Los aranceles de EE UU a las importaciones tensan la relaci¨®n con Brasil y Argentina
La medida rompe la buena sinton¨ªa de Bolsonaro y Macri con Trump
Perplejidad. Ese fue el efecto que provoc¨® en Argentina y Brasil la decisi¨®n del presidente Donald Trump de restablecer los aranceles al aluminio y el acero que Estados Unidos compra a sus aliados del Mercosur. Trump consider¨® la vuelta del impuesto, suspendido desde junio de 2018, un castigo a ¡°la devaluaci¨®n masiva¡± del peso y el real, que llevan este a?o una p¨¦rdida de su valor del 60% y el 20%, respectivamente. Para el presidente estadounidense, Argentina y Brasil se aprovechan de la fortaleza del d¨®lar para ganar en competitividad y castigar as¨ª a los agricultores de Estados Unidos. Para Argentina, los aranceles suponen un duro regalo de despedida de Trump a Mauricio Macri, a quien consider¨® casi un amigo personal. En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro dijo que hablar¨¢ con Trump, si hace falta, porque tiene ¡°canal abierto con ¨¦l¡±.
Brasil y Argentina lograron el a?o pasado quedar fuera de la lista de pa¨ªses castigados por los aranceles al acero y el aluminio, decretados por Trump como parte de su guerra comercial con China. Fue crucial la buena sinton¨ªa entre los presidentes, en momentos en que Washington estaba especialmente preocupado por la influencia regional china en el cono sur americano. Pero las econom¨ªas de los socios del Mercosur no tuvieron un buen 2019.
En el caso argentino, el peso se derrumb¨® frente al d¨®lar y este a?o la inflaci¨®n rondar¨¢ el 60%, pese a la ayuda de 57.000 millones de d¨®lares que Macri recibi¨® desde el FMI, previa autorizaci¨®n de Trump. El real brasile?o, en tanto, super¨® la semana pasada la barrera de las cuatro unidades por d¨®lar, hasta el r¨¦cord hist¨®rico de 4,27 reales. La moneda brasile?a est¨¢ presionada por una combinaci¨®n de factores, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las protestas en pa¨ªses vecinos, como Bolivia, Chile y Colombia, y la vuelta al poder del peronismo kirchnerista en Argentina. La declaraci¨®n del ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes, quien dijo que no estaba preocupado por la devaluaci¨®n, asust¨® a¨²n m¨¢s a los inversionistas.
El presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, dijo esta ma?ana que hablar¨¢ con el ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes, sobre el tema y agreg¨® que, en caso de que sea necesario, se comunicar¨¢ directamente con el presidente de los Estados Unidos. ¡°Tengo un canal abierto con ¨¦l¡±, dijo. Poco despu¨¦s, en una entrevista a la estaci¨®n de radio Itatiaia en Bras¨ªlia, Bolsonaro declar¨® que el anuncio de Trump es "munici¨®n" para sus opositores en Brasil y que no entiende la medida como una ¡°represalia¡±. El ministerio de Econom¨ªa difundi¨® m¨¢s tarde un comunicado en el que asegur¨® que ¡°el Gobierno trabajar¨¢ para defender los intereses comerciales de Brasil y garantizar la fluidez del comercio con Estados Unidos, con el objetivo de ampliar el comercio y profundizar las relaciones bilaterales¡±.
Desde el Instituto Brasile?o del Acero (Insitituto A?o Brasil), principal afectado por los aranceles, dijeron que recibieron con perplejidad la decisi¨®n anunciada por Trump. Aclararon adem¨¢s que el mercado de divisas en Brasil es libre, sin intervenci¨®n estatal, y que el Gobierno no tiene ninguna iniciativa para devaluar artificialmente la moneda. ¡°La decisi¨®n de reimponer las tarifas del acero brasile?o como una forma de compensar al agricultor estadounidense es una represalia contra Brasil, que no es consistente con las relaciones de cercan¨ªa entre los dos pa¨ªses¡±, dice la nota enviada al diario EL PA?S. ¡°Finalmente, tal decisi¨®n termina perjudicando a la propia industria sider¨²rgica estadounidense, que necesita productos semiacabados exportados por Brasil para operar sus f¨¢bricas¡±.
Para la consultor¨ªa financiera XP Investimentos, la declaraci¨®n del presidente de los EE. UU es un claro intento de reforzar el apoyo pol¨ªtico de los productores estadounidenses de acero y aluminio (sus votantes) a medida que se acercan las elecciones primarias de EE. UU. A¨²n en la evaluaci¨®n de la consultor¨ªa, el impacto econ¨®mico (de primer orden) de esta medida es negativo, pero algo limitado, ya que estos productos representan solo el 1.7% de las exportaciones totales brasile?as. ¡°Sin embargo, reconocemos que la medida podr¨ªa afectar la econom¨ªa a trav¨¦s de las expectativas, ya que podr¨ªan anunciarse m¨¢s medidas pronto si las negociaciones fracasan¡±, dice el informe de XP Investimentos publicado este lunes.
En Argentina, en tanto, el canciller Jorge Faurie habl¨® por tel¨¦fono con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Willbur Ross, ¡°para negociar en distintos niveles y ver c¨®mo se puede encarar el tema¡±, dijeron a EL PA?S fuentes de la Canciller¨ªa. El portavoz no quiso dar detalles de la conversaci¨®n. La negociaci¨®n ha quedado tambi¨¦n en manos del ministro de Producci¨®n, Dante Sica, quien pidi¨® al embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, que pida una entrevista personal con Ross, un funcionario que estuvo en Buenos Aires y que la Casa Rosada considera un aliado. El problema de Argentina es que en ocho d¨ªas Alberto Fern¨¢ndez reemplazar¨¢ a Macri y cualquier negociaci¨®n que se inicie deber¨¢ continuar con nuevos funcionarios.
Las exportaciones de acero y, sobre todo, aluminio representan para Argentina unos 700 millones de d¨®lares de ingresos al a?o. Y Estados Unidos es su principal cliente. Desde el sector industrial lamentaron las restricciones comerciales en un momento en que el pa¨ªs necesita con urgencia el ingreso de dinero fresco para revertir la falta de cr¨¦dito internacional y la amenaza de la cesaci¨®n de pagos de su deuda externa. Javier Madanes Quintanilla, presidente de Aluar, el mayor productor de aluminio de Argentina, responsabiliz¨® al gobierno de Macri por la vuelta de los aranceles. En declaraciones al diario La Naci¨®n, dijo que hubo una ¡°mala lectura¡± de las consecuencias de la guerra comercial y ¡°una inoperancia que asusta en el manejo de la estrategia de negocios internacionales¡±.
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