El peligro de los retos virales de TikTok y sus l¨ªmites legales
Los creadores y promotores de juegos arriesgados pueden llegar a afrontar responsabilidades por la muerte o lesiones de los participantes
Limarse los dientes en casa, aplicarse crema solar de forma selectiva por la cara o echar agua en aceite hirviendo. Estos son algunos de los ¨²ltimos retos virales en TikTok que practican j¨®venes de todo el mundo, poniendo en peligro su salud para divertirse o pr...
Limarse los dientes en casa, aplicarse crema solar de forma selectiva por la cara o echar agua en aceite hirviendo. Estos son algunos de los ¨²ltimos retos virales en TikTok que practican j¨®venes de todo el mundo, poniendo en peligro su salud para divertirse o presumir en redes. Algunos de ellos pueden llegar a tener graves consecuencias. La difusi¨®n de este tipo de pruebas se ha convertido en un riesgo dif¨ªcil de controlar. Sin embargo, no todo vale. Pese a tratarse de un tema controvertido, sus promotores pueden enfrentarse a responsabilidades civiles y penales por los da?os causados.
Para empezar, hay que distinguir los desaf¨ªos nocivos, pero sin malas intenciones, de aquellos que invitan a los usuarios a suicidarse, autolesionarse o lastimar a alguien. Entre estos ¨²ltimos, la conocida como ¡°La caza del pijo¡±, consistente en acumular agresiones a j¨®venes de barrios ricos, o el v¨ªdeo que incita a violar a las mujeres un d¨ªa al a?o. Son retos que cruzan todas las l¨ªneas rojas y que pueden ser penalmente perseguibles. Aunque, como explica Pablo Lightowler-Stahlberg, penalista en Oliva-Ayala Abogados, el mayor problema es que pocas veces puede identificarse a su creador, a lo que se a?ade la dificultad de juzgar los hechos ¡°cuando su origen est¨¢ en otros pa¨ªses¡±.
Los promotores de desaf¨ªos o juegos extremos que inciten al participante a quitarse la vida pueden ser castigados por inducci¨®n al suicidio, ¡°siempre que dicho resultado sea intencionado¡±, puntualiza el abogado. Es decir, quedar¨ªan excluidos casos como los ocurridos recientemente en Italia y Venezuela, donde dos menores han fallecido, supuestamente como consecuencia de intentar llevar a cabo el llamado Blackout Challenge, reto consistente en bloquear la respiraci¨®n hasta la p¨¦rdida del conocimiento, por no estar dirigidos a la muerte de los participantes.
Ahora bien, tras una reciente reforma, la ley castiga hasta con tres a?os de prisi¨®n a quienes fomenten o inciten intencionadamente a la autolesi¨®n o promuevan deliberadamente trastornos alimenticios entre menores o discapacitados. Por otro lado, no exige que los juegos suicidas est¨¦n dirigidos hacia una persona en concreto, como s¨ª se requiere en el caso de que la v¨ªctima sea mayor de edad.
La participaci¨®n de menores en desaf¨ªos agrava el asunto. Cuando quien acepta el reto es mayor de edad, explica Lightowler-Stahlberg, ¡°la responsabilidad penal del hipot¨¦tico provocador o inductor queda excluida, generalmente, por la autopuesta en peligro en la que se coloca la propia v¨ªctima¡±. Es decir, se presume que ha decidido libremente someterse al riesgo que entra?a la prueba y asume las consecuencias. Sin embargo, la aceptaci¨®n no se considera v¨¢lida cuando quien se lesiona no ha cumplido a¨²n los 18 a?os.
Pero, m¨¢s all¨¢ del Derecho Penal, ?podr¨ªa reclamarse una indemnizaci¨®n por los da?os sufridos al imitar estos v¨ªdeos? Para Eugenio Llamas, catedr¨¢tico de Derecho Civil y socio director de Llamas Abogados, siempre que el contenido sea l¨ªcito, esto solo es factible cuando el perjudicado no se haya puesto en peligro consciente y voluntariamente. En estos casos, opina el letrado, ¡°debe admitirse que los da?os son deliberadamente queridos por su autor y, por tanto, no son susceptibles de compensaci¨®n¡±. Adem¨¢s, agrega, la intervenci¨®n negligente de los afectados pesa en la decisi¨®n sobre la reparaci¨®n del perjuicio, tanto para excluirla como para minorarla.
Efr¨¦n D¨ªaz, abogado y responsable de Tecnolog¨ªa en el Bufete Mas y Calvet, ve, en cambio, otros resquicios legales. Si se considera a los promotores como prestadores de servicios y a los participantes como consumidores, los primeros, por lo general, ¡°ser¨¢n responsables de los da?os causados por los servicios defectuosos¡±. Por tanto, opina D¨ªaz, en el caso de que alguien sufra un mal por seguir alguno de los retos propuestos en redes sociales, ¡°puede reclamarse directamente a sus creadores¡±. Lo dif¨ªcil ser¨¢ probar que el demandado fue el ¡°agente¡± que caus¨® el perjuicio.
La jurisprudencia sobre responsabilidad por servicios da?inos ¡°es muy variada y condicionada por los casos concretos¡±, asume D¨ªaz. En Estados Unidos, la muerte de un adolescente de 15 a?os por seguir el Benadryl Challenge hizo saltar el a?o pasado todas las alarmas. Se trataba de ingerir dicho antihistam¨ªnico para subir un v¨ªdeo con los efectos alucin¨®genos que causa. La farmac¨¦utica se apresur¨® a emitir un mensaje de alerta a los padres y entabl¨® conversaciones con TikTok para retirar el reto.
Y es que, exigir responsabilidades a las plataformas que alojan estos contenidos no es sencillo. Como explica Aitor Prado, jurista especializado en nuevas tecnolog¨ªas, en la medida en que jueguen un papel de mero intermediario ¡°estar¨¢n exentas de responder por este tipo de da?os¡±. Otra cosa ser¨ªa si promovieran el reto ¡°tomando partido con ello¡±.
Las redes sociales tambi¨¦n podr¨ªan tener que responder, agrega Lightowler-Stahlberg, si, a pesar de prohibir contenidos delictivos, no los borran ¡°tan pronto tengan conocimiento de su existencia¡±. De hecho, un tribunal espa?ol ya conden¨® a Google INC (como sociedad titular de YouTube) como responsable civil subsidiario de un delito contra la integridad moral cometido por un usuario. Se trataba de un v¨ªdeo en el que, versionando un anuncio de Ikea, se simulaba que se disparaba en la cabeza al menor protagonista.
Aunque en este caso la sentencia no lleg¨® a ejecutarse, ya que fue revocada por el Tribunal Constitucional, el letrado augura: ¡°Puede que, no en mucho tiempo, veamos resoluciones que responsabilicen a alguna plataforma o red social por los da?os causados a ra¨ªz de alg¨²n contenido subido a las mismas¡±.
Dietas no tan milagrosas
Las redes sociales han viralizado a gur¨²s de la nutrici¨®n que utilizan estas plataformas para dar consejos de salud o dietas milagrosas. Varios colegios profesionales ya han alertado sobre estas pr¨¢cticas, ya que pueden atentar contra la salud de las personas. Como se?ala el jurista Aitor Prado, podr¨ªa darse el caso de ¡°cierto intrusismo¡± si el streamer o instagramer sustituye los servicios de un profesional sin estar cualificado para ello. Incluso, advierte el penalista Pablo Lightowler-Stahlberg, podr¨ªan llegar a responder por delito de lesiones u homicidio imprudente si, present¨¢ndose como expertos, promueven conductas tan da?inas como beber agua con lej¨ªa.