El G-7, a un paso del acuerdo hist¨®rico sobre un impuesto m¨ªnimo de sociedades
Los detalles definitivos se cerrar¨¢n en la cumbre de l¨ªderes del 11 de junio en Cornualles
El descomunal gasto p¨²blico con el que los pa¨ªses han tenido que responder al embate de la pandemia ha acelerado debates que se arrastraban durante a?os. En concreto, el de la necesidad de un sistema fiscal justo y eficaz en la era de la econom¨ªa digital. Los ministros de Econom¨ªa del G-7, reunidos este viernes en Londres, est¨¢n a un paso de alcanzar un preacuerdo hist¨®rico en torno a un impuesto m¨ªnimo de sociedades ¨Dde un 15%¨D que frene las pr¨¢cticas de dumping fiscal que llevan a cabo, sobre todo, las grandes empresas tecnol¨®gicas.
Es el primer encuentro cara a cara de los responsables de Finanzas de las siete econom¨ªas m¨¢s avanzadas del mundo desde que la crisis del coronavirus acab¨® con las grandes reuniones presenciales. Con las medidas necesarias de distanciamiento, los ministros han comenzado a preparar la decisi¨®n definitiva que deber¨¢n adoptar los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 en la cumbre que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo 11 de junio en la regi¨®n costera brit¨¢nica de Cornualles. Antes de comenzar una intensa discusi¨®n que se prolongar¨¢ hasta este s¨¢bado, sus participantes han podido leer la carta abierta firmada por los ministros de las cuatro mayores econom¨ªas de la eurozona, publicada en EL PA?S y los principales peri¨®dicos europeos.
¡°El dumping fiscal no puede ser una opci¨®n en Europa ni en ning¨²n pa¨ªs del mundo. Esta pr¨¢ctica solo llevar¨ªa a una ca¨ªda a¨²n mayor de la recaudaci¨®n del impuesto sobre sociedades, m¨¢s desigualdad y la imposibilidad de financiar los servicios p¨²blicos b¨¢sicos¡±, afirmaban en el texto la espa?ola Nadia Calvi?o, el franc¨¦s Bruno Le Maire, el alem¨¢n Olaf Scholz y el italiano Daniele Franco. Denunciaban los cuatro la pr¨¢ctica llevada a cabo por las grandes tecnol¨®gicas de desplazar sus beneficios globales a aquellos territorios ¨DIrlanda, por ejemplo¨D que les ofrecen mayores ventajas fiscales. Eso a pesar de que su presencia es ya global, y sus ventas y beneficios son particulares en cada pa¨ªs concreto.
La convicci¨®n de que hoy m¨¢s que nunca resulta necesaria una coordinaci¨®n impositiva que evite la existencia de ganadores y perdedores en la nueva econom¨ªa digital ha concitado en pocos meses el consenso que se persigui¨® sin ¨¦xito durante a?os. La nueva Administraci¨®n estadounidense de Joe Biden ha sido la que ha puesto sobre la mesa la cifra del 15% ¨Daunque inicialmente propuso un 21%¨D, recibida con agrado por los socios de la Uni¨®n Europea, o por el nuevo actor solitario que es el Reino Unido despu¨¦s del Brexit. ¡°El resto del mundo nos est¨¢ observando¡±, ha dicho el ministro brit¨¢nico de Econom¨ªa, Rishi Sunak, a sus invitados. ¡°No podemos seguir dependiendo de un sistema impositivo que fue dise?ado en su mayor parte en los a?os veinte del siglo pasado¡±.
El ¨ªmpetu alcanzado en Londres todav¨ªa deber¨¢ hacer frente a numerosos obst¨¢culos. El acuerdo en torno a la necesidad de un impuesto m¨ªnimo de sociedades no implica que la cifra del 15% sea la definitiva. Y, en cualquier caso, la voluntad expresada por el G-7 ser¨¢ muy relevante, pero apenas ser¨¢ un primer paso en un debate mucho m¨¢s global cuya siguiente escala ser¨¢ la cumbre del G-20 en Venecia el pr¨®ximo mes de julio. Debe establecerse adem¨¢s qu¨¦ criterios se aplican, por ejemplo, a compa?¨ªas como Amazon, con cifras de ventas descomunales pero m¨¢rgenes de beneficio m¨¢s reducidos que el de Facebook o Google.
En el trasfondo de la discusi¨®n tambi¨¦n existe un asunto que enfrenta a Estados Unidos y varios de sus aliados europeos. El Reino Unido, Francia e Italia han impuesto por su cuenta un gravamen digital que Washington considera injusto con sus empresas. Sobre todo, argumenta la Administraci¨®n estadounidense, porque reciben ellas principalmente el ¡°castigo¡± derivado de pr¨¢cticas fiscales que realizan tambi¨¦n muchas compa?¨ªas europeas. De no alcanzarse un acuerdo, los sectores de moda, cosm¨¦ticos y bienes de lujo del Reino Unido, Italia o Espa?a se enfrentan a subidas arancelarias de hasta el 25% en sus exportaciones al mercado estadounidense.
La Administraci¨®n de Biden, representada en Londres por la secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, ha propuesto adem¨¢s una soluci¨®n para que las 100 mayores multinacionales del mundo tributen ah¨ª donde generan sus beneficios, independientemente de que tengan presencia f¨ªsica en el territorio. Este es el otro pilar, adem¨¢s de un impuesto m¨ªnimo global, en el que est¨¢ trabajando la OCDE, encargada de coordinar las negociaciones entre m¨¢s de 130 pa¨ªses para alcanzar un consenso sobre la reforma del sistema tributario internacional.
La Casa Blanca propuso en un principio elevar al 28% el impuesto de sociedades dentro de Estados Unidos ¨Dtras la reforma fiscal de Donald Trump que lo redujo del 35% al 21%¨D, aunque el pasado jueves se mostr¨® dispuesta a mantenerlo en el 21% actual a condici¨®n de establecer un suelo m¨ªnimo del 15% despu¨¦s de deducciones. Era un intento, sobre todo, de obtener mayor respaldo de la oposici¨®n republicana a sus planes de gasto.
En una muestra de que, incluso en el m¨¢s entusiasta de los escenarios, las palabras siempre van m¨¢s deprisa que los hechos, el ministro franc¨¦s de Econom¨ªa, Le Maire, aseguraba este viernes a la BBC que ¡°estaban a un mil¨ªmetro de alcanzar un acuerdo hist¨®rico¡±. Su hom¨®logo japon¨¦s, Taro Aso, sin embargo, ya hab¨ªa advertido desde el lunes que no esperaba alcanzar el acuerdo sobre el impuesto m¨ªnimo de sociedades esta misma semana.
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