El elogio del humo y los espejos
Los republicanos ofrecen a los dem¨®cratas una oportunidad de oro para mostrar que son fiscalmente responsables
Estados Unidos necesita desesperadamente empezar a invertir en s¨ª mismo. Y puede permit¨ªrselo f¨¢cilmente. Pero el camino hacia un futuro mejor se ha visto bloqueado por el partidismo y por conceptos de rectitud fiscal desacertados. Por eso me agrada ver a miembros del Congreso adoptar artima?as presupuestarias.
Los antecedentes: el Senado parece estar a punto de aprobar una ley de infraestructuras bip...
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Estados Unidos necesita desesperadamente empezar a invertir en s¨ª mismo. Y puede permit¨ªrselo f¨¢cilmente. Pero el camino hacia un futuro mejor se ha visto bloqueado por el partidismo y por conceptos de rectitud fiscal desacertados. Por eso me agrada ver a miembros del Congreso adoptar artima?as presupuestarias.
Los antecedentes: el Senado parece estar a punto de aprobar una ley de infraestructuras bipartidista, es decir, una ley que recibir¨¢ el apoyo de una minor¨ªa suficientemente amplia de senadores republicanos como para superar el obstruccionismo parlamentario. La ley se queda muy corta frente a lo que realmente necesita el pa¨ªs; de los dem¨®cratas depender¨¢ el llenar las lagunas con legislaci¨®n adicional que deber¨¢n aprobar mediante el procedimiento de reconciliaci¨®n. Aun as¨ª, es un gran logro pol¨ªtico, en especial despu¨¦s de que la ¡°semana de las infraestructuras¡± se convirtiera en chiste recurrente en tiempos de Trump.
Pero, ?c¨®mo ha llegado el Senado a este punto? La pol¨ªtica era bastante evidente: el gasto en infraestructuras es muy popular, y un n¨²mero significativo de republicanos no quer¨ªan ser vistos como unos completos obstruccionistas. Lo que no estaba claro, sin embargo, era c¨®mo se financiar¨ªa el gasto.
A simple vista, las exigencias republicanas deber¨ªan haber hecho imposible que se alcanzara un acuerdo. Los senadores republicanos se opon¨ªan a subir impuestos. Tambi¨¦n bloquearon propuestas que daban al Servicio de Impuestos Internos (IRS) recursos para perseguir la extendida evasi¨®n fiscal, una postura que incluso a c¨ªnicos como este servidor nos ha parecido un tanto escandalosa. ?Qu¨¦ clase de partido se pone, de manera m¨¢s o menos abierta, del lado de los defraudadores fiscales ricos?
Sin embargo, los republicanos insist¨ªan al mismo tiempo en que se pagara el nuevo gasto, a diferencia, pongamos, de la rebaja fiscal que aprobaron en 2017, y que, como afirmaban alegremente (y falsamente), se pagar¨ªa por s¨ª sola. Entonces, ?c¨®mo lo han resuelto? B¨¢sicamente, a base de disimular; buena parte de la supuesta financiaci¨®n proceder¨ªa de triqui?uelas contables. En concreto, gran parte de ella derivar¨ªa de ¡°reasignar¡± dinero de programas de ayuda para la covid-19 que acabaron costando menos de lo previsto, pasando por alto otros que hab¨ªan costado m¨¢s de lo esperado. En otras palabras, podr¨ªa decirse que la inversi¨®n en infraestructuras se pagar¨ªa con humo y espejos. (La Oficina Presupuestaria del Congreso coincide). Y eso est¨¢ bien. De hecho, probablemente sea algo bueno.
Para entender por qu¨¦, debemos analizar la aritm¨¦tica de la deuda en una ¨¦poca de tipos de inter¨¦s bajos. Supongamos que el Gobierno federal pidiera ahora mismo un bill¨®n de d¨®lares, por usar un n¨²mero redondo, y que lo hiciera sin establecer ninguna provisi¨®n para pagar la deuda adicional. Es decir, no cobrar¨ªa impuestos ni recortar¨ªa gastos para pagar el principal; ni siquiera har¨ªa nada por cubrir el inter¨¦s de la deuda, y se limitar¨ªa a pedir m¨¢s dinero a medida que los intereses fueran venciendo.
En estas circunstancias, la deuda aumentar¨ªa con el tiempo. Pero no aumentar¨ªa con mucha rapidez. El tipo de inter¨¦s actual de la deuda estadounidense a largo plazo es inferior al 1,2%, de modo que, en una d¨¦cada, la deuda se incrementar¨ªa solo en torno a un 13%. Y el crecimiento de la econom¨ªa superar¨ªa con creces al aumento de la deuda: la Oficina Presupuestaria del Congreso prev¨¦ un aumento del 50% en el PIB nominal a lo largo de los pr¨®ximos 10 a?os. La deuda no se acumular¨ªa en exceso, sino que, en relaci¨®n con la econom¨ªa, se diluir¨ªa.
De modo que el hecho de que la ley de infraestructuras pagara en la pr¨¢ctica la inversi¨®n p¨²blica con dinero prestado no es nada que deba preocuparnos. Si la inversi¨®n vale la pena ¡ªy la vale¡ª deber¨ªamos realizarla. ?Y qu¨¦ hay de las preocupaciones de que el aumento del gasto ser¨ªa inflacionario? Aqu¨ª es donde necesitamos tener un sentido de las magnitudes relativas. Hablamos de gastos que se repartir¨ªan a lo largo de una d¨¦cada, una d¨¦cada durante la cual la oficina presupuestaria calcula que el PIB total de Estados Unidos ser¨¢ de 287 billones de d¨®lares. Por eso, incluso una inversi¨®n p¨²blica de varios billones de d¨®lares equivaldr¨ªa solamente a un moderado est¨ªmulo fiscal como porcentaje del PIB, y cualquier impacto inflacionario podr¨ªa controlarse f¨¢cilmente mediante una pol¨ªtica monetaria un poco m¨¢s restrictiva.
Ahora bien, la parte exclusivamente dem¨®crata del programa de inversi¨®n p¨²blica incluir¨¢ algunas fuentes verdaderas de nuevos ingresos, aunque solo sea para satisfacer a los moderados que todav¨ªa est¨¢n excesivamente preocupados por la deuda. Pero en lo referente a encontrar estos ¡°medios de pago¡±, la negativa del Partido Republicano a subir impuestos o incluso a intentar recaudar los adeudados conforme a la ley actual tal vez les haya hecho un favor a los dem¨®cratas. ?Por qu¨¦? Porque estos pueden ahora pagar buena parte de lo que quieren con pol¨ªticas extremadamente populares.
Los sondeos muestran constantemente un respaldo firme a la subida de impuestos a multinacionales y ricos. No he visto encuestas relacionadas con obligar a los defraudadores ricos a pagar lo que deben, pero creo que puedo suponer que esta medida ser¨ªa a¨²n m¨¢s popular. De modo que los republicanos han ofrecido a los dem¨®cratas una oportunidad de oro para demostrar que son fiscalmente responsables y que est¨¢n del lado de los esforzados trabajadores estadounidenses, y no de las ¨¦lites defraudadoras. Esencialmente, por supuesto, no deber¨ªamos estar teniendo este debate. En un mundo mejor, los pol¨ªticos se?alar¨ªan que, en ocasiones, los Gobiernos, al igual que las empresas, deben endeudarse para poder realizar inversiones productivas.
Pero si los pol¨ªticos sienten la necesidad de ocultar lo que hacen mediante unos cuantos trucos fiscales, eso es mejor que no invertir. La contabilidad creativa en busca de un futuro mejor no es ning¨²n vicio.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa ? The New York Times, 2021. Traducci¨®n de News Clips.