?El barrio en el que vivimos est¨¢ adaptado a las nuevas necesidades de movilidad y a los h¨¢bitos diarios de la nueva normalidad? Por un lado, pasar tantas horas en casa (confinados y teletrabajando) ha hecho que gran parte de la ciudadan¨ªa se percate de la insuficiencia de espacios verdes, de las pocas o inexistentes zonas peatonales habilitadas o de que, a veces para ir a determinados lugares b¨¢sicos (como un supermercado, un centro de salud o un ¨¢rea comercial) es imprescindible coger el coche o el transporte p¨²blico. Por otro, la crisis del coronavirus ha despertado el inter¨¦s por comprar en los negocios locales, que ha crecido hasta un 70% durante la pandemia, seg¨²n datos de la consultora de mercados Nielsen, y los env¨ªos a domicilio de las compras por Internet son ya una realidad social diaria.
Aunar estas exigencias para que los ciudadanos tengan el 80% de sus necesidades cubiertas en un radio corto (porcentaje que los expertos atribuyen a vivir en una casa, realizar compras b¨¢sicas, el servicio de salud, educaci¨®n y ocio) es necesario implantar nuevos modelos de movilidad urbana, construir nuevas infraestructuras y fomentar una convivencia colaborativa.
Transformar un pol¨ªgono en un barrio id¨ªlico
Algunas ciudades como Utrecht (Pa¨ªses Bajos) llevan varios a?os poniendo en marcha proyectos con el estudio de arquitectura y desarrollo urban¨ªstico Bura Urbanism para hacer realidad estos barrios. El caso del Canal Merwede (zona urbanizable cercana a los canales de uno de los tramos del r¨ªo Rin que articulan la ciudad) es un ejemplo de c¨®mo pueden construirse zonas residenciales que incorporen tiendas, colegios, zonas verdes y libres de tr¨¢fico. A continuaci¨®n, presentamos c¨®mo ser¨¢ este barrio del futuro y que puede ser un ejemplo para algunas ciudades espa?olas.
La ciudad de Utrecht ha desarrollado un proyecto urban¨ªstico para transformar un pol¨ªgono industrial a orillas del canal Merwede en un barrio sostenible.
Ser¨¢ un barrio sin coches y cubrir¨¢ las necesidades escolares, de restauraci¨®n, tiendas, sanitarias y de ocio de sus vecinos a la vuelta de la esquina.
El objetivo es construir hasta 10.000 viviendas a lo largo del canal, de las cuales el 30% ser¨¢n de renta social.
El barrio tambi¨¦n cuenta con dos escuelas primarias y un centro de salud, ubicados de tal manera que permitir¨¢n reducir el tr¨¢fico, por ejemplo, a la hora de que los madres acerquen a sus hijos a la escuela, al ser los desplazamientos m¨¢s cortos.
Los edificios no ser¨¢n todos iguales. Para aprovechar la luz solar y ajustarse al espacio de cada zona ser¨¢n m¨¢s altos o m¨¢s anchos.
En los tejados habr¨¢ zonas verdes, placas solares y sistemas de aprovechamiento del agua de lluvia.
Los locales comerciales tambi¨¦n estar¨¢n ubicados estrat¨¦gicamente en los bajos de algunos edificios.
Al eliminarse gran parte del tr¨¢fico, las v¨ªas ser¨¢n pr¨¢cticamente peatonales y en el centro se ubicar¨¢n parques y jardines.
La circulaci¨®n del barrio se ha dise?ado espec¨ªficamente para la bicicleta, creando m¨¢s carriles y puentes para conectar todas las zonas.
Aunque el acceso de coches est¨¢ prohibido, los veh¨ªculos de repartos podr¨¢n circular a trav¨¦s de varias v¨ªas que se conectan directamente con los negocios para realizar las entregas de forma r¨¢pida.
La bicicleta y el transporte p¨²blico tendr¨¢n un papel fundamental en el dise?o de las v¨ªas.
Como novedad, se fomentar¨¢ el uso compartido de coches el¨¦ctricos: un autom¨®vil por cada tres personas.
Pero este ejemplo neerland¨¦s es solo v¨¢lido para ¨¢reas cuyo urbanismo parta de cero: el gran reto est¨¢ en transformar barrios ya existentes, muchos de ellos en ciudades hist¨®ricas, con grandes edificios, negocios y cuyo emplazamiento y desarrollo condicionan la vida de sus vecinos ¨Cdesde el clima hasta las conexiones con el centro, pasando por la edad media de sus habitantes¨C. ?Es posible esa adaptaci¨®n poscovid? Bilbao Urban & City Design, hub de empresas y asociaciones que desarrollan proyectos para reconvertir ciudades, aglomera decenas de especialistas de diferentes ¨¢mbitos (arquitectos, ingenieros, soci¨®logos, expertos en medio ambiente, etc.) que llevan varios a?os trabajando en los principales proyectos sostenibles de desarrollo urban¨ªstico, el m¨¢s conocido es la denominada Transformaci¨®n Urbana Metropolitana de Bilbao. Esta plataforma subraya tres claves necesarias para reconstruir y transformar cualquier zona residencial ya existente en un barrio poscovid: potenciar la ciudad de proximidad y cambiar las bases de la movilidad reduciendo el papel del coche.
El objetivo: todo a 15 minutos a pie
Para Pablo Otaola, ingeniero y coordinador general de Infraestructuras y Proyectos del Ayuntamiento de M¨¢laga, el concepto de proximidad consiste en hacer m¨¢s accesible a los ciudadanos seis funciones sociales urbanas: habitar, trabajar, aprovisionarse, cuidarse, aprender y descansar. Explica que, para lograr esto, es necesario revitalizar todos los servicios para reducir la distancia que una persona tiene que recorrer hasta ellos: no m¨¢s de 15 minutos a pie o en bici. "Para lograrlo hay que aprovechar mejor el espacio, dar m¨²ltiples usos a cada lugar de estas zonas y utilizar el espacio p¨²blico para hacer de ¨¦l lugares de encuentro", afirma Otaola. En resumidas cuentas, de lo que se trata es de reducir el n¨²mero de desplazamientos que impliquen salir del barrio para ir, por ejemplo, a comprar comida. Es aqu¨ª, apuntan los expertos, donde entran los peque?os comerciantes. "El comercio local se deber¨ªa presentar como el centro comercial del barrio, es decir, que provean a sus vecinos de todo lo que necesitan para su vida diaria. Se puede pensar en campa?as espec¨ªficas y ofrecerles bonificaciones, como contrapartida al coste que supone la dura competencia con grandes cadenas", explica Xabier Arruza, coordinador de la entidad y especialista en promoci¨®n y desarrollo de nuevos negocios.
La ubicaci¨®n de los mismos seg¨²n su categor¨ªa (alimentaci¨®n, ropa, electrodom¨¦sticos) tambi¨¦n ser¨¢ otra de las tareas importantes de la planificaci¨®n de los nuevos barrios. Por un lado, seg¨²n el tipo de producto o servicio, su accesibilidad debe ser perfecta para que, entre otras cosas, el abastecimiento de grandes mercanc¨ªas (caso de las cafeter¨ªas, y tiendas de comestibles) sea r¨¢pido y no genere congesti¨®n. Por otro y aunque el n¨²mero de locales tambi¨¦n se adaptar¨¢ a las necesidades de la zona residencial, otra opci¨®n viable es distribuir los negocios de tal manera que todos los vecinos dispongan de todos los servicios b¨¢sicos a la misma distancia.
Algunos arquitectos proponen utilizar adem¨¢s las plantas bajas de los edificios para otros negocios en auge a causa del coronavirus, como los coworkings, que ganar¨¢n peso por el auge del teletrabajo, o usos colaborativos, como las terminales de taquillas para entregas de paqueter¨ªa. Este ¨²ltimo servicio consiste en casillas de tama?o medio en el que tanto los particulares como los negocios pueden utilizar para realizar los env¨ªos de compras por Internet. En definitiva, al haber m¨¢s negocios de proximidad, la eficacia del sector log¨ªstico debe ser crucial para que esta nueva vida empresarial tenga una vida sana. Especialmente ahora, que en los ¨²ltimos meses el sistema de env¨ªos est¨¢ viviendo una revoluci¨®n en la ¨²ltima milla. ¡°La covid-19 ha provocado un incremento de categor¨ªa de productos y de modos de entrega que van a introducir un mayor grado de complejidad en la proceso de entrega: Urgencia en la entrega (de hasta unos minutos en medicamentos), temperatura controlada del paquete, productos de gran tama?o... Est¨¢s variantes van a provocar una complejidad adicional en el dise?o de redes de distribuci¨®n hasta el momento desconocido¡±, dice Jordi Escruela, subdirector de innovaci¨®n de Correos.
Citypaq, una oficinal postal en cada edificio
Para el coordinador de Bilbao Urban & City Design, Xabier Arruza, el papel de las empresas de paqueter¨ªa en la reconversi¨®n de los nuevos barrios es esencial. "Son agentes que pueden fomentar la lucha contra la contaminaci¨®n y nuevas v¨ªas de reparto sostenible que reduzcan el tr¨¢fico", explica Arruza. Este experto en nuevos desarrollos de negocio pone como ejemplo a Correos que, en los ¨²ltimos a?os, ha desarrollado varias iniciativas que, ahora con la pandemia, est¨¢n cobrando relevancia. Su servicio de terminales de taquillas de paqueter¨ªa Citypaq ya cuenta con m¨¢s de 4.000 dispositivos por toda Espa?a, muchas de ellas ubicadas en comunidades de vecinos. Estas, tambi¨¦n presentes en los lugares de trabajo, permiten a los clientes recoger sus paquetes (y realizar devoluciones) las 24 horas, lo que facilita la distancia f¨ªsica y la descongesti¨®n del tr¨¢fico en las ciudades. El beneficio, seg¨²n el estudio El futuro del ecosistema de la ¨²ltima milla publicado por World Economic Forum, es doble: adem¨¢s de aliviar la congesti¨®n entre un 5% y un 18%, reduce los costes de entrega de los negocios que utilicen este servicio entre un 2% y un 12%.
Citypaq es un paso m¨¢s para fomentar el servicio postal en los barrios. Desde hace d¨¦cadas, las oficinas postales (2.396 oficinas en todo el pa¨ªs) era un punto esencial en las urbes y, tras la pandemia, pueden tambi¨¦n convertirse en un centro log¨ªstico clave para las zonas residenciales del futuro.
Otra de las pol¨ªticas de la empresa p¨²blica es la incorporaci¨®n de veh¨ªculos el¨¦ctricos para realizar entregas r¨¢pidas y libres de CO2. El mes pasado Correos lanz¨® a la calle 600 motos el¨¦ctricas con una autonom¨ªa de 100 kil¨®metros, un ba¨²l de 180 litros y un dispositivo de geoposicionamiento, lo que garantiza una entrega m¨¢s eficiente en las grandes ciudades. La empresa postal suma ya 900 motos el¨¦ctricas con las que busca estar en primera l¨ªnea de las innovaciones que marcar¨¢n los env¨ªos de los pr¨®ximos a?os.
Otra de las necesidades que la sociedad se ha encontrado de frente durante el confinamiento y la posterior desescalada es la falta de zonas libres de coches en sus barrios. No solo parques, que ahora han demostrado ser una v¨ªa de escape para el estr¨¦s y la ansiedad, sino tambi¨¦n calles peatonales que mejoran la calidad de vida de los viandantes. Empresas como Suds, establecida en Pa¨ªs Vasco, desarrollan ya proyectos para reverdecer espacios en desuso y transformarlos en zonas con vegetaci¨®n a trav¨¦s de sistemas de drenaje sostenible: fachadas y tejados de edificios, huecos de escaleras... El mantenimiento de estos lugares es casi nulo (ya que utilizan el agua de lluvia para su riego) y su implantaci¨®n reduce posibles inundaciones urbanas, el CO2 y las islas de calor en los centros de las ciudades.
Supermanzanas y 'microhubs' para reducir el tr¨¢fico
Las exigencias de los ciudadanos de vivir en un barrio libre de coches y con la posibilidad de recibir env¨ªos (paquetes, delivery...) son las dos caras de la misma moneda de la movilidad. Por un lado, el tr¨¢fico en las urbes trasciende los atascos y ya es una cuesti¨®n de salud. Y por otro, el comercio electr¨®nico, especialmente con la covid-19, se est¨¢ convirtiendo en una canal de compra diaria para muchos ciudadanos que irremediablemente est¨¢ provocando un aumento de la movilidad de las mercanc¨ªas. Para superar esta dicotom¨ªa, todos los expertos est¨¢n de acuerdo en que es necesario combinar varias iniciativas a la vez para reducir el uso de veh¨ªculos particulares, incentivar el transporte p¨²blico y colaborativo y facilitar el proceso log¨ªstico de repartos. ?Cu¨¢les son las que los expertos indican como esenciales?
Las supermanzanas. Esta idea, ya desarrollada en algunos barrios de Barcelona, consiste en agrupar varias manzanas y restringir su interior al tr¨¢fico particular, solo permitiendo el paso a residentes y el reparto de mercanc¨ªas. "La supermanzana transforma el concepto tradicional de la calle pensada para coches en un espacio peatonal y abierto para m¨²ltiples actividades l¨²dicas", dice Otaola.
Los 'microhubs'. Esta iniciativa se basa en abrir peque?os almacenes log¨ªsticos en las zonas residenciales. Su misi¨®n es recibir durante la noche la mercanc¨ªa de grandes camiones y gestionar su entrega y ordenarla para repartirla al d¨ªa siguiente. Este ¨²ltimo reparto, conocido como la ¨²ltima milla, se realizar¨ªa con veh¨ªculos de menor tama?o e incluso con repartidores a pie o bicicleta.
Centralizar el transporte p¨²blico. Uno de los mayores retos de las ciudades tras la covid-19 es que la sociedad vuelva a confiar en el trasporte p¨²blico. La soluci¨®n para garantizar la seguridad sanitaria pasa obligatoriamente por invertir m¨¢s dinero en infraestructuras (como construir una buena red de carriles bici), pero tambi¨¦n en un sistema que pueda centralizar todos los modelos de la movilidad p¨²blica. Algunos expertos plantean la posibilidad de crear un sistema (gestionado por el ciudadano a trav¨¦s de una app) en el que el viajero pueda combinar y acceder de forma sencilla, por ejemplo, a una bicicleta y pasar despu¨¦s a un patinete, metro o coche compartido.
Edificios con servicios compartidos
De nada servir¨ªan todas estas propuestas si no conseguimos que cambie lo m¨¢s importante: la mentalidad ciudadana. Aunque la mayor¨ªa de los h¨¢bitos de la sociedad lo han hecho (c¨®mo compramos, c¨®mo nos desplazamos y c¨®mo vivimos), es necesario fomentar las relaciones colaborativas en las comunidades de vecinos tanto para vivir bien en esta nueva realidad como para conseguir construir entre todos un barrio que se adapte a nuestras necesidades. "Un punto clave es potenciar la creaci¨®n de los centros de barrio, lugares donde los vecinos se relaci¨®n y se sientan identificados con ¨¦l", puntualiza Pabo Otaola.
Los ejemplos que apunta las empresas de Bilbao Urban & City Design dedicadas a estrategias de colaboracionismo en los barrios van desde reestructurar los edificios y centralizar servicios comunes hasta crear un contrato ¨²nico para ofrecer Internet a todo el bloque de viviendas o destinar una sala com¨²n para lavadoras o un gimnasio, fen¨®meno conocido como cohousing que abarata estos servicios y los hace m¨¢s accesibles.