Las redes sociales descolocan a los peces gordos de Wall Street
La acci¨®n conjunta de una multitud de peque?os inversores contra los grandes fondos sugiere un cambio en la relaci¨®n de fuerzas del mercado
Todo el mundo sab¨ªa c¨®mo iba a terminar, pero nadie sab¨ªa cu¨¢ndo. El derrumbe de la acci¨®n de GameStop esta semana fue el final anunciado de una historia que lleg¨® a los medios como una batalla ¨¦pica entre los grandes inversores y los foreros de Reddit con cuenta en la plataforma RobinHood. Para el fondo Melvin Capital, que hab¨ªa apostado a la baja de la acci¨®n de GameStop, la historia signific¨® p¨¦rdidas del 53% en enero y una recapitalizaci¨®n urgente de miles de millones de d¨®lares. Para los peque?os inversores que desde el foro WallStreetBets de Reddit se unieron en apoyo a la tienda de videojuegos, el resultado no fue tan homog¨¦neo: rentabilidades de hasta 1.900% para los que compraron el 5 de enero y vendieron el 27 y desastre de diferentes proporciones para los que se subieron en la cresta de la ola.
Pero como en todas las buenas historias, una vez terminadas las peripecias queda el tema de fondo que la trama sugiere. En la saga de los foreros contra Wall Street, la pregunta fundamental es si asistimos, o no, al principio de una revoluci¨®n en la que los peque?os inversores reclamar¨¢n una mayor parcela de poder gracias a las redes sociales y a la bajada en las comisiones de intermediaci¨®n, que en el caso de Robinhood directamente no se cobran (los ingresos de la plataforma vienen de vender a otros brokers la informaci¨®n, anonimizada, de las operaciones de sus usuarios). Las redes sociales ya le dieron la vuelta al mundo de la pol¨ªtica, al de la informaci¨®n y al del entretenimiento, ?por qu¨¦ no iban a transformar tambi¨¦n el de las finanzas?
Una de las partes, el bando de los foreros, tiene todos los motivos para desear esa revoluci¨®n, dice Isabel Figuerola Ferretti, profesora de Gesti¨®n Financiera en la Universidad Pontificia de Comillas. En su opini¨®n, el fen¨®meno ha dejado al descubierto ¡°una nueva energ¨ªa del peque?o inversor, confinado, que arrastra un descontento con las instituciones econ¨®micas desde la crisis global financiera¡±.
Lo que habr¨ªa que preguntarse entonces es si se podr¨¢ replicar la estrategia de anunciar decisiones de inversi¨®n en un foro de Internet con la esperanza de ser imitados. En Estados Unidos, la Securities Exchange Act de 1934 proh¨ªbe el uso de mecanismos que sirvan para manipular el precio de las acciones, pero seg¨²n un informe del Financial Times los pocos casos en los que la SEC (el organismo regulador estadounidense) demand¨® a un agente por manipulaci¨®n involucraron siempre un enga?o deliberado.
Es posible que en el caso de WallStreetBets, donde algunos foreros llamaron abiertamente a sostener el precio de diferentes acciones, el regulador sea m¨¢s estricto (ya hay rumores sobre una posible investigaci¨®n de la SEC), pero los foreros del futuro podr¨ªan reducir el riesgo de repercusiones legales si se limitan a decir que compran o venden porque creen en el futuro de la empresa, si efectivamente compran o venden cuando dicen que van a comprar o a vender, y si se cuidan de hacer llamamientos generales a inflar o desinflar el precio de un valor. Como dice un especialista jur¨ªdico citado por el peri¨®dico brit¨¢nico, ¡°no hay nada ilegal en ser s¨²per optimista con tus predicciones¡±.
Seg¨²n Figuerola Ferretti, una forma de evitar vaivenes poco fundamentados sin coartar el leg¨ªtimo derecho de los peque?os a participar en los mercados es buscar una regulaci¨®n m¨¢s precisa que afecte a todos los inversores definiendo m¨¢ximos y m¨ªnimos objetivos en la valoraci¨®n de t¨ªtulos burs¨¢tiles, usando lo que en la jerga del sector se conoce como fundamentales. ¡°Lo m¨¢s complicado va a ser determinar cu¨¢l es el baremo fundamental, pero hay una serie de ratios basados en el beneficio por acci¨®n, en la rentabilidad, los dividendos, los inventarios¡ En cualquier caso, habr¨ªa que explicitar cu¨¢les son los fundamentales para cada categor¨ªa de activos¡±, a?ade.
La ventaja de ese enfoque es que rige por igual para peque?os y grandes, despejando as¨ª la posibilidad de generar un resentimiento a¨²n mayor contra los fondos. Pero tal vez esa sea tambi¨¦n la dificultad de ese tipo de regulaci¨®n, por la resistencia que esos mismos fondos ejercer¨¢n para evitarla. Siempre podr¨¢n argumentar que la diferente percepci¨®n que cada parte tiene de los aspectos fundamentales de un activo es precisamente lo que permite el juego de la Bolsa, haciendo que unos piensen en vender cuando otros creen conveniente comprar.
Sacar partido
Si los peque?os mantienen su poder de fuego, habr¨¢ que ver qu¨¦ hacen los grandes. En el caso de GameStop, la primera y esperable reacci¨®n fue sumarse al carro. Mientras Melvin, Maplelane y otros fondos que apostaron a la baja, perd¨ªan miles de millones en cuesti¨®n de d¨ªas, fondos como Glenview, Falcon Edge y Heard tuvieron la sagacidad de sumarse a la ola WallStreetBets baj¨¢ndose antes de que rompiera.
Pero seg¨²n William Quinn, profesor de la Queen¡¯s University Belfast y coautor del libro sobre burbujas financieras Boom and Bust (clasificado por Financial Times como una de las mejores obras de econom¨ªa de 2020), lo ocurrido tambi¨¦n podr¨ªa tener otra consecuencia y es que los fondos reduzcan el n¨²mero de apuestas a la baja (tambi¨¦n llamadas posiciones en corto) para evitar reacciones masivas de inversores minoristas como la ocurrida en enero.
La apuesta a la baja se produce cuando un inversor percibe que el precio en el mercado de un t¨ªtulo supera al valor que la empresa emisora puede generar y decide beneficiarse de ello. Esta operativa se suele utilizar en empresas con problemas financieros o cuyo modelo de negocio ha quedado desfasado. La f¨®rmula m¨¢s sencilla consiste en tomar prestado el t¨ªtulo, pagar un inter¨¦s por el pr¨¦stamo, y comprometerse a devolver el t¨ªtulo en un plazo determinado. Como el inversor cree que va a bajar de precio, vende el t¨ªtulo en el mercado en el momento en que se lo prestan y lo compra de nuevo al cumplirse el plazo estipulado en el contrato de cesi¨®n. Si acert¨® con su pron¨®stico y el t¨ªtulo baj¨® lo suficiente, el dinero desembolsado para comprarlo y pagar los intereses ser¨¢ menor al precio por el que lo vendi¨®.
Los fondos con posiciones en corto parecen los malos de la pel¨ªcula porque en muchas ocasiones lo son. Por ejemplo, cuando terminan de sembrar dudas sobre una empresa o un emisor de deuda fr¨¢gil pero recuperable, y aceleran as¨ª un declive que tal vez se pod¨ªa haber evitado. Pero en el caso de GameStop, su papel no era tan cuestionable, por el poco futuro que parec¨ªan tener las tiendas de cemento y ladrillo de la empresa en un mundo donde los videojuegos se venden cada vez m¨¢s por Internet.
Bien hecha, la apuesta a la baja cumple una funci¨®n de higiene esencial en el mercado financiero que es la de ir pinchando acciones y bonos inflados que cotizan por encima de sus posibilidades (como quemar los rastrojos para evitar el incendio de una burbuja que estalla). En palabras de Quinn, ¡°los que hacen la apuesta a la baja tienen efectos negativos y positivos, y entre los positivos destaca que suelen ser muy buenos para detectar fraudes como el de Wirecard y para evitar que haya demasiadas burbujas, por eso un menor n¨²mero de apuestas a la baja tambi¨¦n podr¨ªa significar una mayor probabilidad de nuevas burbujas¡±.
Tipos de burbujas
Adem¨¢s de las acciones de GameStop, durante el pasado mes de enero los foreros agrupados en torno a Reddit concentraron su optimismo en las acciones de los cines AMC y de la aerol¨ªnea American Airlines, entre otras. De acuerdo con la agencia de noticias Bloomberg, las dos empresas aprovecharon el calent¨®n en Bolsa para vender acciones propias por valor de cientos de millones de d¨®lares, asegur¨¢ndose as¨ª una liquidez m¨¢s que bienvenida para mejorar sus ratios de deuda y perspectivas de futuro. Y es que como dice Quinn, no todas las burbujas son malas. ¡°La burbuja de los veh¨ªculos el¨¦ctricos en la que estamos hoy, por ejemplo, con valoraciones muy altas, est¨¢ permitiendo que los fabricantes puedan financiarse por muy poco y eso es algo bueno; lo que est¨¢n haciendo, similar a lo que hizo Amazon en el a?o 2000, es vender acciones propias, que saben que est¨¢n sobrevaloradas, para mejorar sus balances y prepararse para aguantar tiempos dif¨ªciles y seguir creciendo¡±.
El fen¨®meno que hizo posible el auge mete¨®rico de estas acciones en enero tiene una respuesta amplia y otra t¨¦cnica. La primera la dio el economista brit¨¢nico John Maynard Keynes hace casi cien a?os a?os, cuando explic¨® que la cotizaci¨®n de los t¨ªtulos burs¨¢tiles no tiene que ver con su capacidad real de generar valor, sino con las conjeturas que los actores del mercado hacen constantemente unos sobre otros. La t¨¦cnica es un fen¨®meno que en ingl¨¦s se llama short-squeeze y que podr¨ªa traducirse, muy libremente, como apretar a los que tienen posiciones en corto.
En el ejemplo anterior, el inversor que ten¨ªa que devolver la acci¨®n prestada se asustar¨¢, y con raz¨®n, cuando vea que ese t¨ªtulo que deb¨ªa estar bajando se dio la vuelta y, animado por los usuarios de una red social, se empe?a en subir sin que nada sustancial de su negocio haya cambiado. Como el inversor sabe que va a tener que devolver las acciones, intentar¨¢ mantener bajos sus precios (tomando prestadas m¨¢s acciones y vendi¨¦ndolas) o se rendir¨¢ y se sumar¨¢ al frenes¨ª comprador cuanto antes (contribuyendo as¨ª a la subida del precio) para minimizar las p¨¦rdidas por la diferencia entre su precio de venta y su precio de compra. Por definici¨®n, no hay un m¨¢ximo para las p¨¦rdidas posibles, ?qui¨¦n sabe cu¨¢nto puede subir una acci¨®n?
Bola de nieve
En el caso de GameStop, a ese apalancamiento se le sum¨® el de las instituciones financieras que hab¨ªan vendido a foreros m¨¢s sofisticados (y, tal vez, menos foreros) el derecho de comprar acciones a un precio determinado. Para cumplir con su parte del contrato y entregar las acciones al precio acordado, esas instituciones tambi¨¦n se vieron obligadas a sumarse a la bola de nieve de compras que segu¨ªa engordando los precios de las acciones apoyadas por la multitud de peque?os inversores.
Para Mat Levenson, autor de otro libro sobre burbujas financieras titulado Money for Nothing, esa parte de la historia es la m¨¢s preocupante. No porque el auge y ca¨ªda de la acci¨®n de GameStop, AMC, Nokia o Blackberry pueda infligir un da?o importante sobre la econom¨ªa real, sino porque toda esta historia de los apalancamientos conduzca a una toma de conciencia sobre la fragilidad general del sistema financiero que a su vez lo haga tambalearse.
¡°Algo as¨ª va a ocurrir, no puedo decir si ser¨¢ este a?o, el pr¨®ximo o mucho m¨¢s all¨¢, pero en alg¨²n momento porque viene pasando desde el estallido de la burbuja de la South Sea Company en 1720¡±, dice Levenson. ¡°Cuando ocurra, y miremos hacia atr¨¢s, veremos que fue algo as¨ª, aparentemente trivial, pero que hizo que la gente se parase y se preguntase, ¡®?qu¨¦ demonios est¨¢ pasando?¡±. Y es que hay quien ve en la revoluci¨®n de los peque?os inversores de estos d¨ªas un claro s¨ªntoma de que el mercado est¨¢ recalentado debido a la ingente liquidez que han venido bombeando los bancos centrales para sostener la econom¨ªa.
?Puede pasar en Espa?a?
En Espa?a, la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sali¨® a aclarar desde finales de enero que lo ocurrido en Estados Unidos se consideraba manipulaci¨®n de mercado y pod¨ªa acarrear penas de c¨¢rcel. En Europa se considera manipulaci¨®n la difusi¨®n de informaci¨®n falsa para alterar los precios artificialmente y tambi¨¦n la coordinaci¨®n de operaciones de mercado entre varias personas con ese mismo fin, independientemente de si lo hacen en una charla de caf¨¦, por whatsapp o por carta postal.
Al rebufo del WallStreetBets, en Espa?a el l¨ªder del grupo de Telegram ¡®WS Bets Espa?ol¡¯ anunci¨® el lunes su intenci¨®n de comprar acciones de Tubacex, una empresa que en su opini¨®n hab¨ªa sido ¡°demasiado castigada¡± por la pandemia. Aunque se cuid¨® de aclarar que sus opiniones no eran recomendaciones de compra, la acci¨®n tuvo un alza del 8% despu¨¦s. Un movimiento que, seg¨²n explican fuentes de la CNMV consultadas por este peri¨®dico, entra dentro de las variaciones normales de Tubacex, ¡°un valor de tama?o no muy grande que ha tenido en los ¨²ltimos meses subidas y bajadas del 8%, del 10% y del 12%¡±.
Los mercados espa?oles no son comparables a Wall Street porque a¨²n no han llegado las plataformas de intermediaci¨®n burs¨¢til completamente gratis, como RobinHood, pero tambi¨¦n por el tama?o. Como dice Vicente Var¨®, de la comunidad de inversores Finect, GameStop es una empresa grande vista desde Espa?a pero en Estados Unidos pasa desapercibida. ¡°Son mercados con mucha profundidad porque hay mucha gente en ellos, muchos particulares y mucho inversor profesional¡±. Tambi¨¦n habr¨ªa resultado m¨¢s dif¨ªcil, dice, ese relato ¨¦pico de los peque?os contra los grandes porque para eso hace falta que haya grandes con posiciones bajistas, ¡°y en Espa?a no hay tantos¡±.
En opini¨®n de Var¨®, si en Espa?a hay que preocuparse de algo es de los inversores incautos que, ante las dificultades de meterse en Bolsa, acaben ¡°cayendo en criptodivisas de poca monta, un mercado oscuro y de comisiones bajas¡±: ¡°Porque al final, ?qu¨¦ m¨¢s da hacerlo sobre Tubacex que sobre el resultado del pr¨®ximo Madrid-Bar?a? En las apuestas ya vimos a esa gente que se pone de acuerdo para crear tendencias sobre el resultado de un partido y luego deshacen la posici¨®n, tras haber difundido por ah¨ª que no s¨¦ qui¨¦n est¨¢ lesionado... La ¨²nica diferencia con lo de EE UU es el romanticismo de darle su propia medicina, como dicen ellos, a los bajistas¡±.
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