Dem¨®cratas y republicanos desbloquean en el Senado el debate sobre el plan de infraestructuras de Biden
El acuerdo inicia su andadura con un voto bipartidista a favor de 67 sufragios contra 32, en esta primera votaci¨®n de procedimiento
El quebradero de cabeza que est¨¢ suponiendo para la Casa Blanca uno de los pilares del programa econ¨®mico del presidente Joe Biden comenz¨® a calmarse en la noche del mi¨¦rcoles cuando los senadores que negocian el proyecto anunciaron un acuerdo y a continuaci¨®n se dispusieron a votarlo. Dem¨®cratas y republicanos se pusieron de acuerdo para desbloquear el debate sobre el plan de infraestructuras, cuyo objetivo es invertir 1,2 billones de d¨®lares (1 bill¨®n de euros) en un periodo de ocho a?os en los ya caducos puentes, carreteras, ferrocarriles y puertos de Estados Unidos, entre otros.
Biden calific¨® el acuerdo como ¡°hist¨®rico¡± y prometi¨® trabajar con ambos lados del espectro pol¨ªtico para garantizar la aprobaci¨®n del proyecto de ley. ¡°Si es cierto que hay muchas cosas en las que no estamos de acuerdo, creo que debemos poder trabajar juntos en las pocas cosas en las que s¨ª estamos de acuerdo¡±, declar¨® el presidente.
El Senado aprob¨® por 67 votos contra 32 iniciar el debate que puede acabar viendo nacer la ley respaldada por Biden. La votaci¨®n cont¨® con el apoyo de los 50 senadores que votan bajo el paraguas dem¨®crata (entre los que hay dos independientes) a los que se sumaron 17 republicanos, en esta primera votaci¨®n de procedimiento. La inusual cifra de 17 republicanos votando junto a los dem¨®cratas prueba que existe inter¨¦s por tan determinante tema, lo que no est¨¢ nada claro es si acabar¨¢n por hacer lo mismo cuando se produzca la aprobaci¨®n final, que apenas ahora comienza a debatirse.
El presidente anunci¨® a finales de junio que hab¨ªa llegado a un pacto bipartidista para sacar adelante el plan de infraestructuras. Apenas tres d¨ªas despu¨¦s, su ambicioso programa -que ya hab¨ªa sido mermado durante las negociaciones- sufri¨® un par¨®n y qued¨® atascado. Hasta el mi¨¦rcoles, cuando el senador republicano Rob Portman fue el encargado de dar la buena nueva. ¡°Tenemos un acuerdo en los aspectos m¨¢s importantes y estamos ya preparados para avanzar¡±, declar¨® Portman, al frente del equipo negociador. ¡°Hemos llegado a un pacto sobre los temas principales. Todav¨ªa tenemos que finalizar el lenguaje legislativo¡±, dijo el republicano por Ohio, despu¨¦s de que los cinco negociadores de su partido se reunieron con el l¨ªder de la minor¨ªa del Senado, el tambi¨¦n republicano Mitch McConnell.
El pasado 22 de julio, los dem¨®cratas volv¨ªan a sufrir un rev¨¦s en el Congreso, al no lograr los 60 votos necesarios en la C¨¢mara Alta para poder iniciar el proceso de debate de la ambiciosa legislaci¨®n. Entonces, el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata, Chuck Schumer, us¨® una argucia parlamentaria que le oblig¨® a cambiar de bando. Schumer tuvo que votar con los republicanos para que ni se paralizase la iniciativa y fuera posible retomarla de nuevo, como finalmente ha sucedido.
A pesar del respiro que da la votaci¨®n a la Administraci¨®n Biden, que se encuentra contra la pared en otros frentes legislativos y luchando con el incremento de casos de coronavirus, la votaci¨®n es un mero procedimiento para poder comenzar a debatir el borrador que incluye la modernizaci¨®n de la llamada ¡°infraestructura f¨ªsica¡± pero deja fuera de la ecuaci¨®n la parte conocida como ¡°infraestructura humana¡±, que inclu¨ªa la propuesta original con medidas sociales y ambientales.
Dem¨®cratas y republicanos esperan obtener a partir de ahora un fuerte apoyo de los legisladores de sus respectivos partidos. Sellar un acuerdo bipartidista permitir¨¢ a Biden emprender esa ambiciosa agenda econ¨®mica tras el voto clave que deb¨ªa suceder en el Senado. Eso obliga a votar a favor del pacto a los 50 senadores dem¨®cratas y al menos 10 republicanos, ya que es necesaria una mayor¨ªa de tres quintos, o lo que es lo mismo, los 60 senadores que impone el filibusterismo, una pr¨¢ctica del pasado que consist¨ªa en hablar durante horas, extendiendo indefinidamente el debate para impedir la votaci¨®n, y que al final ha convertido al Senado contempor¨¢neo en una C¨¢mara en la que las leyes se aprueban por una mayor¨ªa cualificada de tres quintos.
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