Cambiar las ca?er¨ªas dando agua
El consenso de los organismos internacionales y dom¨¦sticos apuntaba a una recuperaci¨®n en V. Ahora m¨¢s voces se apuntan a una salida en L, m¨¢s plana, lenta y penosa
Los rebrotes de la pandemia, con los consiguientes obst¨¢culos a la movilidad, cierre de fronteras y par¨¢lisis de sectores como el turismo, acent¨²an la incertidumbre. Y reabren la discusi¨®n sobre el ritmo de salida de esta crisis. El consenso de los organismos internacionales ¡ªy dom¨¦sticos¡ª...
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Los rebrotes de la pandemia, con los consiguientes obst¨¢culos a la movilidad, cierre de fronteras y par¨¢lisis de sectores como el turismo, acent¨²an la incertidumbre. Y reabren la discusi¨®n sobre el ritmo de salida de esta crisis. El consenso de los organismos internacionales ¡ªy dom¨¦sticos¡ª apuntaba a una recuperaci¨®n en V, un relanzamiento r¨¢pido, casi autom¨¢tico, tras la intensa y brusca ca¨ªda. Ahora m¨¢s voces se apuntan a una salida en L, m¨¢s plana, lenta y penosa.
Casi no hay dudas, sin embargo, de que la recuperaci¨®n ser¨¢ asim¨¦trica, a distintas velocidades seg¨²n los sectores y los pa¨ªses. Y que a Espa?a, igual que protagoniz¨® un buen rebote tras la Gran Recesi¨®n, le toca ahora una mal¨ªsima sima en Europa: por su debilidad sanitaria, por su especial exposici¨®n al turismo, por su desapego del consenso pol¨ªtico.
Y por su estructura laboral, dado el nefasto peso de los contratos temporales, tan f¨¢cilmente destruibles: mientras el PIB de abril a junio cay¨® solo la mitad m¨¢s que en la UE (18,5% contra 11,7%), la p¨¦rdida de ocupados se triplic¨®, un 7,5% frente al 2,6% en los Veintisiete (un mill¨®n de nuevos parados, de los 3,6 millones europeos).
Si esto es y va a ser as¨ª, parece que ser¨¢ inevitable cambiar el ¨¦nfasis estrat¨¦gico. Antes se trataba de salvar a cualesquiera empresa y proteger todo empleo mientras se preparaban reformas e inversiones. Ahora convendr¨¢ una mayor selectividad, incorporar reformas de fondo desde el principio. En plata: donde la prioridad era suministrar agua mientras se cambiaban las tuber¨ªas, ahora ser¨¢ renovar ca?er¨ªas sin dejar de ofrecer agua. El matiz en el orden de los factores importa. Indica que ser¨¢ imposible, por inabordable, recuperar los costes ya hundidos de empresas zombi, como apunta el Banco de Espa?a.
Una referencia es la explosi¨®n de autoconsumo energ¨¦tico a trav¨¦s de nuevas instalaciones de renovables, especialmente de paneles solares. Durante el segundo trimestre ¡ªel del confinamiento¡ª Catalu?a pas¨® a 1.459 instalaciones desde las 943 del trimestre anterior, un alza del 54%, sobre todo debida a la inversi¨®n de familias en municipios con alta densidad de viviendas unifamiliares. Igual sucede en empresas como Hotel Marqu¨¦s de Riscal, Estrella Galicia, Nestl¨¦ Espa?a, Iberia, Icer Braker o Mapfre (Expansi¨®n, 18/8), en cooperaci¨®n con compa?¨ªas el¨¦ctricas.
El cambio del marco legal permitiendo a los hogares el libre acceso a las renovables y las bonificaciones municipales (en 753 localidades de m¨¢s de 10.000 habitantes, donde vive el 79% de la poblaci¨®n) impulsan ese avance. Y algo similar sucede con la digitalizaci¨®n (para la que existe ya el Plan Espa?a digital 2025, con inversiones de 15.000 millones) y el teletrabajo (pendiente de regulaci¨®n).
?Alguien duda de que un consenso pol¨ªtico e institucional acelerar¨ªa esas reformas? ?O que ser¨ªa ¨²til para resolver problemas acuciantes como el uso del super¨¢vit municipal, los abusos en los contratos laborales, o la saturaci¨®n de los desbordados institutos de empleo? Se llama pol¨ªtica real.