Espa?a dar¨¢ trabajo a 500 agricultores ecuatorianos y hondure?os que est¨¦n dispuestos a regresar a sus pa¨ªses tras la campa?a de la fresa
Un proyecto piloto extiende a Latinoam¨¦rica la experiencia de reclutar temporeros para la recolecci¨®n de frutos rojos
Un grupo de empresarios espa?oles aterriz¨® esta semana en Quito (Ecuador) de la mano de los Gobiernos de ambos pa¨ªses. Tra¨ªan dos mensajes. El primero, que buscan agricultores para darles trabajo y casa en Huelva. El segundo, que los seleccionados deber¨¢n volver a su pa¨ªs cuando termine la campa?a de recolecci¨®n de frutos rojos. Si no lo hacen, el proyecto piloto que extiende a Latinoam¨¦rica ¡ªen concreto a Ecuador y Honduras¨D la experiencia de reclutar temporeros extranjeros no podr¨¢ repetirse, y los 500 trabajadores contratados esta semana ¡ª250 en cada pa¨ªs¡ª ser¨¢n los ¨²nicos y los ¨²ltimos....
Un grupo de empresarios espa?oles aterriz¨® esta semana en Quito (Ecuador) de la mano de los Gobiernos de ambos pa¨ªses. Tra¨ªan dos mensajes. El primero, que buscan agricultores para darles trabajo y casa en Huelva. El segundo, que los seleccionados deber¨¢n volver a su pa¨ªs cuando termine la campa?a de recolecci¨®n de frutos rojos. Si no lo hacen, el proyecto piloto que extiende a Latinoam¨¦rica ¡ªen concreto a Ecuador y Honduras¨D la experiencia de reclutar temporeros extranjeros no podr¨¢ repetirse, y los 500 trabajadores contratados esta semana ¡ª250 en cada pa¨ªs¡ª ser¨¢n los ¨²nicos y los ¨²ltimos.
¡°S¨ª, se sabe que hay que volver¡±, admite Armando Quilumba, de 24 a?os, al salir de la entrevista de trabajo. ¡°Est¨¢ muy claro el retorno; nosotros comenzar¨ªamos para que despu¨¦s vayan m¨¢s personas, no solo las 250¡å, repite Luis Pacheco, de 31 a?os. Ambos estuvieron en la jornada de reclutamiento del pasado jueves en la capital ecuatoriana y cumpl¨ªan con los requisitos para haber pasado a la fase final con otros 1.500, tras una criba que dej¨® fuera a m¨¢s de 21.000 inscritos en la oferta.
Espa?a busca ahora trabajadores en Ecuador y en Honduras de entre 21 y 45 a?os, preferiblemente con experiencia en labores agr¨ªcolas, que vivan en zonas rurales y tengan ganas de salir del pa¨ªs y emprender. Los jornaleros de Am¨¦rica se sumar¨¢n a las 12.700 temporeras procedentes de Marruecos, de acuerdo con los datos facilitados por la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa, que, como cada a?o, desde el 2000 llegan a Huelva a trav¨¦s de la gesti¨®n colectiva de contrataciones en origen (GECCO), un programa que permite contratar contingentes de trabajadores en el extranjero y compensar la escasez de mano de obra en el campo espa?ol. El n¨²mero de jornaleras marroqu¨ªes que se incorporar¨¢ a la campa?a de la fresa que se inicia en diciembre es similar al que trabaj¨® bajo los invernaderos la primavera pasada.
Alternativas frente a la incertidumbre marroqu¨ª
El cierre decretado por Marruecos durante lo m¨¢s duro de la pandemia dej¨® al otro lado del Estrecho a la mitad del contingente previsto para la campa?a 2019/20 y puso en graves apuros el regreso de las 7.000 que s¨ª pudieron llegar a Huelva, dej¨¢ndolas varadas en la provincia y agotando sus propios recursos durante los dos meses en los que no pudieron regresar. Esa situaci¨®n determin¨® a los empresarios a replantearse la posibilidad de buscar en otros territorios la mano de obra necesaria para recoger su fresa, sin estar condicionados por las decisiones de Rabat. La crisis migratoria provocada por el reino Alau¨ª la pasada primavera tambi¨¦n amenaz¨® el regreso de las temporeras.
Dos a?os despu¨¦s cristaliza la posibilidad de contratar temporeros de Am¨¦rica. Los agricultores onubenses insisten en que no se trata de sustituir a las jornaleras marroqu¨ªes, muchas de ellas fidelizadas e integradas, y que llevan dos d¨¦cadas trabajando en sus campos, pero quieren garantizarse alternativas para no depender de un solo pa¨ªs. Fuentes conocedoras del funcionamiento del programa GECCO en Marruecos consideran, no obstante, que aunque las contrataciones en Ecuador y Honduras estaban ya planteadas desde hace tiempo, su puesta en marcha es una forma de castigar la inseguridad que provoca el Gobierno de Rabat a la hora de hacer tratos.
Uno de los seleccionadores que ha viajado hasta Ecuador es Manuel Piedra, secretario general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA) de Huelva. Se presenta ante los aspirantes como el ¡°poli malo¡±. A ¨¦l le toca poner el ¨¦nfasis en el mantra de que los ecuatorianos que vayan a trabajar las tierras espa?olas no pueden quedarse irregularmente en el territorio. Les advierte de que pueden caer en manos de ¡°mafias¡± y ser ¡°explotados para trabajar m¨¢s horas por menos dinero¡±. Pero apela a la solidaridad y patriotismo de los ecuatorianos. ¡°Si el proyecto piloto es un ¨¦xito, los 250 agricultores de hoy podr¨ªan llegar a 2.000 o 3.000, porque hay 5.000 agricultores en Espa?a con necesidades de mano de obra¡±, explica Piedra. ¡°Pero si se quedan en Espa?a, este proyecto se acabar¨ªa y l¨®gicamente sus compatriotas no podr¨ªan incorporarse el pr¨®ximo a?o¡±, subraya.
El retorno a los pa¨ªses de origen es uno de los puntales clave en el dise?o del programa, por eso en la selecci¨®n de los perfiles en el caso de las temporeras marroqu¨ªes se prima que las mujeres est¨¦n casadas, divorciadas o viudas y tengan a su cargo hijos menores de 14 a?os, un criterio pol¨¦mico que contribuye a aumentar la probabilidad de que regresen al final de cada temporada. En muchas ocasiones la l¨®gica perspectiva de un futuro mejor en Espa?a o el temor a no ser reclutadas para la pr¨®xima campa?a determina a muchas de ellas a no volver. La caducidad de su visado y la falta de oportunidades al no tener la documentaci¨®n en regla aboca a muchas a tener que vivir en los poblados chabolistas y en demasiadas ocasiones a sufrir explotaci¨®n laboral.
El mensaje del regreso cal¨® entre los trabajadores ecuatorianos presentes en las jornadas de selecci¨®n. Todos los que sal¨ªan de la entrevista asent¨ªan al ser preguntados si volver¨¢n a sus casas cuando termine el contrato que dura de enero a julio. Lo que ven m¨¢s atractivo son las condiciones laborales y la posibilidad de aprender nuevas t¨¦cnicas para luego aplicarlas en su tierra. ¡°Aqu¨ª a veces no hay trabajo y se gana menos¡±, responde Wilson Quilumba, de 35 a?os, acostumbrado a sembrar ma¨ªz, papas, tomate y fr¨¦jol (jud¨ªas), en Ibarra, en el norte ecuatoriano, y que est¨¢ motivado por aprender ¡°c¨®mo es el campo all¨¢¡±. Tiene una esposa y dos hijos a los que sacar adelante y tambi¨¦n sabe de alba?iler¨ªa.
350.703 toneladas de fresa en la pasada campa?a
A ¨¦l le espera, si es elegido, un contrato de temporero de seis meses para la recolecci¨®n de frutos rojos en Huelva, con un sueldo de 49 d¨®lares al d¨ªa (42,14 euros) por seis horas y media con seis d¨ªas de trabajo a la semana. ¡°No necesariamente deben ir seguidos, pueden ser lunes, martes, mi¨¦rcoles, un d¨ªa de descanso, y luego el resto de la semana¡±, explican los empresarios ante el auditorio de candidatos. A eso se suma el billete de avi¨®n de ida, no el de vuelta, el alojamiento en casas de seis en seis, y los gastos de luz y agua. ¡°El retorno lo pagan de lo que hayan ganado en nuestro pa¨ªs¡±, matiza Piedra, que no descarta la posibilidad de obtener ayudas oficiales para cubrir ese aspecto. En el caso de las temporeras marroqu¨ªes, el billete de vuelta en el ferri y determinados gastos de mantenimiento de la vivienda tambi¨¦n corren de su cuenta.
La entrevista a Soledad Andrango, de 38 a?os y tres hijos, uno un beb¨¦, fue breve, no m¨¢s de cinco minutos en los que enumer¨® la retah¨ªla de cultivos en los que tiene experiencia. Daniel Males es quien tiene un perfil m¨¢s cercano a lo que se busca. Est¨¢ casado y con hijos, y sabe de sembrar ¡°frutillas¡±. O sea, fresas. ¡°Aqu¨ª est¨¢n s¨²perbaratas, por un balde sacas solo 10 d¨®lares y eso casi no me alcanza para cubrir los qu¨ªmicos y el sueldo de los trabajadores¡±, explica. Espera volver de Espa?a sabiendo c¨®mo producir m¨¢s. Tiene 42 a?os, casi al l¨ªmite de lo que buscan los seleccionadores.
Los campos de Huelva se preparan para una campa?a lluviosa, similar a la anterior. La meteorolog¨ªa, sin embargo, no les impidi¨® cosechar cifras r¨¦cord en cuanto a producci¨®n ¡ª350.703 toneladas de fresa, frente a las 262.757 de la pasada¨D y volumen de exportaciones ¡ªse vendieron al exterior 242.308 toneladas, un incremento del 2% respecto del a?o anterior, por 534,3 millones de euros, una subida del 17,1% en comparaci¨®n con la ¨²ltima campa?a¡ª, seg¨²n los datos publicados por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andaluc¨ªa.
Los 1.300 productores de fresas y frutos rojos onubenses tienen previsto cultivar un n¨²mero de hect¨¢reas similar a las del a?o pasado, cuando se sembraron 6.808. La contrataci¨®n de trabajadores, aseguran desde Interfresa, la patronal del sector, ser¨¢ por tanto parecida. En la campa?a 2020-2021 se emplearon a 109.000 personas, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno.
¡°El campo en general es duro¡±, razona el representante de la UPA. ¡°Trabajamos en invernaderos, con temperaturas muy altas de hasta 45 grados en mayo y junio y la recolecci¨®n de fresas es un trabajo agachado¡±, comenta. ¡°A partir de los 50 a?os, la mayor¨ªa ya no va al campo a este trabajo¡±. Los temporeros americanos que ir¨¢n a Espa?a empezar¨¢n con la campa?a de fresa, ar¨¢ndano, frambuesa, mora y c¨ªtrico. Pero Piedra mira m¨¢s all¨¢. ¡°Lo ideal ser¨ªa concatenar campa?as. Antes de nosotros, en noviembre y diciembre, est¨¢n las aceitunas, y despu¨¦s las manzanas y cerezas en L¨¦rida¡±. Pero eso, recalca, solo ser¨¢ posible si los ecuatorianos y hondure?os contratados terminan los seis meses y, con los ahorros que hayan acumulado, deciden regresar a sus casas.
Las contrataciones en origen han ayudado al sector de la fresa de Huelva a consolidarse como el principal productor y exportador de Espa?a. El br¨ªo del sector contrasta con la precariedad laboral de los temporeros. El sector y los sindicatos est¨¢n negociando el nuevo convenio colectivo, un acuerdo que hist¨®ricamente ha estado lleno de desencuentros no solo con los empresarios, sino entre las organizaciones de trabajadores que los representan. Las denuncias y situaciones de abusos empa?an los buenos resultados econ¨®micos y sus avances en investigaci¨®n y desarrollo para modernizar el cultivo.