El nuevo traje del emperador
El anuncio de la Fed implica un reconocimiento del escaso margen de la pol¨ªtica monetaria y marca el camino al BCE
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha anunciado un cambio en la pol¨ªtica monetaria que sin duda se puede calificar de hist¨®rico. Y lo hace a poco m¨¢s de dos meses de una de las citas electorales m¨¢s agrias de la historia del pa¨ªs, lo que no deja de plantear otros interrogantes.
La Reserva Federal ha decidido relajar el objetivo de inflaci¨®n y pasar a guiarse por una tasa media, que claramente permite que ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha anunciado un cambio en la pol¨ªtica monetaria que sin duda se puede calificar de hist¨®rico. Y lo hace a poco m¨¢s de dos meses de una de las citas electorales m¨¢s agrias de la historia del pa¨ªs, lo que no deja de plantear otros interrogantes.
La Reserva Federal ha decidido relajar el objetivo de inflaci¨®n y pasar a guiarse por una tasa media, que claramente permite que los precios superen la meta del 2% durante un tiempo cuyo l¨ªmite tambi¨¦n es ambiguo y discrecional. La revisi¨®n incluye un cambio en la percepci¨®n del mercado de trabajo y el reconocimiento de los beneficios del pleno empleo. Un giro que, seg¨²n algunos analistas, acaba de un plumazo con los halcones del consejo de la entidad, si quedaba alguno, y que anticipa un horizonte de tipos de inter¨¦s ultrabajos a¨²n m¨¢s largo de lo previsto hasta ahora.
Algunos expertos aplauden esta respuesta ante el exceso de liquidez ¨Cla diferencia entre la oferta monetaria y el crecimiento del PIB real¡ª de la econom¨ªa en los ¨²ltimos a?os, el elevado endeudamiento p¨²blico y privado que dificulta la subida de los tipos de inter¨¦s y el impacto de las tensiones comerciales sobre la oferta y las cadenas de suministro, a lo que hay que sumar los efectos de una pandemia todav¨ªa lejos de control.
Pero si la historia sirve de alguna gu¨ªa para los nuevos tiempos es dif¨ªcil anticipar un escenario de subida de precios ante el desplome de actividad que se observa y el deterioro del mercado de trabajo que arrojan las cifras de solicitudes semanales de subsidio de desempleo. Tampoco la experiencia reciente, tras la crisis financiera y la ingente inyecci¨®n de est¨ªmulos que llevaron a cabo todos los bancos centrales: en la ¨²ltima d¨¦cada la inflaci¨®n subyacente, la que no tiene en cuenta los elementos m¨¢s vol¨¢tiles como la alimentaci¨®n o la energ¨ªa, solo ha alcanzado el objetivo del 2% en 11 ocasiones.
Expertos, como el antiguo economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, llevan a?os defendiendo la importancia de convertir el 2% en un objetivo m¨ªnimo, no de m¨¢ximos, de los bancos centrales para evitar una rebaja de las expectativas inflacionistas que acabe reduciendo los tipos de inter¨¦s de mercado. Y con ello el margen de maniobra de la entidad ante una nueva crisis.
Porque algo de esto hay, de reconocimiento del poco margen de maniobra que tienen los bancos centrales tras la respuesta dada para combatir la crisis financiera y de la negativa de la Fed a seguir la senda del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Jap¨®n con los tipos de inter¨¦s negativos.
Los cambios anunciados por Powell forman parte de la revisi¨®n estrat¨¦gica que ¨¦l mismo puso en marcha en 2019 y marca el camino a Christine Lagarde y al BCE, inmersos en su propia auditor¨ªa. No es casual que el anuncio se haya realizado en la reuni¨®n anual de Jackson Hole a la que acuden, en esta ocasi¨®n de forma virtual, los principales banqueros centrales del mundo y no en uno de los encuentros habituales del Comit¨¦ de Mercado Abierto en Washington. Ahora queda por saber si el nuevo traje explora nuevos tejidos y herramientas o si simplemente el emperador est¨¢ desnudo.