Cultura en digital: una transformaci¨®n necesaria

A veces no somos conscientes de atravesar un momento trascendental de la Historia. Sin ¨¢nimo de ser grandilocuentes, el momento presente es uno de esos en los que los acontecimientos se suceden tan r¨¢pido que no nos da tiempo a asimilarlo. Lo llaman ¡®aceleraci¨®n del tiempo hist¨®rico¡¯, y son momentos clave para la toma de decisiones. En este contexto, una cuesti¨®n fundamental es la reconstrucci¨®n de nuestro mundo buscando otros par¨¢metros que nos permitan ser m¨¢s respetuosos con los recursos del planeta, aprovechando los avances de la ciencia y la tecnolog¨ªa. En esta simbiosis de sostenibilidad y digitalizaci¨®n, debemos plantearnos los desaf¨ªos de la cultura para encajar en este nuevo escenario.

Desde marzo de 2020 atravesamos un periodo extra?o en el que hemos tenido tiempo de repensarnos, deconstruirnos y volvernos a inventar. La fase de reflexi¨®n nos ha llevado a replantear lugares comunes y a confirmar la importancia de la cultura para la vida en sociedad. Por eso, garantizar el acceso y fortalecer las estructuras p¨²blicas y privadas debe ser una prioridad.

Aunque sab¨ªamos que est¨¢bamos abocados a la digitalizaci¨®n, los ¨²ltimos acontecimientos han acelerado este proceso. Si bien parec¨ªa que la transformaci¨®n ser¨ªa lenta y gradual, nos hemos encontrado con que la respuesta de la UE para afrontar la recuperaci¨®n despu¨¦s del par¨®n de los ¨²ltimos meses est¨¢ fundamentada en la digitalizaci¨®n y la sostenibilidad. Para transformar nuestra sociedad se ha puesto en marcha un paquete de ayudas que se articular¨¢n en cada pa¨ªs a trav¨¦s de los planes de recuperaci¨®n nacionales. El plan presentado por Espa?a, conocido como ¡®Plan de Recuperaci¨®n Transformaci¨®n y Resiliencia¡¯, cuenta con diez pol¨ªticas palanca entre las que se encuentra la cultura.

Esa pol¨ªtica palanca tiene tres componentes para poner en marcha inversiones y reformas. Uno de estos componentes, el 24, est¨¢ dirigido a la revalorizaci¨®n de la industria cultural con la intenci¨®n de impulsar la transformaci¨®n digital del sector cultural. En conclusi¨®n, la digitalizaci¨®n es una prioridad en la agenda del os pr¨®ximos meses, porque la puesta en marcha de los proyectos que se financiar¨¢n con estos fondos se har¨¢ hasta 2023. Si como todo apunta, las inversiones llegar¨¢n despu¨¦s del verano, tenemos que estar preparados para identificar nuestras necesidades de cara a afrontar la transici¨®n digital, y planificar nuestra estrategia para conseguirlo. La cuesti¨®n es si lo estamos.

M¨¢s all¨¢ de la fortaleza de nuestras grandes instituciones culturales, el tejido cultural espa?ol est¨¢ compuesto en su mayor¨ªa por pymes y aut¨®nomos sin trabajadores a cargo. Su fragilidad ha quedado demostrada por los efectos devastadores del par¨®n de la actividad. Ahora, y sin apenas tiempo para recuperarse, las empresas y los trabajadores de la cultura deber¨¢n afrontar uno de los mayores retos transicionales, digitalizarse para adaptarse al nuevo contexto econ¨®mico y social que se dibuja en el horizonte cercano.

Tenemos la oportunidad de hacer valer la presencia de la cultura en el entorno digital, asumiendo que entramos en un cambio de ¨¦poca en el que las reglas han cambiado

Los desaf¨ªos m¨¢s evidentes son, por un lado el fortalecimiento de las capacidades digitales de los profesionales del sector, y por otro el dise?o de modelos de transici¨®n digital adecuados para las particularidades de la cultura. Seg¨²n se recoge en el desarrollo del mencionado Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia, habr¨¢ medidas espec¨ªficas para fortalecer las capacidades digitales y facilitar la digitalizaci¨®n de las pymes. Pero lo importante ahora es identificar las necesidades, para acceder a la formaci¨®n adecuada y al modelo que m¨¢s se adapta a cada organizaci¨®n, proyecto o iniciativa. Hay algunos pioneros que ya han abierto camino, como la Fundaci¨®n Juan March o el Museo Thyssen. Ambos han pensado sus organizaciones en digital desde sus or¨ªgenes, lo que les ha facilitado avanzar de manera progresiva y planificada. En el ¨¢mbito de las habilidades digitales hay que destacar el trabajo llevado a cabo por la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa, que ha propiciado un programa espec¨ªfico para la formaci¨®n digital de los m¨²sicos.

Debemos tener presente que la transici¨®n digital en el sector cultural no est¨¢ dirigida ¨²nicamente a la relaci¨®n con los p¨²blicos. Estamos hablando de un cambio organizacional que abarca todos los ¨¢mbitos, y sobre todo afecta a la gesti¨®n interna. Esto quiere decir que tendremos que acostumbrarnos a analizar los datos que acumulamos para mejorar nuestra gesti¨®n y la oferta de nuestros servicios, acercarnos mejor a nuestros p¨²blicos y colonizar un entorno que muchas veces nos ha sido hostil. Ahora tenemos la oportunidad de hacer valer la presencia de la cultura en el entorno digital, asumiendo que entramos en un cambio de ¨¦poca en el que las reglas han cambiado. El desaf¨ªo es aprovechar el momento para levantar un sector cultural m¨¢s fuerte y m¨¢s justo.

* Inma Ballesteros es directora del Observatorio de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas

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