Una estrategia de bienestar social a largo plazo
La estrategia Espa?a 2050 propone un amplio y ¨²til conjunto de objetivos y de medidas para alcanzarlos, sobre las que construir los consensos sociales y pactos de estado necesarios
La sociedad espa?ola, como cualquier empresa o instituci¨®n, necesita una visi¨®n estrat¨¦gica del modelo econ¨®mico y social al que aspira, a la que supeditar sus pol¨ªticas y decisiones. Esta es la estrategia que han seguido algunos ¡°milagros¡± econ¨®micos, como Singapur en su apuesta por la innovaci¨®n, por citar uno de los ejemplos m¨¢s conocidos. Cuando un pa¨ªs est¨¢ en la frontera mundial del progreso econ¨®mico y social, tiene que imaginar su futuro. Si, como es el caso de Espa?a, su bienestar social todav¨ªa est¨¢ por debajo de otras sociedades con las que comparte un proyecto pol¨ªtico, econ¨®mico y social en la UE, emular los logros econ¨®micos y sociales en estos pa¨ªses supone una aspiraci¨®n ambiciosa, pero realista. Con esta idea escribimos el libro En Busca de la Prosperidad, en el que planteamos la comparaci¨®n de Espa?a con las ocho econom¨ªas m¨¢s avanzadas de Europa.
La convergencia de Espa?a con estas sociedades pr¨¢cticamente se interrumpi¨® hace cuatro d¨¦cadas, tanto en renta per c¨¢pita como en los indicadores agregados del bienestar, que adicionalmente incluyen la desigualdad, las horas de trabajo, la esperanza de vida y la sostenibilidad medioambiental. Las causas de esta falta de convergencia son m¨²ltiples, pero, como ocurre con la tasa de paro, las brechas en renta per c¨¢pita y bienestar se ampl¨ªan en las recesiones y se reducen en las expansiones, por lo que pueden definirse como estructurales o de largo plazo. Las diferencias existentes vienen de lejos, pero no son producto de la causalidad o de la fatalidad. Por el contrario, son el resultado de la interacci¨®n de diferentes debilidades estructurales en nuestro capital humano, en los mercados de trabajo y productos, en el sistema productivo, en el sector p¨²blico y en la calidad de nuestras instituciones, que llevamos tiempo sin corregir con la suficiente ambici¨®n. La Espa?a de 2021 es el resultado de los errores y aciertos de los ¨²ltimos cuarenta a?os, de la misma manera que nuestra situaci¨®n en las pr¨®ximas d¨¦cadas depender¨¢ de decisiones que se vayan adoptando desde ahora.
Tenemos que corregir los desequilibrios del pasado y prepararnos para superar los retos futuros. Los que ya conocemos anticipan un enorme potencial para alterar nuestras sociedades. M¨¢s all¨¢ de la crisis de la covid, ya est¨¢bamos afrontando enormes cambios demogr¨¢ficos y migratorios, la disrupci¨®n digital o la transici¨®n energ¨¦tica hacia una econom¨ªa neutra en emisiones. Pero esta tarea necesita tiempo. Reducir a la mitad la brecha de capital humano de la poblaci¨®n adulta nos ha llevado medio siglo. Eliminar la que todav¨ªa nos queda requerir¨¢ un plazo no inferior a una generaci¨®n. Acabar con la inaceptable diferencia de diez puntos que separa nuestra tasa de paro estructural con la de las econom¨ªas europeas m¨¢s avanzadas dif¨ªcilmente puede hacerse en menos de una d¨¦cada. Facilitar e incentivar que las empresas crezcan, aumenten su productividad y competitividad, o se digitalicen precisa de un esfuerzo continuado durante varias legislaturas. Y lo mismo puede decirse de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, la reducci¨®n de la desigualdad o la modernizaci¨®n de un estado del bienestar que necesitamos m¨¢s eficiente y con m¨¢s recursos.
Para todo ello es necesario pensar estrat¨¦gicamente, lo que exige tambi¨¦n resolver los problemas m¨¢s urgentes con soluciones consistentes con los objetivos de largo plazo. Hay que ser tambi¨¦n conscientes de que no se acertar¨¢ necesariamente a la primera, que las restricciones de econom¨ªa pol¨ªtica requieren aplicar medidas de manera gradual, evaluarlas continuamente, admitir los errores y corregir lo que no funciona. Teniendo en cuenta las tendencias previsibles en un horizonte de varias legislaturas, la estrategia Espa?a 2050 propone un amplio y ¨²til conjunto de objetivos (que no predicciones) y de medidas para alcanzarlos, sobre las que construir los consensos sociales y pactos de estado necesarios. Unos objetivos precisos y cuantificados que permiten el seguimiento de los logros alcanzados en cada uno de ellos y que facilitar¨¢n valorar la acci¨®n del gobierno de turno en cada momento.
Javier Andr¨¦s (Universidad de Valencia) y Rafael Dom¨¦nech (BBVA Research y Universidad de Valencia)
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