El futuro del empleo que ya pas¨®
Aunque es f¨¢cil imaginarse la destrucci¨®n de miles de empleos, el cambio tecnol¨®gico tiene implicaciones m¨¢s complejas y menos catastr¨®ficas
El futuro da miedo. M¨¢s a¨²n si le a?adimos una dosis de tecnolog¨ªa que recuerda distop¨ªas cinematogr¨¢ficas y un aluvi¨®n de cifras amenazadoras. Si los robots acabar¨¢n con el trabajo de las personas es una pregunta que nadie puede responder con todas las certezas. Pero desde los primeros estudios sobre el asunto hasta ahora, el escenario parece cada vez menos catastr¨®fico.
El debate est¨¢ marcado por la idea de que algo (mucho) se va a destruir, sobre todo porque es m¨¢s sencillo que imaginar la creaci¨®n de lo que todav¨ªa no existe. La destrucci¨®n la vemos en nuestro d¨ªa a d¨ªa. Las cajas autom¨¢ticas que empiezan a sustituir a los empleados en los centros comerciales y los cajeros que desaparecen de nuestras calles son consecuencias de la tecnolog¨ªa a las que ya nos hemos acostumbrado. La academia ha intentado cuantificarlas con estudios como el de Michael Osborne y Carl Frey, de Oxford, que en 2013 estimaron en un 47% los empleos en riesgo de automatizaci¨®n (rebajaron al 35% esa predicci¨®n hace dos a?os).
Los nuevos perfiles y puestos de trabajo que nacer¨¢n gracias a los avances tecnol¨®gicos son mucho m¨¢s complejos de identificar. Para hacer un s¨ªmil con el pasado, Ian Stewart y Debapratim De, economistas de Deloitte, han analizado qu¨¦ efectos han tenido sobre el empleo otras revoluciones tecnol¨®gicas. Han creado una serie temporal comparable, a partir de los datos del censo, para identificar c¨®mo han evolucionado los empleos desde 1871 hasta 2014 en Reino Unido y en Gales. El cambio m¨¢s profundo, explican, es el que mueve los trabajos de ser fuente de fuerza a ser fuente de cuidados, educaci¨®n y provisi¨®n de servicios. ¡°Nuestro an¨¢lisis¡±, explican, ¡°identifica que los trabajos rutinarios, manuales y cognitivos, son los que m¨¢s han sufrido, porque la tecnolog¨ªa puede sustituir f¨¢cilmente el trabajo mec¨¢nico. Pero la misma tecnolog¨ªa es altamente complementaria para trabajos cognitivos no rutinarios: no hay posibilidad de sustituir el trabajo como el que hacen los cuidadores, enfermeros o tareas de consultor¨ªas de gesti¨®n¡±.
La evoluci¨®n de los empleos demuestra que a lo largo de 200 a?os el aumento de la automatizaci¨®n ha llevado siempre a un crecimiento econ¨®mico m¨¢s r¨¢pido. Y ese avance tecnol¨®gico, subrayan, no ha hecho m¨¢s que ir de la mano del aumento de las tasas de empleo.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, esta transformaci¨®n ha polarizado el mercado de trabajo de las econom¨ªas m¨¢s avanzadas. Tal y como advierte la OCDE en su ¨²ltimo informe sobre el futuro del empleo, la porci¨®n de trabajos que requieren una cualificaci¨®n media ha descendido frente a la porci¨®n de trabajos altamente cualificados o de muy baja cualificaci¨®n. En Espa?a, el peso de los empleos muy cualificados ha aumentado en diez puntos porcentuales entre 1996 y 2015. Es justamente la tecnolog¨ªa el factor que m¨¢s ha empujado hacia esta polarizaci¨®n, m¨¢s a¨²n que la globalizaci¨®n, se?ala la OCDE.
La tecnolog¨ªa mueve el trabajo hacia la polarizaci¨®n, aupando los trabajos altamente cualificados. ?Y qu¨¦ ocurre con los sueldos? Los j¨®venes sin estudios universitarios han conseguido los trabajos m¨¢s b¨¢sicos, y en consecuencias los menores sueldos. Pero tambi¨¦n es cada vez m¨¢s com¨²n que los j¨®venes bien formados tengan mayores probabilidades de encontrar trabajos mal remunerados, como ya ocurre en 22 de los 30 pa¨ªses de la OCDE. Una carrera universitaria no implica un trabajo con un buen sueldo y sobre todo en Espa?a, donde el porcentaje de j¨®venes con estudios que se ha encontrado con trabajos de baja escala salarial ha aumentado m¨¢s de 20 puntos porcentuales entre 2006 y 2016.
Es decir, aumenta la disponibilidad de trabajos que requieren grandes habilidades -y buena formaci¨®n- pero disminuyen los trabajos bien remunerados. ?Se volver¨¢ a alcanzar el equilibrio? Las previsiones son optimistas. El Foro Econ¨®mico Mundial ha utilizado datos de LinkedIn para identificar las tendencias en los perfiles m¨¢s buscados entre 2013 y 2017. Absolutamente todos requieren mucha formaci¨®n y capacidades t¨¦cnicas elevadas mientras ofrecen remuneraciones por encima de la media.
En el mismo informe, el WEF pregunta a 313 directivos de empresas multinacionales, qu¨¦ tareas ser¨¢n previsiblemente m¨¢s requeridas en un horizonte 2022: analistas de datos y cienti?ficos, especialistas en inteligencia artificial, directores generales, especialistas en big data, especialistas en transformacio?n digital. Las ma?s amenazadas por la digitalizacio?n ser¨¢n las de entrada de datos, contabilidad y no?minas, secretari?a administrativa y ejecutiva, trabajos de montaje y de fa?brica, informacio?n al cliente y servicios al consumidor.
En Espa?a, la tendencia recuerda mucho a la se identific¨® en Reino Unido para el siglo pasado. En un cuestionario remitido a empleadores espa?oles, Ram¨®n Alos, profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, llega a la conclusi¨®n de que los sectores m¨¢s propicios para la creacio?n de empleo en un horizonte 2025 son, por el siguiente orden: salud y servicios sociales, servicios de las TIC, ocio y cultura, servicios profesionales, educacio?n y hosteleri?a-restauracio?n. Los ma?s desfavorecidos ser¨¢n banca y seguros, tareas administrativas, manufactura, agricultura, comercio y administracio?n pu?blica.
La tecnolog¨ªa, apunta el estudio de Alos, ayudar¨¢ a crear empleos en salud o sanidad y servicios sociales, en actividades de ocio y cultura, en hosteler¨ªa y restauracio?n, en transporte y logi?stica. ¡°El aumento del empleo en esta u?ltima y en servicios de las TIC puede responder a unas crecientes necesidades empresariales o de las cadenas de fabricacio?n, tambie?n de la administracio?n pu?blica, en dichos a?mbitos, impulsado por los avances y retos tecnolo?gicos, en digitalizacio?n e innovacio?n¡±, resume el autor.
Esto har¨¢ que se mantenga, avisa, la ya creciente polarizaci¨®n del empleo: aumentara?n las ocupaciones ma?s profesionalizadas y con mejores salarios, al mismo tiempo que las menos cualificadas y con peores condiciones de empleo.
Las transformaciones tecnol¨®gicas no son, pues, el futuro. Son el presente, el d¨ªa a d¨ªa que ya estamos viviendo. Est¨¢ por ver c¨®mo calar¨¢n en el mercado de trabajo actual, qu¨¦ tareas resistir¨¢n y cu¨¢les ser¨¢ mejor automatizar o c¨®mo se gestionar¨¢n las desigualdades de un entorno cada vez m¨¢s polarizado.