Los duendes que se esconden tras las cifras r¨¦cord de crecimiento de Irlanda
El enorme peso de los sectores tecnol¨®gico, farmac¨¦utico y financiero distorsiona los datos reales de bienestar del ¡®tigre celta¡¯
Un reducido n¨²mero de duendes merodea cada ma?ana por las calles y aceras de Silicon Docks, en Dubl¨ªn. La frase con que comienza esta cr¨®nica contiene dos met¨¢foras que ayudan a explicar las espectaculares cifras de crecimiento de Irlanda, cuyo PIB aument¨® en 2020 un 5,9%, mientras el de Espa?a descend¨ªa un 10,8% o el de Alemania un 4,6% ¡ªeste a?o, sumar¨¢ otro 14,6%, seg¨²n las previsiones de Bruselas¡ª. La primera met¨¢fora es el t¨¦rmino Silicon Docks, que recuerda al Silicon Valley californiano. En torno al ¨¢rea del Gran Canal Dock (el muelle del Gran Canal) de la capital i...
Un reducido n¨²mero de duendes merodea cada ma?ana por las calles y aceras de Silicon Docks, en Dubl¨ªn. La frase con que comienza esta cr¨®nica contiene dos met¨¢foras que ayudan a explicar las espectaculares cifras de crecimiento de Irlanda, cuyo PIB aument¨® en 2020 un 5,9%, mientras el de Espa?a descend¨ªa un 10,8% o el de Alemania un 4,6% ¡ªeste a?o, sumar¨¢ otro 14,6%, seg¨²n las previsiones de Bruselas¡ª. La primera met¨¢fora es el t¨¦rmino Silicon Docks, que recuerda al Silicon Valley californiano. En torno al ¨¢rea del Gran Canal Dock (el muelle del Gran Canal) de la capital irlandesa se concentran las sedes centrales de Facebook (ahora Meta), Google o Trip Advisor. Desde all¨ª hacia el centro, este y sur de la ciudad, se localizan Microsoft, PayPal, Amazon o Twitter, entre muchas otras. Nueve de las diez compa?¨ªas tecnol¨®gicas estadounidenses m¨¢s importantes tienen su cuartel general europeo en Irlanda. Las diez farmac¨¦uticas m¨¢s potentes del mundo est¨¢n all¨ª, as¨ª como ocho de las diez principales compa?¨ªas de servicios financieros.
La segunda met¨¢fora es la de los duendes, esos seres mitol¨®gicos del folclore irland¨¦s que, seg¨²n la leyenda, los druidas celtas enviaron contra San Patricio para frustrar su empe?o evangelizador. El premio Nobel de Econom¨ªa Paul Krugman bautiz¨® con el t¨¦rmino ¡°econom¨ªa duende¡± (leprechaun economics) al efecto distorsionador sobre las cifras estad¨ªsticas nacionales de Irlanda (y de otros muchos refugios fiscales) que provocaban las multinacionales que hab¨ªan acudido all¨ª en busca de impuestos reducidos. Irlanda cobra un 12,5% de Impuesto de Sociedades, frente al 25% de Espa?a o Francia, el 26,5% de EE UU o el 30% de Alemania.
¡°?Es Irlanda realmente el pa¨ªs m¨¢s pr¨®spero de Europa?¡±, se preguntaba en febrero de este a?o, a trav¨¦s de una carta abierta, Patrick Honohan, quien fuera gobernador del Banco Central de Irlanda de 2009 a 2015. A pesar del intento de correcci¨®n que supone dar m¨¢s relevancia al PNB que al PIB a la hora de medir la riqueza del pa¨ªs, para no contabilizar los ingentes beneficios de unas empresas que acaban y¨¦ndose al exterior ¡ªla N es de Nacional¡ª, esas corporaciones siguen creando unas distorsiones en las cifras tan voluminosas como ellas mismas, bien a trav¨¦s de la depreciaci¨®n de sus bienes de capital (patentes, sobre todo) o a trav¨¦s de los dividendos no repartidos. En ambos casos, pasan a engrosar la contabilidad irlandesa. ¡°Irlanda es un pa¨ªs pr¨®spero, pero no tan pr¨®spero como a menudo se tiende a creer, por el uso inapropiado de estad¨ªsticas convencionales¡±, concluye Honohan.
Duendes aparte, las apuestas de determinados sectores por Irlanda han dado su fruto durante la pandemia. ¡°La covid-19 se ha portado bien con nosotros. Los tres pilares de nuestra econom¨ªa se han comportado estupendamente durante este periodo. La industria farmac¨¦utica, es evidente, ha sido la m¨¢s fuerte. La industria del software [en tiempos de teletrabajo] se ha disparado. Y la industria agroalimentaria, el motor de Irlanda durante decenas de a?os, tambi¨¦n ha prosperado. La gente ha seguido comiendo¡±, resume Eohgan Corry, que dirige la revista sobre turismo de mayor tirada del pa¨ªs, Travel Extra, y conoce como nadie las fortalezas y debilidades del ¡°tigre celta¡±. ¡°A pesar de las distorsiones contables, estos sectores contribuyen como ning¨²n otro a la riqueza del pa¨ªs, con los ingresos fiscales que generan y el super¨¢vit comercial que ayudan a crear¡±, defiende Corry.
La moneda tiene otra cara, sin embargo, no tan estimulante: son empresas que crean empleo muy cualificado, pero reducido. Apenas 7.000 personas, muchos procedentes de otros pa¨ªses, son esos duendes que merodean cada d¨ªa por Silicon Docks. Sectores con m¨¢s capacidad de crear mano de obra, como los servicios o el turismo extranjero, se han visto devastados por la pandemia.
Poca gente sabe que Aer Lingus, la aerol¨ªnea nacional hist¨®rica, resurgi¨® de sus cenizas con una idea brillante. El Gobierno irland¨¦s logr¨® acordar con Washington que un reducido equipo de la US Border Patrol (Polic¨ªa de Fronteras) montara sede en el aeropuerto de Dubl¨ªn. De ese modo, el control migratorio de entrada a EE UU se realiza all¨ª mismo, con lo que se puede volar directamente a cualquier aeropuerto local estadounidense, desde Minneapolis a San Luis. Con 35 millones de norteamericanos que reivindican su ascendencia irlandesa, este turismo de calidad y renta era un fil¨®n para el pa¨ªs. ¡°Y ahora est¨¢ en ruinas. Se ha reducido a poco m¨¢s del 10%. Irlanda tiene desde julio abiertas sus puertas a todos los estadounidenses con pauta completa de vacunaci¨®n, pero del Departamento de Estado sigue desaconsejando que se viaje hasta aqu¨ª¡±, se queja Corry.
Irlanda tiene cualidades competitivas de peque?o pa¨ªs que sabe que debe ense?ar las garras para sobrevivir. Una poblaci¨®n muy joven (un 33% es menor de 25 a?os), altamente educada gracias a una universidad muy volcada con la econom¨ªa y las empresas. Unas cuentas p¨²blicas muy estables y saneadas (su deuda p¨²blica es el 58,40% del PIB, frente al 122% de Espa?a; su d¨¦ficit, del 4,9% frente al 10,95% espa?ol), y un mercado laboral flexible.
¡°Lo que aprend¨ª de los irlandeses es una actitud de pelea ante la dificultad. No se sientan a lamentar su suerte, sino que se preguntan de inmediato cu¨¢l va a ser su pr¨®ximo proyecto¡±, cuenta entusiasmado Zaryab Malik. Este paquistan¨ª de familia acomodada, que estudi¨® en el elitista colegio brit¨¢nico de Eton (el mismo de Boris Johnson), se enamor¨® de Irlanda hace 25 a?os. Sus empresas de eventos sociales, Zab Events y Social Tag Me, son reclamadas por todas esas multinacionales con dinero de sobra y ganas de retener talento. Lo mismo organiza selfies 360?, con una c¨¢mara rotatoria, que imprime el nombre de la empresa cliente en la espuma del capuccino o de la cerveza Guinness. ¡°El flujo de europeos y estadounidenses que ha llegado a Irlanda en los ¨²ltimos a?os ha cambiado la percepci¨®n del pa¨ªs¡±, defiende Malik.
Pero tambi¨¦n ha cambiado el juego pol¨ªtico interno. La vivienda en Irlanda, con precios prohibitivos, fue el tema central de las ¨²ltimas elecciones generales. Y la desigualdad en el reparto de riqueza es intensa. Por eso se explica el gran resultado del Sinn F¨¦in, el partido que fuera brazo pol¨ªtico de la organizaci¨®n terrorista IRA y que hoy representa un mensaje radical y social de izquierdas al que cada vez presta m¨¢s atenci¨®n una poblaci¨®n a la que ya no le basta con que el pa¨ªs prospere. Tambi¨¦n desea que esa prosperidad llegue a todos.
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