El petr¨®leo de EE UU pugna por regresar a terreno positivo tras la orden de Trump de llenar las reservas
El crudo de referencia en Europa sufre un nuevo batacazo, pero se mantiene en n¨²meros verdes: el barril de 'brent¡¯ a¨²n vale 20 d¨®lares
La l¨®gica econ¨®mica ha regresado este martes, por la m¨ªnima y solo durante un corto periodo de tiempo, al mercado petrolero estadounidense. El barril de crudo texas, el de referencia en la primera potencia mundial, volvi¨® a cotizar durante unas horas en positivo despu¨¦s de que el lunes se dejase, atenci¨®n, el 300% de su valor, y entrase en negativo por primera vez de su historia. Con todo, el regreso a n¨²meros verdes es demasiado d¨¦bil y vol¨¢til como para considerarlo una tendencia asentada: tras repuntar, atenci¨®n de nuevo, m¨¢s de un 100% en los primeros compases de la jornada, iba per...
La l¨®gica econ¨®mica ha regresado este martes, por la m¨ªnima y solo durante un corto periodo de tiempo, al mercado petrolero estadounidense. El barril de crudo texas, el de referencia en la primera potencia mundial, volvi¨® a cotizar durante unas horas en positivo despu¨¦s de que el lunes se dejase, atenci¨®n, el 300% de su valor, y entrase en negativo por primera vez de su historia. Con todo, el regreso a n¨²meros verdes es demasiado d¨¦bil y vol¨¢til como para considerarlo una tendencia asentada: tras repuntar, atenci¨®n de nuevo, m¨¢s de un 100% en los primeros compases de la jornada, iba perdiendo fuelle con el paso de las horas, dando paso a un baile de los precios en la frontera misma del cero.
El contagio ha llegado este martes al barril de brent, que se deja casi la quinta parte de su valor, hasta el entorno de los 20 d¨®lares por barril, su nivel m¨¢s bajo desde 2001. Hay varios motivos para que esto suceda: a diferencia del texas, la liquidaci¨®n de los futuros del crudo que se consume en el Viejo Continente es en junio y no en mayo ¡ªy para entonces se espera que el consumo haya vuelo, al menos parcialmente, a la vida¡ª y la imposibilidad de trasladar ese crudo desde el centro de EE UU hasta otras latitudes ante la alt¨ªsima demanda de buques no solo ya para el trasiego de barriles sino para su almacenamiento ante el llenazo de los dep¨®sitos tierra adentro. Aun as¨ª, la correlaci¨®n entre ambos mercados es evidente: ¡°Detr¨¢s de todo hay un factor ¨²nico: un colapso brutal de la demanda, que no sabe cu¨¢ndo se va a recuperar, y una imposibilidad de almacenar m¨¢s¡±, apunta Gonzalo Escribano, del Real Instituto Elcano, que no descarta ver n¨²meros negativos tambi¨¦n en la referencia europea. ¡°No pondr¨ªa la mano en el fuego: todo depende de la demanda, y mientras esta no se recupere, no se va a estabilizar. ?Cu¨¢ndo volveremos a coger un avi¨®n? ?Y el coche para ir a la playa?¡±, se cuestiona. Esas son hoy las preguntas clave para tratar de intuir por d¨®nde ir¨¢ el futuro m¨¢s inmediato.
Que los futuros del crudo estadounidense para entrega en mayo llegasen a cotizar el lunes en negativo quiere decir que quienes compraban un barril con entrega en mayo no solo no ten¨ªan que pagar nada sino que recib¨ªan dinero a cambio de qued¨¢rselo. El motivo: la saturaci¨®n de los puntos de almacenamiento y la propia din¨¢mica de una industria en la que cerrar un pozo petrolero y parar la producci¨®n es, muchas veces, m¨¢s oneroso que seguir bombeando, incluso cuando eso aboque a tener que vender a p¨¦rdidas, regalar el crudo o ¡ªdirectamente, como hemos visto el lunes en su versi¨®n m¨¢s extrema,¡ª pagar a quien lo retire. El mundo al rev¨¦s, al menos respecto a lo que dicta nuestra intuici¨®n. ?Por qu¨¦ ahora? El desplome del lunes tiene que ver, adem¨¢s, con una din¨¢mica propia del mercado: era la v¨ªspera de la jornada de vencimiento en el mercado de futuros del crudo de Chicago y quienes todav¨ªa ten¨ªan en su poder contratos de entrega en mayo trataron de deshacerse de ellos a marchas forzadas ante la incapacidad de poder guardarlo cuando se produjese su transferencia f¨ªsica. Aunque in¨¦ditos en el caso del petr¨®leo, los precios negativos no son una cosa tan infrecuente en energ¨ªa, recuerda Escribano. ¡°Los pozos no se cierran de la noche a la ma?ana: si lo cierras de golpe y mal, puedes estropearlo".
A primera hora del martes quien quisiera hacerse con un derecho futuro sobre un barril de petr¨®leo estadounidense ten¨ªa que rascarse el bolsillo. Simb¨®licamente, pero ten¨ªa que pagar: un centavo de d¨®lar en el toque de campana europeo. El anuncio de que Estados Unidos comprar¨¢ hasta 75 millones de barriles para llenar hasta los topes las reservas estrat¨¦gicas contribuye a estabilizar m¨ªnimamente el mercado. Es, como ha reconocido el propio presidente estadounidense Donald Trump, la primera vez en mucho tiempo que el pa¨ªs norteamericano llenar¨¢ al m¨¢ximo sus dep¨®sitos en una acci¨®n que tiene un objetivo doble: por un lado retira de la circulaci¨®n una cantidad importante y por otro se hace, a precios de derribo, con una cantidad ingente de crudo para hacer frente a potenciales disrupciones futuras de oferta. Nuevamente el Estado como factor de estabilizaci¨®n de un mercado, el petrolero, sumido en una tormenta in¨¦dita.
El movimiento de Trump tambi¨¦n debe ser le¨ªdo, claro, en clave pol¨ªtica: el coronavirus provocar¨¢, ya con total seguridad, que la econom¨ªa llegue claramente en recesi¨®n a las elecciones de noviembre y el magnate sencillamente no puede permitirse una sangr¨ªa de empleo en la potente industria petrolera texana, que descansa casi ¨ªntegramente en el fracking: una t¨¦cnica que ha llevado al gigante norteamericano al cetro de primer productor mundial y que le ha permitido levantar la restricci¨®n hist¨®rica sobre las exportaciones, pero muy sensible a precios del petr¨®leo por debajo de los 40 d¨®lares. Con el valor del crudo rozando el cero, sencillamente todas las empresas del sector operan a p¨¦rdidas. Y el presidente no quiere que una oleada de quiebras l¨ªmite sus opciones en un Estado tradicionalmente republicano y clave para su reelecci¨®n: es el segundo m¨¢s poblado de EE UU y, por tanto, el segundo que m¨¢s miembros del Colegio Electoral ¡ªel ¨®rgano que decide, en ¨²ltima instancia, el nombre del pr¨®ximo presidente y vicepresidente estadounidenses¡ª elige, tras el muy dem¨®crata California.
¡°Nunca dejar¨¦ caer a la gran industria del petr¨®leo y el gas de Estados Unidos. He dado ¨®rdenes al secretario de Energ¨ªa y al secretario del Tesoro para que formulen un plan que disponga de fondos para que estas muy importantes compa?¨ªas y empleos sean asegurados por mucho tiempo¡±, ha tuiteado Trump este martes por la ma?ana.
La industria del oro negro en Estados Unidos ha sido, desde sus inicios hace m¨¢s de un siglo, territorio de osados emprendedores y enriquecimientos brutales. Durante generaciones, el petr¨®leo ha dado forma a la pol¨ªtica y al estilo de vida americanos. Este mes de 2020 se estudiar¨¢ probablemente como el abril negro en la historia del sector, pero lo que preocupa ahora es c¨®mo ser¨¢ ese lugar desde el que se mire atr¨¢s. Todo indica que, en medio de la probable reestructuraci¨®n, el conjunto de la industria perder¨¢ un poder de influencia pol¨ªtica vital para su supervivencia en la necesaria readaptaci¨®n a la realidad del cambio clim¨¢tico.
El mundo ha pasado de consumir 100 millones de barriles al d¨ªa a consumir 70, y en Texas ya no hay espacio para almacenar el petr¨®leo que se extrae del subsuelo y no se consume. El precio negativo que se alcanz¨® el lunes es un hito casi simb¨®lico, pero los 20 d¨®lares a los que cotiza el barril en precios de junio no dan para hacer viable la operaci¨®n en este Estado que representa el 40% de la producci¨®n del pa¨ªs. Los precios deber¨ªan volver a 50 d¨®lares por barril para que sea rentable perforar la cuenca p¨¦rmica, capital mundial del fracking. Y los pozos existentes necesitan precios de entre 25 y 30 d¨®lares por barril para cubrir costes.
El impacto ser¨¢ mayor para las compa?¨ªas peque?as. Endeudadas tras a?os produciendo con p¨¦rdidas, cientos de ellas podr¨ªan quebrar incluso con precios de 20 d¨®lares por barril. Eso beneficiar¨ªa a las grandes compa?¨ªas, con mayor capacidad para esperar a que pase el temporal. Las primeras llevan meses presionando en Washington para que intervenga el Gobierno, mientras que las grandes presionan para que no se inmiscuya.
Por muy extraordinario que sea, un d¨ªa de cotizaci¨®n negativa, en la v¨ªspera del vencimiento de los contratos, no causar¨¢ por s¨ª solo un da?o irreparable en el sector. Al margen de que pueda afectar a su reputaci¨®n como inversi¨®n segura, lo que preocupa es el inmenso desequilibrio que subyace. Lo que de verdad transformar¨ªa el sector en Texas ser¨ªa que la demanda baja se prolongara en el tiempo y que el exceso de oferta continuara saturando la capacidad de almacenamiento. Una vuelta al punto de partida pre crisis, por lo dem¨¢s, tampoco es un escenario excesivamente alentador para la industria: el sector de la energ¨ªa fue el de peor desempe?o el a?o pasado en el ¨ªndice S&P 500, y entre pol¨ªticos e inversores tiende a verse como un sector en decadencia ante el desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico.
?Ser¨¢, entonces, una situaci¨®n coyuntural o estructural? ¡°Vamos a ver precios durante mucho y tiempo, eso seguro. Y los negativos mucho m¨¢s recurrentes. Canad¨¢ ya llevaba d¨ªas vendiendo a cero, Venezuela muy por debajo de coste...¡±, desliza Escribano por tel¨¦fono. Algo m¨¢s optimista se muestra Mariano Marzo, catedr¨¢tico de la Universitat de Barcelona y consejero independiente de Repsol, que cree que, ¡°aunque seguir¨¢ habiendo vaivenes, el brent se estabilizar¨¢ en el entorno de los 25 d¨®lares y, paulatinamente, empezar¨¢ una recuperaci¨®n siempre y cuando no haya una segunda oleada¡± del coronavirus. Si no fuera as¨ª, agrega, ¡°el riesgo ya no es solo de contagio a otros mercados financieros, sino geopol¨ªtico¡±.
¡°Tras varias semanas de hundimiento de la demanda y movimientos de pol¨ªtica petrolera sin precedentes, este lunes lleg¨® la novedad absoluta: los precios negativos. Pero, antes de salir corriendo a la gasolinera, [se debe tener en cuenta que] esos precios negativos son un problema temporal que refleja el estr¨¦s en el mercado de futuros y en las condiciones de almacenamiento en el Medio Oeste estadounidense", apunta Norbert R¨¹cker, jefe de an¨¢lisis del banco suizo Julius Baer. Una de las mayores firmas privadas de almacenamiento de petr¨®leo del mundo, la holandesa Vopak, ha refrendado este martes el sentir de los inversores: ¡°Los espacios de almacenaje en nuestras terminales est¨¢n casi completamente comprometidos¡±, ha reconocido en Bloomberg su consejero delegado, Gerard Paulides. ¡°Para nosotros y excluyendo los espacios en fase de mantenimiento, todo est¨¢ pr¨¢cticamente vendido. Y no somos los ¨²nicos¡±.
De ah¨ª que la orden de Trump de llenar las reservas estrat¨¦gicas sea, en este momento, la ¨²nica opci¨®n posible para rebajar la presi¨®n sobre un mercado en el que, sencillamente, las piezas no encajan desde hace semanas y en el que el efecto del hist¨®rico recorte de la oferta pactado la semana pasada por las principales potencias petroleras ¡ªentre ellas, los tres principales pa¨ªses productores de crudo del mundo: EE UU, Arabia Saud¨ª y Rusia¡ª ha quedado en mucho menos de lo que se esperaba. ¡°A pesar de que los recortes de producci¨®n y cierto optimismo sobre se?ales tentativas de un comienzo de la reapertura [de actividades], la paralizaci¨®n actual de la econom¨ªa indica que la demanda de petr¨®leo es todav¨ªa m¨ªnima y permanecer¨¢ as¨ª durante un tiempo¡±, agrega Esty Dwek, de la gestora de activos Natixis.
¡°La cotizaci¨®n refleja el valor econ¨®mico del petr¨®leo menos el coste de almacenamiento¡±, explica Paul Donovan, economista jefe de UBS. ¡°Y, como el texas ha de ser transportado [salvo la parte que se consume en EE UU, claro] y el almacenamiento es dif¨ªcil y caro, el coste de almacenaje en mayo excede el valor econ¨®mico del crudo ese mismo mes¡±. La entrada del petr¨®leo estadounidense en negativo este lunes es, por tanto, tan at¨ªpica ¡ªnunca antes hab¨ªa sobrepasado esa barrera¡ª como palmaria: la reci¨¦n concluida guerra de precios entre Arabia Saud¨ª y Rusia puso en circulaci¨®n una cantidad ingente de crudo inasumible para un mercado ya de por s¨ª desestabilizado y con una demanda global laminada por el coronavirus. Con la econom¨ªa global mirando ya a los ojos a la mayor contracci¨®n desde los a?os treinta del siglo pasado, los aviones parados, los coches estacionados y las f¨¢bricas a medio gas ¡ªno ya solo por la seguridad de los empleados sino por el hundimiento de la demanda global de muchos productos hasta que se aclare el panorama econ¨®mico¡ª el crudo es menos necesario que nunca antes. El planeta y la salud de quienes viven en grandes ciudades lo agradecen, pero el mercado ha pasado a una pugna entre el verde y el rojo inimaginable hace solo unos d¨ªas: el equilibrio entre oferta y demanda est¨¢, literalmente, hecho a?icos.
Las crisis econ¨®micas dejan, adem¨¢s de mucho sufrimiento humano y una sangr¨ªa en los mercados que se mide en miles de millones de d¨®lares, giros de guion inesperados. La de hace una d¨¦cada instal¨® en el imaginario un concepto in¨¦dito: el de los tipos de inter¨¦s negativos ¡ªen plata: pagar por guardar los ahorros¡ª. Esta, la del coronavirus, amaga con dejar una nueva paradoja: precios del petr¨®leo en negativo. Veremos por cu¨¢nto tiempo. El mercado, cierra R¨¹cker, de Julius Baer, "sigue escribiendo su propia historia¡±.