China: el alto precio de vencer al virus
El pronosticado primer retroceso interanual de la econom¨ªa china en casi medio siglo muestra el camino que espera al resto del mundo
El centro comercial de Taikooli es uno de los lugares m¨¢s concurridos de Pek¨ªn. En la tarde del viernes, un grupo de viandantes al otro lado de la calle aguardaba el momento de cruzar de acera, preparados para despedir la semana laboral yendo al cine, de tiendas o a cenar. Eran apenas una decena, lejos de la aglomeraci¨®n que en condiciones normales dificulta alcanzar el margen opuesto antes de que el sem¨¢foro vuelva a cambiar. Pero ya eso es una mejor¨ªa: en febrero, esta misma avenida estaba tan desierta que se hubiera podido escuchar el sonido de una moneda cayendo al suelo. Y todo ese silenc...
El centro comercial de Taikooli es uno de los lugares m¨¢s concurridos de Pek¨ªn. En la tarde del viernes, un grupo de viandantes al otro lado de la calle aguardaba el momento de cruzar de acera, preparados para despedir la semana laboral yendo al cine, de tiendas o a cenar. Eran apenas una decena, lejos de la aglomeraci¨®n que en condiciones normales dificulta alcanzar el margen opuesto antes de que el sem¨¢foro vuelva a cambiar. Pero ya eso es una mejor¨ªa: en febrero, esta misma avenida estaba tan desierta que se hubiera podido escuchar el sonido de una moneda cayendo al suelo. Y todo ese silencio cuesta una fortuna. China empieza a recuperar la vitalidad despu¨¦s de que la lucha contra el coronavirus, que se ha cobrado m¨¢s de 3.200 vidas, provocara un cierre absoluto. Con la infecci¨®n por fin a raya, el pa¨ªs se prepara para recibir un segundo impacto: el de su factura.
Las predicciones para el crecimiento del PIB en el primer trimestre del a?o apuntan a que la econom¨ªa china sufrir¨¢ un retroceso hist¨®rico. Si se cumplen los augurios, el resultado ser¨¢ negativo por primera vez en casi medio siglo. Semejante racha atestigua tanto el vertiginoso progreso de las ¨²ltimas d¨¦cadas como la dimensi¨®n del rev¨¦s. China no menguaba desde 1976. En aquel a?o aciago, a los estertores de la Revoluci¨®n Cultural se sum¨® la muerte de Mao Zedong, m¨¢ximo dirigente de la Rep¨²blica Popular desde su fundaci¨®n en 1949, la de su primer ministro Zhou Enlai ¨Caunque para entonces ya llevara varios meses condenado al ostracismo¨C y la de otro cuarto de mill¨®n de personas a causa del devastador terremoto de Tangshan ¨Ccifras extraoficiales elevan el recuento hasta las 750.000¨C. Ese a?o, su econom¨ªa se contrajo un 1,6%. Por poner en perspectiva el efecto de este periodo de bonanza: aquella China era la octava econom¨ªa mundial, con un PIB apenas un 30% superior al de Espa?a. Hoy, cada vez m¨¢s cerca del primer puesto, es casi 10 veces mayor.
El gigante asi¨¢tico no ha detenido su paso desde entonces, llegando a avanzar con zancadas anuales superiores al 10% hasta en 14 ocasiones. Sus n¨²meros se han mantenido indemnes frente a infortunios como la matanza de Tiananmen de 1989 (4,2%), la crisis financiera en 2008 (9,7%) o la guerra comercial con Estados Unidos desde 2018 (6,7%). El a?o pasado, el conflicto con la Administraci¨®n Trump contribuy¨® a dejar el marcador en 6,1%. Esta cifra ya supuso el peor resultado en 29 a?os ¨Cprecisamente desde la inestabilidad pol¨ªtica y las sanciones internacionales que siguieron a Tiananmen en 1990 (3,9%)¨C. El resultado del cuarto y ¨²ltimo trimestre de 2019 reflejaba un 6%, segundo m¨ªnimo hist¨®rico consecutivo desde que las autoridades comenzaran a publicar la variaci¨®n trimestral en 1992. Ahora, no obstante, el coronavirus amenaza con convertir esta progresiva desaceleraci¨®n en una recesi¨®n fulminante.
Las previsiones de los analistas para los tres primeros meses de este a?o comprenden desde el -4.2% de Standard Chartered Bank hasta el -9% en el que coinciden Goldman Sachs y Nomura. Aunque la autenticidad del dato definitivo, que ver¨¢ la luz el mes que viene, suscita dudas razonables ¨Ca¨²n m¨¢s trat¨¢ndose de una marca tan adversa¨C, hay motivos para la credibilidad. ¡°Reflejar¨¢ la realidad porque interesa¡±, apunta Alicia Garc¨ªa-Herrero, economista jefe para Asia de Natixis. ¡°Una cifra negativa trasmitir¨¢ el mensaje de que el Gobierno ha hecho un esfuerzo y est¨¢ ganando la batalla: es una estrategia de comunicaci¨®n¡±. Existe, adem¨¢s, una segunda raz¨®n: el precedente de los primeros ¨ªndices econ¨®micos de 2020, publicados este lunes, los cuales exponen el desmoronamiento de la actividad econ¨®mica en China.
Las peores cifras de la serie hist¨®rica
Desde la semana pasada, el coronavirus ya se mide en n¨²meros. La producci¨®n industrial ¨Cuna m¨¦trica fundamental para ¡°la f¨¢brica del mundo¡±¨C cay¨® un 13,5%. Las ventas al por menor, expresi¨®n del consumo, se hundieron un 20,5%. La inversi¨®n en activos fijos perdi¨® un 24,5%. No solo los resultados de estos tres indicadores fueron peores de lo esperado, es que en la serie hist¨®rica no constan cifras peores. No hay un solo lugar donde el golpe no duela: el impacto del cierre afecta a todas las dimensiones de la vida econ¨®mica. El consumo de electricidad, por ejemplo, se redujo un 7,8%. Seg¨²n datos de la Oficina Nacional de Estad¨ªstica, el paro pas¨® de un 5,2 a un 6,2%, su cota m¨¢s alta hasta la fecha. Tomando como base la poblaci¨®n activa china, esto se traduce en que casi cinco millones de personas perdieron su empleo en los ¨²ltimos dos meses.
Por todo ello, y con las infecciones a priori bajo control ¨Cel jueves fue el primer d¨ªa desde el comienzo de la pandemia en que no se reportaron nuevos contagios dom¨¦sticos¨C, el Partido vira para hacer de la recuperaci¨®n una nueva prioridad. Antes de la debacle, el calendario chino ten¨ªa dos grandes prop¨®sitos marcados en el calendario de este a?o. En 2020 China deb¨ªa acabar con la extrema pobreza ¨Cmedida en t¨¦rminos propios¨C y doblar el tama?o de su econom¨ªa con respecto a 2010. El pasado lunes, sin embargo, apenas 15 minutos antes de que los ¨ªndices fueran divulgados, el diario oficial China Daily public¨® un art¨ªculo en el que redoblaba la apuesta por erradicar la extrema pobreza, pero se?alaba que el segundo objetivo se materializar¨ªa ¡°alrededor de 2021¡±. Esta postergaci¨®n es buena muestra de que el Gobierno no va a asumir riesgos excesivos a la hora de nivelar de nuevo su balance econ¨®mico. As¨ª lo ratific¨® el primer ministro Li Keqiang en un discurso pronunciado la semana pasada en una sesi¨®n del Consejo de Estado. ¡°No es de gran importancia¡±, asegur¨®, ¡°que el crecimiento econ¨®mico sea un poco m¨¢s alto o un poco m¨¢s bajo mientras el mercado laboral permanezca estable¡±.
La importancia del empleo
¡°La tasa de desempleo es importante para cualquier pa¨ªs¡±, afirma Zhu Tian, profesor de Econom¨ªa y decano adjunto de la escuela de negocios CEIBS. ¡°Hay una marcada correlaci¨®n entre el empleo y el PIB. El Gobierno persigue que las empresas mantengan los salarios e incluso contraten nuevos trabajadores. Esto, por supuesto, pondr¨¢ presi¨®n sobre sus beneficios, pero el mensaje central es que todos estamos en el mismo barco¡±. Las declaraciones del primer ministro Li, asimismo, inciden en la importancia del empleo en dos dimensiones paralelas. La primera, como palanca para reactivar el tejido productivo. Los ¨ªndices de actividad elaborados por la consultora Trivium estiman que la econom¨ªa china ya est¨¢ funcionando a un 70% de su capacidad, un porcentaje que ha progresado en las ¨²ltimas semanas, pero del que las pymes siguen siendo el extremo d¨¦bil.
La industria china enfrenta en este momento dos carencias acuciantes: le faltan tanto productores como consumidores. Al sistema le urge movilizar a la masa de trabajadores migrantes atascados en sus casas, de ah¨ª que el Gobierno haya llamado a relajar las restricciones a la circulaci¨®n. Reflotar el empleo desencadenar¨ªa un c¨ªrculo virtuoso que devolver¨ªa el equilibro al mercado, ya que permitir¨ªa aumentar a la vez la oferta y los ingresos familiares que desembocan en el consumo, es decir, la demanda.
Este ¨²ltimo punto, el consumo, es un nudo. Ahora que los focos m¨¢s peligrosos del coronavirus se han desplazado a Europa y Estados Unidos, preocupa en Pek¨ªn que una demanda externa endeble lastre su recuperaci¨®n. Al mismo tiempo, una ca¨ªda en el consumo chino puede hacer a¨²n m¨¢s dura la situaci¨®n en Occidente. ¡°La Gran Depresi¨®n es el modelo m¨¢s pr¨®ximo a lo que suceder¨¢ en los pr¨®ximos meses, m¨¢s que la crisis financiera de 2008¡±, expone Garc¨ªa-Herrero. ¡°La clave reside en que se trata de un shock sim¨¦trico que afecta a todo el mundo a la vez. Estamos pensando en t¨¦rminos de ciclo cuando no hay tal cosa: el mundo se ha parado. No es una recesi¨®n, es una depresi¨®n. ?C¨®mo no van a subir los precios [y bajar el consumo] cuando la actividad pierde un 20%? China no se puede aislar, especialmente sin tener una moneda reserva¡±.
La segunda derivada de calado que comporta el desempleo es su capacidad de generar descontento popular. Esto resulta fundamental en un modelo pol¨ªtico cuyo contrato social intercambia libertad individual por prosperidad econ¨®mica. En un contexto de ralentizaci¨®n como el actual, es inevitable que los ingresos dom¨¦sticos se resientan. ¡°Las rentas familiares en China han evolucionado en paralelo al PIB. Las previsiones ahora prev¨¦n entre un 2 y 3% de crecimiento para 2020, pero es que hace un a?o las rentas avanzaban a un ritmo del 10% anual. No va a ser f¨¢cil¡±, argumenta Garc¨ªa Herrero. ¡°Por eso el Gobierno procura, casi a costa de todo, que el desempleo no aumente¡±. La prosperidad econ¨®mica es la primera fuente de legitimidad para el Gobierno del Partido. Y para el Partido no hay nada por encima del Partido. Al fin y al cabo todos los billetes, pese a no hacer ruido al caer, llevan impresos el rostro de Mao.