Evitar los abusos al ciudadano digital
El creciente desequilibrio entre las grandes empresas y los consumidores ha convertido el comercio electr¨®nico en un campo proclive para los atropellos
El comercio electr¨®nico entre empresas y consumidores no cesa de crecer. El llamado B2C (Business to Consumer, de empresa a consumidor) ascendi¨® a 50.382 millones de euros en Espa?a en 2019, seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa. Un volumen siete veces mayor que en 2009. Las ventas se aceleraron notablemente desde el inicio de la pandemia y crecieron a tasas interanuales superiores al 50% durante los meses de abril, mayo y junio de 2020, seg¨²n el Ministerio de Ind...
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El comercio electr¨®nico entre empresas y consumidores no cesa de crecer. El llamado B2C (Business to Consumer, de empresa a consumidor) ascendi¨® a 50.382 millones de euros en Espa?a en 2019, seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa. Un volumen siete veces mayor que en 2009. Las ventas se aceleraron notablemente desde el inicio de la pandemia y crecieron a tasas interanuales superiores al 50% durante los meses de abril, mayo y junio de 2020, seg¨²n el Ministerio de Industria. En lo que va de a?o, hasta julio ha crecido un 19%. Las operaciones m¨¢s relevantes corresponden a reservas de alojamientos y billetes de transporte.
El desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢ disparado y las decisiones de compra de los ciudadanos por medios digitales vienen muy definidas por unos algoritmos, dise?ados por poderosas corporaciones, que no son nada neutrales. El an¨¢lisis de esta nueva realidad econ¨®mica ¡°desde la perspectiva del consumidor, del ciudadano, que adquiere un v¨ªnculo contractual mediante un clic¡±, es el objeto de un esclarecedor libro Derecho de los consumidores y comercio electr¨®nico (Wolters Kluwer), del magistrado Francisco Gonz¨¢lez de Audicana Zorraquino.
El autor, un jurista preocupado por la p¨¦rdida de derechos de los ciudadanos en la nueva econom¨ªa, es bien conocido por sus preguntas al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) en asuntos tan sensibles como las hipotecas. Persigue que Espa?a aplique la normativa europea mucho m¨¢s protectora de los ciudadanos.
El creciente desequilibrio entre las grandes empresas y los consumidores ha convertido el comercio electr¨®nico en un campo proclive para los abusos. El libro nos recuerda que, seg¨²n dijo la Comisi¨®n Europea en 2018, ¡°un 80% de las p¨¢ginas webs europeas infringe la normativa sobre protecci¨®n de consumidores¡±.
El texto tiene un gran sentido pr¨¢ctico. Recuerda que como consumidores ¡°todos los derechos que rodean la contrataci¨®n electr¨®nica los podremos ejercitar ante los tribunales¡±. Abunda en los consejos ¨²tiles como guardar una captura de pantalla en el ordenador o en el dispositivo que utilicemos de las operaciones que realicemos. Y resalta la importancia de luchar para evitar cualquier abuso que se pueda provocar a los consumidores, al ciudadano digital, que ¡°vendr¨¢ proporcionado por la posici¨®n dominante de las grandes plataformas¡±.
En sus reflexiones sobre el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas, el magistrado va mucho m¨¢s all¨¢ de las repercusiones estrictamente econ¨®micas al expresar su preocupaci¨®n por otros aspectos como la p¨¦rdida cada vez mayor de nuestra intimidad. Advierte de que ¡°no somos del todo conscientes, que a los datos a los cuales ahora renunciamos, pueden implicar un control de nuestras decisiones en un futuro no tan lejano¡±.
Las nuevas tecnolog¨ªas impulsan un nuevo tipo de contrataci¨®n en la que los ciudadanos no negocian nada. Asumen unos contratos de adhesi¨®n, con unas cl¨¢usulas redactadas previamente e impuestas por las empresas en las que abundan los abusos. Desde 1973 Europa ha establecido un derecho protector de los ciudadanos que el TJUE actualiza constantemente. Espa?a va muy rezagada. El trabajo del juez Gonz¨¢lez de Audicana es muy necesario.