sede de Atitlan dentro de una investigaci¨®n por blanqueo de la Audiencia Nacional centrada en Oleguer Pujol, hijo del expresidente catal¨¢n Jordi Pujol. ¡°Hicimos un par de inversiones inmobiliarias en conjunto con Drago Capital [firma de Oleguer Pujol], que era un referente en el sector. Y el domicilio social de una de las sociedades que ten¨ªamos en coparticipaci¨®n estaba en nuestra sede, porque la administraci¨®n la llev¨¢bamos en Atitlan. La UDEF vino, pidieron documentos y acceso a los servidores. Les dimos todo sin mayor problema y estamos fuera de cualquier proceso¡±, afirma Sanz.