Amenaza a la transici¨®n energ¨¦tica
La entrada de los precios en una tendencia descendente puede ser un desincentivo para los inversores
A medida que descienden los precios de la electricidad en el mercado aumenta la zozobra en el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica y la desconfianza en las virtudes del supuesto mercado el¨¦ctrico. En 2019 el precio medio fue de 47,68 euros por MWh; en enero de 2020 hab¨ªa bajado a 41,10 euros, a 27,74 euros en marzo y a 17,65 euros en abril. Cierto que en mayo se recuperaron levemente, hasta 21,25 euros; pero resulta que la tendencia a la baja, como puede observarse f¨¢cilmente en la serie, es anterior a la covid-19. No est¨¢ causada por la pandemia, aunque s¨ª agravada, sino por la introducci¨®n en el sistema de tecnolog¨ªas de producci¨®n, como la e¨®lica o la solar, cuyo coste variable se aproxima a cero. Vamos a suponer que los inversores interpreten (correctamente) que los efectos del virus sobre el precio sean transitorios y los precios se recuperen en 2021. As¨ª parecen sugerirlo los contratos de los pr¨®ximos a?os. Pero como los precios pueden entrar en una tendencia descendente (canibalizaci¨®n) prolongada, tal circunstancia s¨ª puede ser un desincentivo para los inversores. Recu¨¦rdese que la transici¨®n energ¨¦tica requiere hasta 2030 una inversi¨®n de m¨¢s de 193.000 millones.
?C¨®mo ha resuelto el Gobierno el problema? Prometiendo subastas, que garantizan un precio con independencia del que marque el mercado. Pero la condici¨®n inexcusable es que el Gobierno no garantice un precio fijo a todas las horas, como quieren las empresas, porque entonces el oferente no reflejar¨¢ en sus ofertas el coste variable. Ya puede adelantarse que las subastas que propone el Gobierno no van a beneficiar a los consumidores.
Hay que contar con una perturbaci¨®n a?adida que por ahora no tiene respuesta: por debajo de los 40 euros MWh los grupos nucleares y los ciclos combinados dejan de ser rentables y amenazan cierre o hibernaci¨®n. Como el plan de renovables implica contar con una potencia de respaldo de unos 30 GW, la inviabilidad econ¨®mica de nucleares y ciclos combinados compromete en principio el suministro garantizado de electricidad durante esta transici¨®n energ¨¦tica. ?Soluci¨®n? Aprobar los llamados ¡°pagos por capacidad¡±, vigentes en algunos pa¨ªses europeos, que suponen en la pr¨¢ctica un reconocimiento de costos al margen de los precios que fija el mercado, que se pagan prorrateados entre las centrales disponibles en las 3.000 horas de demanda punta. Pero esto no es ¡°mercado¡±; es una pr¨®tesis obligada por la evidencia de que el m¨¦todo de fijaci¨®n de precios vigente es incompatible con un cambio energ¨¦tico esperado. Lo que los consumidores ganan en sus bolsillos con las renovables (coste variable cero) lo pierden en pagar las muletas necesarias para sostener las tecnolog¨ªas de respaldo que ya est¨¢n amortizadas. Para concluir con ¨¦xito un cambio energ¨¦tico radical hay que empezar por una reforma en profundidad del supuesto mercado mayorista.
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